The Walker - 2007

Director: Paul Schrader

Ahora sí que sí estamos en la recta final de la retrospectiva a Paul Schrader. Todo parece indicar que acabaremos el domingo, así que ya podemos comenzar a cantar victoria: en general, la cosa ha ido más o menos sobre ruedas. Me pregunto cuándo fue la última vez que comenté una película que no me gustó. Mis detractores siempre me reprochan el que gran cantidad de las películas que aparecen por acá me gusten, de seguro piensan que un buen crítico es de esos que odian cada cinta que ven, aunque la capacidad crítica se demuestra con argumentos y no con simples estrellas o pulgares arriba o abajo, por lo demás tampoco soy un crítico, sólo un vago que escribe lo mejor que puede lo primero que se le ocurre con respecto a las películas que nadie me paga por ver. La idea, dentro de todo, es disfrutar, compartir y expandir libre y desprejuiciadamente el amor por el cine.

El Paul Schrader de "The Walker" es un Schrader menor, ligero, inocuo, impropio, casi irreconocible. "The Walker" no es mala, o al menos no rematadamente mala, incluso podría considerarse correcta o incluso efectiva dentro de parámetros impersonales y convencionales de valoración crítica, pero lo cierto es que quien haya disfrutado de "American Gigolo" y "Light Sleeper", por citar los filmes con que wikipedia enlaza la presente, se dará cuenta de que lo hecho por Schrader es poco alentador y estimulante. Para empezar, Woody Harrelson no es un gran protagonista y su interpretación deja bastante que desear, sobre todo porque se preocupa más de parecer gay (es decir, de hacer gestos y maneras "afeminadas") que de construir un personaje supuestamente asfixiado por su propia ambigüedad y oscuridad, por los fantasmas de su pasado y los misterios de su personalidad. En este aspecto, "The Walker" es descafeinada y hasta superficial, incluso teniendo varios elementos reconocibles de la filmografía de Schrader (la redención violenta, el brutal conflicto interno). Esto se debe a que Schrader prefiere centrarse en otros aspectos, relegando sus habituales preocupaciones a un lugar secundario. La principal preocupación de "The Walker" es ser una crítica a la fría maquinaria política de Washington, D. C., a las mecánicas del poder en que incurren las altas esferas y la alta sociedad (virtualmente la misma cosa), y a que en realidad todo está podrido, corrupto, etc. En cierta forma Schrader quiere desnudar el engranaje que mueve el destino de miles de ciudadanos mediante esta trama de bajos instintos y pasiones incurables. Resulta que Woody Harrelson, que es un hombre que trabaja acompañando a señoras adineradas a eventos sociales y descendiente de importantes y respetados empresarios-políticos, se ve envuelto en el misterio que envuelve al asesinato de un lobbysta, destapando relaciones, métodos y tantas otras cosas típicas de peces gordos que no quieren ser pescados. La conspiración debería ser el fuerte, pero la narración carece de la fuerza dramática suficiente como para enganchar, en otras palabras, se debate constantemente en una contradicción fundamental: ser una simple historia de conspiración, o ser un estudio de personajes y esferas sociales. Schrader se queda cojo en ambas intenciones, pues la trama carece de real interés (uno duda de que el protagonista de verdad esté en peligro) y ya dijimos que lo de mostrar la tragedia de un protagonista atrapado en sus propios males y abismos morales se queda relegado al vacuo vértigo del misterio. De hecho, al final el protagonista dice que el misterio más interesante no era el del asesinato sino que el de su personalidad, entonces, ¿qué película quería hacer Schrader? "The Walker" es como si la hubiese hecho un admirador miope e incapaz de replicar la aguda mirada de Schrader, y no el poderoso cineasta responsable de "Hardcore", "Cat People" y "Mishima". La única que salva es Lauren Bacall, el resto se ve tan dominado por parecer refinado y elegante que jamás logra disfrazar el vacío de contenido. Una lástima, pero así es la cosa. Ojalá "Adam Resurrected" sea mejor.