martes, 20 de octubre de 2015

Inside Out - 2015


Director: Pete Docter & Ronnie del Carmen

  Me llama la atención que en los créditos aparezca Pete Docter acreditado como director y luego un tal Ronnie Del Carmen como co-director, así separados; no lo sé, usualmente salen juntos pero vaya uno a saber qué pasó ahora. No es que me vaya a quitar el sueño, en todo caso. A la espera de "The Good Dinosaur" (ni siquiera sé si la vaya a ver al cine, a menos que me gane las entradas), que creo se estrena este año, de repente se nos aparece la última de Pixar a la fecha y uno no se puede negar, si bien no he estado especialmente preocupado de estar al día con las cintas previas como "Brave" o, no sé, las que siguen. "Inside Out" es una buena película y, como es de esperar, hasta llega a emocionar en un par de escenas, pero no estamos ante la maravilla que en la década pasada era tan natural esperar de Pixar; es más, pienso que a pesar de lo efectivo del relato (más por el uso instrumental de sus elementos que por una narrativa apabullante), el alabado estudio ha perdido una parte importante y hasta esencial de su sensibilidad, y eso que hablamos de una película de emociones y sentimientos.


  Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Desagrado son los sentimientos que comandan la vida de una niña llamada Riley que recién a los once años viene a darse cuenta que la vida es complicada e indiferente de los propios deseos y sueños, dificultando también la labor de los sentimientos y la tiránica Alegría, que poco a poco ve sus ideales caer y resurgir en un eslogan conservador de infarto.


  Lo fácil de decir es que el relato de "Inside Out" es efectivo en la manera en que plantea y desarrolla sus conflictos, es decir, surge un problema y el resto de la película consiste en solucionar dicho problema, sin nunca perder el ritmo (inserten el adjetivo que más les acomode) ni caer en vacíos narrativos. Lo más interesante del relato es su división interna/externa, por un lado con esta niña que se siente mal porque las cosas no son de ensueño (y los posteriores problemas familiares, tan superficiales e inofensivos que uno se pregunta en dónde está el verdadero y gravísimo drama; o, claro, puede que todo sea así de grave porque vemos los hechos desde la mirada de la infante, exagerada por excelencia) y por otro con las desventuras de Alegría y Tristeza, que lugar que pisan se convierte en escombros. Simple y todo el relato funciona, pues los elementos son instrumentos bien dispuestos. Conclusión: la película entretiene (bastante humor hay, personalmente me quedo con la escena en que se filman los sueños), hace pasar un buen y veloz rato, además de contar con un par de conmovedoras escenas. Eso sí, las tramas suceden muy por encima de sus postulados, como se dirá ahora...
  Más interesante es analizar el contenido que sustenta este relato. Analizar es una palabra muy grande para efectos de este blog, pero la seguiremos utilizando a falta de otra que sirva mejor.
"Inside Out" pretende mostrarnos el funcionamiento de la mente y las emociones, y la íntima relación entre ambas partes. No es la intención ponernos técnicos, así que sólo lanzaré lecturas mías más que documentados diálogos. Me choca que Riley la niña quede reducida a una muñeca sin autonomía que es controlada por cinco Cosas que determinan qué hace, cómo lo hace y hasta cómo recuerda lo que hace; de las consecuencias más graves de ello es que todo el conflicto externo pierda interés y empatía, pues no es con la niña con quien conectamos sino con sus controladores, que tampoco son muy empáticos que digamos (sólo clichés desarrollados con simpatía). Así, las peleas parentales y los berrinches infantiles pierden toda base humana. Yo pensaba que "Inside Out" iba a tratar sobre estos sentimientos que descubren que deben darle libertad de acción y elección a su humano, y que el momento conmovedor iba a mostrarnos a los cinco bichos abrazados, llorando orgullosos al ver a su niña tomar sus propias y conscientes decisiones. Resulta más productivo adentrarnos en ese otro relato que enfrenta a Tristeza y Alegría, cuyos tiros conceptuales entiendo y hasta comparto (la tiranía de la Alegría era el colmo de lo ilusorio), pero que como narración se reduce a una especie de "quién tiene la razón", no centrado en la razón sino en el quién: quién gana, con un porqué más meloso que sustancial; y puede que no sea útil quejarme de lo sustancial, pero entre tantos conceptos tirados en el guión y en el imaginario de la cinta uno espera que éstos se desarrollen un poco mejor (no para enloquecer a los niños, pero sí para ser algo más que una atracción de feria). El punto es que todo parece más de Disney que de Pixar, más simpatía y mundos bonitos que mentes y sentimientos escrutados agudamente; más aún, me llama la atención que al final todo se reduzca a la construcción de una estatua familiar, o, lo que es lo mismo, el levantamiento icónico de una idea de familia de lo más conservador, vena que aumenta sus pulsaciones con las solapadas burlas a San Francisco, las pizzas vegetarianas, la madre de impulsos reprimidos, etc. Hay muchas cosas escondidas en esta película que podrían resultar algo aterrador escudriñar de manera más profunda y cuidada. Pienso que no va sobre las emociones sino sobre... no lo sé, algo menos honesto y emocional; me da la impresión de que esta película es más fría y calculadora de lo que se presenta en sociedad.
  Y, incluso a pesar del párrafo anterior (que sin duda hace que sus creadores se piensen guías de un relato "complejo"), "Inside Out" me parece de lo más simplón y superficial. Me es complicado a estas horas especificar el porqué, pero no por hablar de emociones (desde adentro o desde terminología especializada) se es más inteligente o más sensible. ¿Sensibilidad? Decir que las cosas se solucionan llorando no es suficiente, amigos míos, aunque por suerte la cosa no fue tan extrema y el final es menos irreal de lo que uno pensaría: puedes llorar todo lo que quieras pero algunas cosas no pueden cambiar. Algo es algo... o no: siempre "nada puede ir mejor". En fin, para entretenerse un rato "Inside Out" está bien, pero ¿para emocionarnos?, ni de lejos. Mucho ruido y pocas nueces, mucho Disney y poco Pixar. Uno de los grandes bluff (o goooooooozo) de la temporada, y si siguen así temo por lo que le hagan a "Toy Story" con la cuarta parte que viene.

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