Director: Leopoldo Torre Nilsson
Fin del mes de Enero, fin de mi año 2016. Qué relajo, viejo. Ahora supongo que tengo que ver cómo me voy a ganar la vida, pero en fin, ya tengo resuelto que seré de aquellos parásitos que a los cuarenta aún no abandonan la casa paterna, o quizás me convierta en el juguetito de insatisfechas cuarentonas. Lo importante ahora es ver películas, leer libros y cómics, nadar sin parar y disfrutar de los atardeceres. Qué fácil es la vida para algunos, ¿eh? Bueno, supongo que soy un privilegiado. Comencemos de cero con "La Tigra", segunda película en solitario de Leopoldo Torre Nilsson, fascinante y atractivo director del que, ya dije, veré casi toda su filmografía, y digo casi porque hay un par de películas que, muy a mi pesar, no he podido encontrar y de seguro nunca lo haré. Boo hoo.
La Tigra es cantante y prostituta ocasional, la más conocida del tugurio en el que trabaja. Le dicen La Tigra por su fuerte actitud, por su personalidad de acero. A pesar de ello su chulo la golpea en repetidas ocasiones, además de quitarle todo el dinero que gana, que es bastante. Un buen día, sin embargo, un estudiante de pintura, que además proviene de buena familia y vive en los sectores acomodados de la ciudad, se fija en La Tigra y descubre su inescrutable belleza. Cautivado por ella, comienza una historia de amor cruzada por celos, violencia y tragedias.
Leopoldo Torre Nilsson, fiel a su intención de hacer películas sobre personajes de carne y hueso en lugares reales (en pos de captar y transmitir una realidad no definida por su exactitud ambiental sino que por su autenticidad moral, afectiva, etc.), realiza este agridulce melodrama a través de su estilo estilizadamente neorrealista (no digo nada insensato acá, ¿cierto?), no sólo poniendo especial énfasis en los sentimientos de los personajes, en sus particulares tragedias personales, sino que también trabajando con sumo cuidado el valor plástico de la imagen, del sonido y de la atmósfera, y también de los variados mecanismos narrativos/dramáticos que el cine puede ofrecer, otorgando, a partir de esta realidad, un tratamiento cinematográfico de mirada tan transparente como sutilmente extravagante en su despliegue estético. En "La Tigra" asistimos al desarrollo de este conflictivo triángulo amoroso (definan amor, por favor), pero también a un directo y sucio retrato de la clase no sé si popular pero sí algo marginal de la ciudad, con barrios poblados de matones, perdedores y mujeres empujadas a ejercer la prostitución: un retrato desencantado pero comprensivo. Puede que el argumento de "La Tigra" no sea precisamente original y no los sorprenda tanto (las diferencias sociales como barrera al amor; la rudeza del chulo y la vulgaridad de los hombres), pero su fuerza, insisto, radica en el carácter crudo y estilísticamente realista al momento de retratar las pasiones desbordantes de estos personajes tan disímiles por fuera pero tan parecidos por dentro, tan deseosos de amor pero tan incapaces de dar el salto definitivo para consumarlo. Destaca además la tremenda intensidad subyacente que Torre Nilsson le otorga a la imagen, intensidad de tintes soñadores y melancólicos: la realidad ahí, flotando en el aire y haciendo lo suyo: dictando destinos, quebrando sueños, urdiendo caprichos. Por último, destacar también la labor de Diana Maggi como La Tigra, acertada y potente, pero por sobre todo convincente a la hora de transmitir las ambiguedades y miserias de tan singular dama.
Oh, bueno, espero haberme hecho entender: en "La Tigra" verán una historia de amor imposible rodeada de personajes de baja calaña y calles sucias: un melodrama punzante e iluso, con un componente trágico muy bien tratado. A mí me ha encantado.
La Tigra es cantante y prostituta ocasional, la más conocida del tugurio en el que trabaja. Le dicen La Tigra por su fuerte actitud, por su personalidad de acero. A pesar de ello su chulo la golpea en repetidas ocasiones, además de quitarle todo el dinero que gana, que es bastante. Un buen día, sin embargo, un estudiante de pintura, que además proviene de buena familia y vive en los sectores acomodados de la ciudad, se fija en La Tigra y descubre su inescrutable belleza. Cautivado por ella, comienza una historia de amor cruzada por celos, violencia y tragedias.
Leopoldo Torre Nilsson, fiel a su intención de hacer películas sobre personajes de carne y hueso en lugares reales (en pos de captar y transmitir una realidad no definida por su exactitud ambiental sino que por su autenticidad moral, afectiva, etc.), realiza este agridulce melodrama a través de su estilo estilizadamente neorrealista (no digo nada insensato acá, ¿cierto?), no sólo poniendo especial énfasis en los sentimientos de los personajes, en sus particulares tragedias personales, sino que también trabajando con sumo cuidado el valor plástico de la imagen, del sonido y de la atmósfera, y también de los variados mecanismos narrativos/dramáticos que el cine puede ofrecer, otorgando, a partir de esta realidad, un tratamiento cinematográfico de mirada tan transparente como sutilmente extravagante en su despliegue estético. En "La Tigra" asistimos al desarrollo de este conflictivo triángulo amoroso (definan amor, por favor), pero también a un directo y sucio retrato de la clase no sé si popular pero sí algo marginal de la ciudad, con barrios poblados de matones, perdedores y mujeres empujadas a ejercer la prostitución: un retrato desencantado pero comprensivo. Puede que el argumento de "La Tigra" no sea precisamente original y no los sorprenda tanto (las diferencias sociales como barrera al amor; la rudeza del chulo y la vulgaridad de los hombres), pero su fuerza, insisto, radica en el carácter crudo y estilísticamente realista al momento de retratar las pasiones desbordantes de estos personajes tan disímiles por fuera pero tan parecidos por dentro, tan deseosos de amor pero tan incapaces de dar el salto definitivo para consumarlo. Destaca además la tremenda intensidad subyacente que Torre Nilsson le otorga a la imagen, intensidad de tintes soñadores y melancólicos: la realidad ahí, flotando en el aire y haciendo lo suyo: dictando destinos, quebrando sueños, urdiendo caprichos. Por último, destacar también la labor de Diana Maggi como La Tigra, acertada y potente, pero por sobre todo convincente a la hora de transmitir las ambiguedades y miserias de tan singular dama.
Oh, bueno, espero haberme hecho entender: en "La Tigra" verán una historia de amor imposible rodeada de personajes de baja calaña y calles sucias: un melodrama punzante e iluso, con un componente trágico muy bien tratado. A mí me ha encantado.
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