Directores: David Moreau & Xavier Palud
Tuve un sueño rarísimo y se los iba a contar, pero ahora ya no tengo ganas (además era muy largo). Lo que sí les voy a decir es que al final ocurría un terremoto. Lo curioso es que justo cuando en mi sueño el terremoto golpea, un fuerte temblor en la vida real me despierta, aunque después me quedo dormido de inmediato y despierto definitivamente una hora después. En realidad el temblor no fue tan fuerte, sólo el remezón inicial. Ahora les voy a hablar de "Ils", una película que no conocía en lo absoluto y que a simple vista me parecía una propuesta sumamente interesante. Iba a ver "Phenomena", de Dario Argento, pero un problema técnico pospuso el visionado. Mañana, si es que hay suerte, le damos play.
Voy a etiquetar "Ils" como opera prima, pues es la primera película en que Xavier Palud es acreditado como director y no estoy seguro de si el trabajo anterior de David Moreau es un corto o un largo. A propósito, ya van 208 operas primas comentadas por acá. Tremendo, ¿no?
Yo no soy muy fanático del cine de terror. Al menos no del "terror" en un sentido puramente de efecto. Sé que no voy a cagarme de miedo con la gran mayoría del cine de terror; a mí lo que me da miedo es cuando las películas transmiten sensaciones como impotencia, injusticia, desamparo, maldad, etc. En cualquier caso "Ils" no es una de terror al uso ni del montón. No diría que es inclasificable, pero, ciertamente, hay una propuesta que busca desmarcarse de los vicios y tics típicos del género. Después de una correcta introducción en donde somos testigos de la desalmada e implacable efectividad de los asesinos, los directores nos presentan a una profesora francesa que junto a su novio escritor (también francés) vive en una aislada y bella casona ubicada a las afueras de alguna ciudad rumana. Al caer la noche comienza la pesadilla y la pareja se convierte en el blanco de... bueno, no sabemos muy bien de quién, pero esa gente sólo quiere matarlos y así harán todo lo posible para culminar la cacería. El esquema es sencillo y así lo demuestra su conciso metraje de poco más de setenta minutos. La gracia, por ejemplo, es que los directores juegan, especialmente en la primera parte del acoso, con el fuera de campo: enemigos invisibles de incierta ubicación, incógnita que provee de un certero dominio de los espacios y del "tiempo real", de la tensión sostenida que amenaza con explotar en cualquier momento. Por momentos, la película es realmente desasosegante. Yo diría que en el tramo final, más o menos a los cincuenta minutos (cuando vemos físicamente a los malos y se hace abandono de la casona) es cuando la propuesta se debilita, pierde solidez, se pone un poco cliché y tramposa y banalmente "terrorífica", con sustitos y todo ello, demérito que no deja de ser curioso porque el tramo funciona como metáfora (si es que era la intención, claro), con los protagonistas perdidos en las alcantarillas de la ciudad, atiborradas de mierda y putrefacción, carentes de luz y esperanza. Como relato es otra cosa...
A fin de cuentas, qué tanto les guste "Ils" depende de qué tan susceptibles sean al terror como género, como efecto. En lo personal, me ha inquietado más la idea de las alcantarillas, de gente dando vueltas por ahí matando personas por puro gusto, de personas atrapadas y abandonadas a su suerte ante un montón de bestias. Terrible, ¿no? En cualquier caso estamos ante una película efectiva que cumple lo que promete y que si no deja mayor huella es debido a un poco inspirado tramo final que poca justicia le hace al interesante tramo inicial. Es coherente consigo misma, eso sí.
Estaba pensando en otras películas similares, comparando por qué aquéllos me gustan tanto y ésta me deja ni fu ni fa. "Kinatay", de Brillante Mendoza, como ésta, podría describirse como un descenso a los infiernos durante una larga noche en donde el protagonista conoce de primera mano la maldad humana. La de Mendoza no es una cinta de terror, es un crudo drama cuyo gran valor se encuentra en el contundente y frontal tratamiento de la violencia, del vacío moral. Por su parte, Palud y Moreau se concentran en el miedo mismo, el miedo como efecto y no tanto como construcción. Pero en fin, las comparaciones son odiosas y tampoco sirven de mucho. Admito que nunca esclarecer las motivaciones de los malos es un acierto dramático y narrativo (a fin de cuentas la premisa consiste en escapar y listo), pero para que la maldad humana sea más potente e impactante debe haber algún grado de construcción moral detrás o de lado, como en la de Mendoza o en "Straw Dogs", de Peckinpah, que también se me vino a la cabeza, de lo contrario obtenemos "Los bastardos", de Escalante (al menos en "Ils" sí pasan cosas y he ahí su salvación).
Pero para qué irnos por las ramas: no soy seguidor del cine de terror.
¡Ah! "Ils", como se nos señala al inicio, está basada o inspirada en hechos reales. De ser cierto no me sorprendería...
Voy a etiquetar "Ils" como opera prima, pues es la primera película en que Xavier Palud es acreditado como director y no estoy seguro de si el trabajo anterior de David Moreau es un corto o un largo. A propósito, ya van 208 operas primas comentadas por acá. Tremendo, ¿no?
Yo no soy muy fanático del cine de terror. Al menos no del "terror" en un sentido puramente de efecto. Sé que no voy a cagarme de miedo con la gran mayoría del cine de terror; a mí lo que me da miedo es cuando las películas transmiten sensaciones como impotencia, injusticia, desamparo, maldad, etc. En cualquier caso "Ils" no es una de terror al uso ni del montón. No diría que es inclasificable, pero, ciertamente, hay una propuesta que busca desmarcarse de los vicios y tics típicos del género. Después de una correcta introducción en donde somos testigos de la desalmada e implacable efectividad de los asesinos, los directores nos presentan a una profesora francesa que junto a su novio escritor (también francés) vive en una aislada y bella casona ubicada a las afueras de alguna ciudad rumana. Al caer la noche comienza la pesadilla y la pareja se convierte en el blanco de... bueno, no sabemos muy bien de quién, pero esa gente sólo quiere matarlos y así harán todo lo posible para culminar la cacería. El esquema es sencillo y así lo demuestra su conciso metraje de poco más de setenta minutos. La gracia, por ejemplo, es que los directores juegan, especialmente en la primera parte del acoso, con el fuera de campo: enemigos invisibles de incierta ubicación, incógnita que provee de un certero dominio de los espacios y del "tiempo real", de la tensión sostenida que amenaza con explotar en cualquier momento. Por momentos, la película es realmente desasosegante. Yo diría que en el tramo final, más o menos a los cincuenta minutos (cuando vemos físicamente a los malos y se hace abandono de la casona) es cuando la propuesta se debilita, pierde solidez, se pone un poco cliché y tramposa y banalmente "terrorífica", con sustitos y todo ello, demérito que no deja de ser curioso porque el tramo funciona como metáfora (si es que era la intención, claro), con los protagonistas perdidos en las alcantarillas de la ciudad, atiborradas de mierda y putrefacción, carentes de luz y esperanza. Como relato es otra cosa...
A fin de cuentas, qué tanto les guste "Ils" depende de qué tan susceptibles sean al terror como género, como efecto. En lo personal, me ha inquietado más la idea de las alcantarillas, de gente dando vueltas por ahí matando personas por puro gusto, de personas atrapadas y abandonadas a su suerte ante un montón de bestias. Terrible, ¿no? En cualquier caso estamos ante una película efectiva que cumple lo que promete y que si no deja mayor huella es debido a un poco inspirado tramo final que poca justicia le hace al interesante tramo inicial. Es coherente consigo misma, eso sí.
Estaba pensando en otras películas similares, comparando por qué aquéllos me gustan tanto y ésta me deja ni fu ni fa. "Kinatay", de Brillante Mendoza, como ésta, podría describirse como un descenso a los infiernos durante una larga noche en donde el protagonista conoce de primera mano la maldad humana. La de Mendoza no es una cinta de terror, es un crudo drama cuyo gran valor se encuentra en el contundente y frontal tratamiento de la violencia, del vacío moral. Por su parte, Palud y Moreau se concentran en el miedo mismo, el miedo como efecto y no tanto como construcción. Pero en fin, las comparaciones son odiosas y tampoco sirven de mucho. Admito que nunca esclarecer las motivaciones de los malos es un acierto dramático y narrativo (a fin de cuentas la premisa consiste en escapar y listo), pero para que la maldad humana sea más potente e impactante debe haber algún grado de construcción moral detrás o de lado, como en la de Mendoza o en "Straw Dogs", de Peckinpah, que también se me vino a la cabeza, de lo contrario obtenemos "Los bastardos", de Escalante (al menos en "Ils" sí pasan cosas y he ahí su salvación).
Pero para qué irnos por las ramas: no soy seguidor del cine de terror.
¡Ah! "Ils", como se nos señala al inicio, está basada o inspirada en hechos reales. De ser cierto no me sorprendería...
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