The International - 2009

Director: Tom Tykwer

  Definitivamente "Shoot 'Em Up" y "The International" no eran la misma cosa a pesar de tener a Clive Owen como protagonista, pero al menos la duda ya está aclarada y satisfecha. Si la primera es una película de acción desmedida y frenética centrada en la intensidad e impresión visual, la segunda es un efectivo thriller de espías igual de intenso pero más centrado en una tensión subyacente que permanentemente retuerce la imagen, a la postre lo que sostiene y potencia el relato. A mí me ha gustado bastante "The International", no sólo por lo entretenido y atractivo de su trama, también por la notable e impecable ejecución del alemán Tom Tykwer, de quien no he visto nada más salvo "Lola Rennt", pero a quien tomo como un más o menos confiable director capaz de entregarnos cintas suficientemente satisfactorias, y a veces atrevidas (¿?); aunque todo esto son suposiciones puesto que con dos filmes suyos en mis retinas no puedo ofrecer grandes conclusiones, ¿no? Mejor sigamos con lo que nos convoca...


  Clive Owen es Louis Salinger, un agente de la INTERPOL que, junto a Naomi Watts y otras agencias de inteligencia u organismos de justicia y la ley, intentan atrapar con las manos en la masa a un poderoso banco que al parecer está comenzando una peligrosa red de tráfico de armas. Pero la cosa no es tan fácil, desde luego, puesto que el dinero mueve montañas (¿o la que puede es la fe?), y ciertamente personas y voluntades.

  ¿Por qué es buena y funciona "The International"? Pues porque tiene atmósfera, tiene ritmo, tiene tempo y su conjunto resulta de lo más interesante y memorable. Formalmente todo busca que haya una constante sensación de inquietud e incomodidad, como si algo que no supieras estuviera cocinándose frente a nuestros ilusos ojos, desde las cuidadas imágenes hasta la banda sonora que de verdad se te pone bajo la piel e incrementa las pulsaciones tanto en las escenas en que todos están sentados como en aquellas en las que todos corren y se dan balazos, lo que da muestra de que todo importa en esta película y, más importante, que no es un thriller facilón cualquiera. Como he dicho, la ejecución de Tykwer me parece más que apropiada para el guión del que parte, mediante una sobria y contenida puesta en escena que nos dice lo suficiente mientras que sugiere mucho más de lo que de buenas a primeras imaginamos o intuimos. A propósito, el intenso ritmo proviene de una trama nutrida en acontecimientos pero, sobre todo, capaz de liberarse de las ataduras causales de los hechos para centrarse y potenciar el valor subyacente de la trama total, un imparable torrente de traiciones y máscaras que no cesa sin importar quién muera o salga del juego, pues nombres aparte, todo el tema de banqueros y traficantes y altas sumas de dinero es un círculo vicioso. En este sentido, el punto de vista que denota el guión, su posición un tanto nihilista y descreída, resulta ser el gran aliciente de un relato que más allá de su solidez y eficacia narrativa, no habría superado sus propios límites de no ser por esa desconfianza que desprende cada imagen. ¿Se puede triunfar frente a los malos con el camino de la ley, o éste es en realidad un mecanismo encubierto que los poderosos crearon para que los ingenuos choquen entre sí o se pierdan en callejones sin salida? ¿Basta con un triunfo moral para quedarse tranquilo?, ¿es suficiente aceptar lo gris y perdido que estamos en el mundo? No es que "The International" sea un poderoso motor reflexivo y filosófico, pero sabe incluir con propiedad y naturalidad dichas preguntas a un relato que no peca de presuntuoso, y que deja que sus múltiples ramas vayan armando la red definitiva que al final nos dice algo muy distinto a lo que habría dicho si otras decisiones se hubiesen tomado (lo que parece obvio, claro, pero que demuestra que las posibilidades de una historia no se deben tomar a la ligera, sobre todo cuando el director deja que el hecho mismo hable por su cuenta -por el camino tomado, el origen y el final- en vez de insertar lecciones de moralina barata; en este sentido, el final es elocuente sin casi mediar palabra), lo que le agrega su justa dimensión extra al conjunto. Intereses económicos, políticos, armamentísticos..., qué más se puede esperar de ellos más que mentiras, asesinatos y la seguridad de una maquinaria en apariencia invencible. "The International" nos deja numerosas secuencias realmente fantásticas, sus buenas interpretaciones (Owen está bien, por supuesto, pero las cansadas miradas y disposiciones de Ulrich Tomsen y Armin Mueller-Stahl me parecen más potentes), y un mensaje nada desdeñable. A mí me ha gustado mucho; definitivamente es uno de esos thrillers que, sin exagerar en sus pretensiones sustanciales y estéticas, apuestan por ser algo más que una trama más o menos compleja pero finalmente bien hilada y ejecutada, y que lo logran con creces; digo, se nos cuenta una historia (qué historia) y de qué manera. Si alguien, yo por ejemplo, dice que entre ésta y "A most wanted man" de Anton Corbijn se pueden establecer varias similitudes (como que ambas sean interesantes y atractivas tramas internacionales de espías e intereses de poderosos), no deberían extrañarse. Tampoco hay que ser tan atrevido pero estoy seguro que, así a la rápida, dicha conexión no es tan difícil de hacer, ¿no? Son buenas películas con directores que a veces sí, a veces no resultan. Como sea, les recomiendo "The International" con total seguridad; no los dejará indiferentes y ciertamente sabe cómo engancharte con su a veces elusivo y sorpresivo entramado.