Director: Dario Argento
Como bien dije ayer al comentar "A Bigger Splash", el director Luca Guadagnino debería estrenar este año el remake de "Suspiria", la película de Dario Argento, de quien hace mucho tiempo que quiero ver algo, así que por qué no empezar por el principio, me pregunté, me dije, me comandé. ¿El principio? "L'uccello dalle piume di cristallo", la opera prima. Así de paso también voy iniciándome en el giallo, que ya llevaba más o menos una década de rodaje cuando llegó Argento a hacer de las suyas.
El protagonista de esta película es un escritor estadounidense que busca combatir un bloqueo creativo en Italia. El actor que lo interpreta es Tony Musante. Cuando el protagonista está listo para devolverse a su país, es testigo del intento de asesinato de la dueña de una galería de arte a manos de una figura negra que alcanza a huir y a darle un tajo en el vientre. Faltó mencionar que otras tres mujeres han sido asesinadas, seguramente por la misma figura de negro. Algo llama la atención de nuestro escritor bloqueado, así que decide quedarse unos días más para investigar por su cuenta, si bien es cierto que su estadía fue primeramente obligada por el comisario Morosini, que al principio guardaba sospechas sobre el único testigo del ataque. El comisario es interpretado por Enrico Maria Salerno. Como dato curioso: Salerno y Musante ya habían trabajado juntos en la magnífica "Anonimo Veneziano" (comentada por acá), estrenada ese mismo año 1970, el primero como director y el segundo como actor. El director de fotografía es Vittorio Storaro, conocido por sus trabajos con Bernardo Bertolucci ("Il conformista", "Last Tango in Paris" o "Novecento", por mencionar tres) o "Apocalypse Now", de Coppola. La banda sonora es de Ennio Morricone, que no necesita presentación.
"L'uccello dalle piume di cristallo" es una película de misterio. Coquetea con el terror y con el slasher, y tampoco esconde su irónico sentido del humor (que va más allá de algún diálogo ingenioso o gracioso o alguna escena en donde el tono adquiera cierta comicidad o ligereza -esto último no sucede-; antes al contrario, este humor se aplica directamente en la narración, por ejemplo, en la escena cuando el protagonista persigue a un tirador vestido con una sobresaliente chaqueta amarillo chillón que escapa mezclándose entre los asistentes de una reunión de ex-pugilistas que visten... exacto, chaquetas amarillo chillón. ¿Captaron el humor?), pero es, fundamentalmente, una película de misterio. Una película de misterio que es capaz de sorprender gracias a su ilusionismo narrativo (¿existe ese término o soy yo el que lo usa, el genio que lo creó?), haciendo que veamos la solución más obvia para luego demostrarnos que la respuesta era otra y que estuvo frente a nuestras narices todo el tiempo. La verdad es que yo no lo vi venir. Sin embargo, a pesar de que durante gran parte del metraje uno esté seguro de quién puede ser el elusivo asesino, el relato nunca se torna ni cansino ni mucho menos plano o predecible, amén del guión y la puesta en escena de Argento, primero con una historia que, aparte de su paciente y certera ejecución argumental (la aparición de pistas, la interacción entre personajes, las conjeturas del protagonista, las amenazas de la figura negra), en esencia va explorando en la personalidad del asesino, armando el puzzle de su psicología mientras nos hace pensar que las piezas paulatinamente reunidas sólo nos mostrarán el rostro; y segundo, con una dirección tan precisa en su tratamiento del suspenso como deliciosa en su despliegue estético e intensa al momento del "terror". En resumen, una película mucho más compleja y rica en detalles de lo que aparenta a la par que deslumbrante y exquisita de ver.
Imperdible. Y claro, se nos viene más Dario Argento.
El protagonista de esta película es un escritor estadounidense que busca combatir un bloqueo creativo en Italia. El actor que lo interpreta es Tony Musante. Cuando el protagonista está listo para devolverse a su país, es testigo del intento de asesinato de la dueña de una galería de arte a manos de una figura negra que alcanza a huir y a darle un tajo en el vientre. Faltó mencionar que otras tres mujeres han sido asesinadas, seguramente por la misma figura de negro. Algo llama la atención de nuestro escritor bloqueado, así que decide quedarse unos días más para investigar por su cuenta, si bien es cierto que su estadía fue primeramente obligada por el comisario Morosini, que al principio guardaba sospechas sobre el único testigo del ataque. El comisario es interpretado por Enrico Maria Salerno. Como dato curioso: Salerno y Musante ya habían trabajado juntos en la magnífica "Anonimo Veneziano" (comentada por acá), estrenada ese mismo año 1970, el primero como director y el segundo como actor. El director de fotografía es Vittorio Storaro, conocido por sus trabajos con Bernardo Bertolucci ("Il conformista", "Last Tango in Paris" o "Novecento", por mencionar tres) o "Apocalypse Now", de Coppola. La banda sonora es de Ennio Morricone, que no necesita presentación.
"L'uccello dalle piume di cristallo" es una película de misterio. Coquetea con el terror y con el slasher, y tampoco esconde su irónico sentido del humor (que va más allá de algún diálogo ingenioso o gracioso o alguna escena en donde el tono adquiera cierta comicidad o ligereza -esto último no sucede-; antes al contrario, este humor se aplica directamente en la narración, por ejemplo, en la escena cuando el protagonista persigue a un tirador vestido con una sobresaliente chaqueta amarillo chillón que escapa mezclándose entre los asistentes de una reunión de ex-pugilistas que visten... exacto, chaquetas amarillo chillón. ¿Captaron el humor?), pero es, fundamentalmente, una película de misterio. Una película de misterio que es capaz de sorprender gracias a su ilusionismo narrativo (¿existe ese término o soy yo el que lo usa, el genio que lo creó?), haciendo que veamos la solución más obvia para luego demostrarnos que la respuesta era otra y que estuvo frente a nuestras narices todo el tiempo. La verdad es que yo no lo vi venir. Sin embargo, a pesar de que durante gran parte del metraje uno esté seguro de quién puede ser el elusivo asesino, el relato nunca se torna ni cansino ni mucho menos plano o predecible, amén del guión y la puesta en escena de Argento, primero con una historia que, aparte de su paciente y certera ejecución argumental (la aparición de pistas, la interacción entre personajes, las conjeturas del protagonista, las amenazas de la figura negra), en esencia va explorando en la personalidad del asesino, armando el puzzle de su psicología mientras nos hace pensar que las piezas paulatinamente reunidas sólo nos mostrarán el rostro; y segundo, con una dirección tan precisa en su tratamiento del suspenso como deliciosa en su despliegue estético e intensa al momento del "terror". En resumen, una película mucho más compleja y rica en detalles de lo que aparenta a la par que deslumbrante y exquisita de ver.
Imperdible. Y claro, se nos viene más Dario Argento.
¡Ah! Ya se echaba de menos una entrada dedicada a Argento en este blog. Gran película para empezar a verlo (yo también me "inicié" con ella, jeje). Me encantó, sobre todo, esa primera escena en el museo: locación excelsa, montaje increíble, música de primera. Y en general, como bien apuntas, el relato de misterio, con ese maravilloso detalle del sonido metálico indescifrable. Ansioso me quedo por leer tus próximos descubrimientos Argentianos, sobre todo por lo irregulares (pero siempre interesantes y alucinantes) que se tornan.
ResponderBorrar¡Saludos!
¡Eh, tanto tiempo! La verdad es que esa escena es sensacional, la manera en que se ejecuta un intento de asesinato, tan "chic" pero violento a la vez.
BorrarLa película que sigue, "Il gatto a nove code", debo decir que no me gustó, a pesar de algunos rasgos interesantes y destacables, aunque ya hablaré sobre ello de manera un poco más elaborada. Me consuela un poco que, según leí por ahí, el mismo Argento no quedó muy contento con su segundo largometraje y que lo ubica dentro de sus obras menos preferidas.
Yo espero no hacerme expectativas demasiado desmedidas, pero estoy loco por llegar a ver "Suspiria".
¡Saludos!