El salvavidas - 2011

Directora: Maite Alberdi

Documental de sesenta minutos en el que Maite Alberdi ya sienta las bases de lo que es SU forma de hacer documental, esto es, un cuidadoso y riguroso estudio de un pedazo de realidad (un lugar, sus personajes) que posteriormente permite un ágil y fluido manejo a nivel narrativo y dramático, tan ágil y tan fluido, casi invisible, que algunos (me consta: los he escuchado) llegan a dudar de que "El salvavidas" sea un documental, o, en su defecto, que es un documental artificial, ensayado, manipulado, pauteado. Da la impresión que la historia contada transcurre en unos cuantos días, a lo más a lo largo de una concurrida semana en alguna playa de El Tabo, pero estamos hablando de un registro de meses y de una investigación previa aún mayor. "El salvavidas" se centra en Mauricio, un salvavidas bastante peculiar, no sólo por su férrea disciplina y seriedad al momento de llevar a cabo su trabajo, sino que también por su filosofía: el mejor salvavidas no es quien más veces se mete al agua; al contrario, el que menos tenga que rescatar a algún despistado es el mejor, puesto que la prevención supera al rescate, aunque éstos sean más espectaculares. El trabajo de este salvavidas no será sencillo pues en la playa confluye toda una variada y variopinta fauna de personajes, un verdadero espejo de la sociedad chilena, retrato que tiene tanto de humor como de seriedad y gravedad (ahí están las señoras que continuamente hablan de los episodios de violencia que sufren a manos de sus borrachos maridos), que no están muy interesados en acatar reglas cuando se suponen que están vacacionando y relajándose. También hay otro salvavidas que es su franco antagonista: además de ser desordenado e indisciplinado (llega tarde al trabajo, deja que otras personas tomen su lugar para disfrazar sus ausencias, etc.), piensa que el mejor salvavidas es, justamente, aquel que más personas rescata del mar, cuando se están ahogando; que el salvavidas que no se mete al agua no es un verdadero salvavidas.
Así las cosas, "El salvavidas" es un documental cuya puesta en escena y narración se asemejan bastante a lo que podríamos considerar ficción: tenemos personajes principales con sus conflictos dramáticos, arcos argumentales, leitmotivs visuales, personalidades que se desarrollan a lo largo del relato; personajes secundarios que complementan el desarrollo del conflicto central (ahí está el niño que primero se hace discípulo del Bob Marley pero que, al verlo no meterse al agua cuando alguien se está ahogando, prefiere aprender del otro salvavidas que sí se adentra en el mar), y todo un uso del lenguaje cinematográfico que demuestran la punzante e irónica mirada de Maite Alberdi, cuya percepción y observación es tan aguda y precisa que el documental prácticamente "se cuenta solo" (esa impresión da). Esta forma de hacer documental la irá depurando y perfeccionando hasta consolidarse con "Los niños", su mejor película a la fecha y de lo mejor que se ha estrenado en este país durante la presente década. Seguiremos atentos con sus próximos trabajos.
"El salvavidas" es la historia de un peculiar personaje y a la vez es un certero cuadro de costumbres. Es una constante: las películas de Alberdi son mucho más complejas y profundas de lo que parecen. Son geniales historias, geniales documentos y sensacionales ventanas a realidades mínimas pero enormemente representativas.