Directora: Karyn Kusama
Karyn Kusama es la directora del live action de "AEon Flux", y no es que pretendiera ver alguna película suya por el sólo hecho de que ayer hice lo propio con la serie homónima de Peter Chung, pero es que se dio la casualidad de que me encontré con "The Invitation", la última cinta que ha dirigido (su carrera no es la gran cosa a decir verdad: debutó con un drama deportivo titulado "Girlfight", y entre la de Charlize Theron y ésta dirigió "Jennifer's body", protagonizada por una Megan Fox ¿vampiro?, ¿caníbal? caliente) y que ha tenido bastante repercusión por ahí, y es que todos los años sale una cinta con temática de horror que destaca sobre las otras por una que otra razón. Como sea, acá estamos, saciando la curiosidad.
Will y su actual novia son invitados a una pequeña fiesta organizada por la ex de Will y su actual novio, en donde también asisten todos los amigos en común y un par de colados (que nunca faltan). No todo serán sonrisas. ¿Algo no anda bien?
No es que "The Invitation" haya hecho algo no visto antes, no es que haya (re)inventado nada nuevo como para saltar del asiento y aplaudir, pero funciona bastante bien gracias al efectivo guión y la sugerente dirección de Kusama, que combinados desarrollan y juegan con la ambivalencia narrativa que tanto se necesita en el presente caso, pues, ¿el protagonista es un aguafiestas paranoico, o por el contrario los amigos o los anfitriones esconden planes oscuros? Admito que me sorprendí en un inicio porque el trailer que vi una vez sugería que Will, el barbudo de pelo largo, era el elemento disonante de la noche, el rarito que llegaba a arruinar la diversión, y que el foco narrativo estaría en si el tipo es malo o no, en si su comportamiento alcanzaría niveles violentos. Comenzado el visionado, queda bastante claro que Will es el más atento del lugar y que los anfitriones son los raros, con el consabido foco narrativo que recae en si planean algo o simplemente son unos chalados. Todo bien, nada nuevo, pero funciona: la espesa y tensa atmósfera genera extrañeza y los diálogos, los personajes, generan insoportable incomodidad con sus preguntas y miradas malintencionadas (nunca me agradan estas reuniones donde son todos falsas sonrisas e impostada cordialidad, en donde el más simpático es el más ruidoso, condescendiente y payaso... ¿por qué el protagonista debe ser el elemento disonante, socialmente hablando?). El trasfondo (la backstory, palabra que se repite hasta el cansancio en las clases de guión, aquello sin lo cual nada funciona en lo absoluto porque, ya saben, las películas se hacen de un solo modo o no se hacen) es bastante sencillo: Will y la ex tuvieron un hijo que se murió, y cada uno vivió el duelo de maneras diferentes que no detallaré; pasado el tiempo (específicamente dos años), la madre retorna e invita al ex y todos los amigos a una cena reparadora y conciliadora. Nada es lo que parece, claro. Vale la pena decir que "The Invitation" es más interesante por su desarrollo meramente argumental, eso de ver si las sospechas son ciertas o inventos de una mente perturbada por la pérdida (y cómo acaba todo el enredo), que por su supuesta carga emocional o humana (¿redención, perdón?). La gran backstory pudo haber sido cualquier cosa y daba lo mismo en tanto el juego de sospechas resultara convincente y solvente, miren que de eso se trata la película al fin y al cabo (suspenso), no de traumas y dramas íntimos. La película avanza bien, alternando e invirtiendo las sospechas, jugando con la ambivalencia narrativa de si el conflicto se encuentra en tal o cual personaje: al final, el asunto es más bien "es tu palabra contra la mía", pues las pruebas pueden ser tales o simples coincidencias. Y la imagen final sí que es lo más interesante de todo.
Lo dicho: "The Invitation" es una buena y disfrutable película que genera bastante mal rollo, y que destaca por prescindir de efectismos formales y trucos baratos de guión (puede que lo del coreano sí lo sea), apostando por "el terror", digamos, más psicológico: en situarnos en una situación aparentemente normal, común y corriente, y retorcerla hacia su lado siniestro. Oh... y el protagonista no es Tom Hardy.
Lo dicho: "The Invitation" es una buena y disfrutable película que genera bastante mal rollo, y que destaca por prescindir de efectismos formales y trucos baratos de guión (puede que lo del coreano sí lo sea), apostando por "el terror", digamos, más psicológico: en situarnos en una situación aparentemente normal, común y corriente, y retorcerla hacia su lado siniestro. Oh... y el protagonista no es Tom Hardy.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...