Director: Na Hong-jin
Los suecos no lo podían creer, ¿eh? En realidad lo tiraron todo por la borda, sobre todo con esa innecesaria falta al borde del área grande. Algunos podrían aprender de la fuerza de voluntad, personalidad y amor por la camiseta que mostraron los alemanes. Derrota con sabor a eliminación para los suecos, aunque en ese grupo podría pasar cualquier cosa. ¿Qué pasa si Alemania, México y Suecia quedan con seis puntos jugados los tres partidos? Por goles ninguno se aleja. Y en dicho caso, ¿cómo se deciden el primer y segundo lugar, si es que se aplica eso de que, en caso de igualar puntos, tiene preferencia quien haya triunfado sobre el otro? Porque México le ganó a Alemania, estos le ganaron a Suecia, y los suecos, en este hipotético escenario, le ganaron a México. Está para hacer un gran y sonoro Hhhhhhmmmmmmmm. Este emocionante y entretenido mundial no está para hacer pronósticos. Y que bueno que lo estoy disfrutando sin tener que morirme de nervios.
"The Chaser" es el título en inglés de la opera prima de Na Hong-jin, impresionante y tremebundo thriller sobre un expolicía devenido en vulgar proxeneta, un asesino en serie "especializado" en prostitutas y la infartante y asfixiante cacería que comienza luego que una de las chicas del expolicía desapareciera a manos de este misterioso lunático, quien será perseguido incansablemente por el proxeneta y por policías.
"The Chaser" es una película que te deja sin palabras. Es sórdida, es brutal, es terrorífica. Esta pesadillesca y demoníaca cacería es un desgarrador y desesperanzador descenso a los infiernos, al horror más encarnizado, a la maldad pura e inexplicable, a la luz ahogada y abatida, en donde su continuo y constante pesimismo es la cruda y grotesca expresión de una humanidad cuyos valores y sueños han sido consumidos por la monstruosa oscuridad total; el fiel reflejo de la apatía, del egoísmo, de la amoralidad reinante, de la podredumbre del hombre, de la mugre de la sociedad, de la ceguera de las instituciones (hasta podría perfilarse una incisiva y punzante crítica social). El expolicía motivado únicamente por el dinero, por la idea de que sus "bienes" (las prostitutas, las mujeres, reducidas a mercancía, deshumanizadas y cosificadas) han sido robados por otros proxenetas. El asesino, cuyas razones o motivaciones nunca son esclarecidas (nada se esclarece, todo es oscuridad), salvo la sugerida misoginia producida por su impotencia sexual, pero en cualquier caso vacío de humanidad. Y todos los personajes, zamarreados y humillados durante las dos horas de metraje, escupidos por el destino y maltratados por la propia y colectiva hipocresía, mediocridad, ineficacia, tozudez, ruindad, vileza, venalidad. Personajes que, recién perdido todo, encuentran eso llamado "sentido", aunque, siendo aparentemente demasiado tarde, aparentemente ya no guarde mucho significado. Y el espectador, sometido a los crueles e irónicos (pero jamás rimbombantes ni estrafalarios) giros de este irrespirable thriller en donde nada puede salir bien porque todo parece condenadamente predestinado, en donde las pocas ilusiones de esperanza son machacadas por un director que dirige con la demoledora y contundente fuerza de sus tenebrosas y feroces imágenes; con dolorosa y arrebatada y rotunda precisión formal-narrativa; y con un magistral dominio de la tensión, del ritmo y del espacio-tiempo. En resumidas cuentas, un thriller magníficamente narrado y dirigido, pero también dotado de un hondo y triste, amargo pozo de reflexiones sobre la humanidad y la moralidad del hombre. Y de su existencia. Porque, después del infierno, ¿qué podría motivarlo a uno a seguir?
Un verdadero mazazo. Una de las mejores películas coreanas del último tiempo. Y me van a perdonar la audacia (la acabo de ver recién): una auténtica obra maestra.
No se la pierdan, por favor.
No se la pierdan, por favor.
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