Director: John Dahl
Otro John más que agregamos a la masa de etiquetas de abajo, y me pregunto quién va ganando, si los Davids o los Johns. Creo que he comentado más películas de directores llamados John que llamados David, pero no es que sea una competencia formal. Christopher también es un nombre común, y ya ni hablar de los Alexanders, aunque siempre hay variaciones, sobre todo si provienen de Rusia, Ucrania y esos países. ¡Y los Michaels, por supuesto! En fin... John Dahl es un director que no dirige en cine hace años, pues se pasó a la televisión, por ejemplo "Dexter", si debo mencionar una que recuerdo ahora mismo. Al respecto, me sorprendí la primera vez que vi su nombre en aquel serial protagonizado por Michael C. Hall, pero es que Dahl tampoco fue alguien de muchos éxitos, y la única cinta suya que había visto hasta entonces, "Red Rock West", no me pareció la gran cosa aunque su gracia tenía. El otro día pensé en él, me puse a revisar su filmografía y encontré que tiene tres primeros títulos neo-noir, así que me intereso por esta opera prima titulada "Kill me again", protagonizada por la ex-esposa de Val Kilmer, el mismo Val Kilmer, y el buen Michael Madsen, que utiliza las mismas tres expresiones de siempre, si bien el tipo nos cae bien. Mmm... sí, mejor demos el salto de inmediato...
Michael Madsen y la ex de Val Kilmer son una pareja de criminales de poca monta que roba dinero a gente mala y poderosa y comienza a huir, solo que la dama es codiciosa y Madsen no lo es, pequeñas diferencias que los llevan a un conflicto mayor en donde también interviene Val Kilmer, que es un detective privado en bancarrota y con un pasado que lo atormenta. La sangre correrá.
Tarantino dijo que "Drive" es un buen intento. No estoy de acuerdo, pero lo importante del dato es la expresión utilizada, la que me permito robar (o mejor dicho, homenajear) para describir lo que es "Kill me again": un buen intento, estimable y pasable, pero de discretos resultados. En "Ciudad de cristal", la primera parte de la Trilogía de New York de Paul Auster, el protagonista, un escritor anónimo de novelas negras, dice que es particularmente exigente con "novelas serias" o que no tengan relación con tramas criminales y cercanas al noir, mientras que, por el contrario, cualquier relato de detectives y ladrones y mujeres fatales, por más malo que fuera, le va a gustar igual. Debe ser el encanto de las sombras que producen las persianas, los autos polvorientos, los sucios casinos o la ingente cantidad de veces que pistolas y billetes aparecen en pantalla. "Kill me again" no es una gran película ni tampoco una que destaque en su categoría, ya saben, esa de traiciones y robos y renacuajos enfrentados con grandes tiburones. Sin embargo, supongo que transmite ese invaluable cariño (decir amor no me parece apropiado ahora) por este tipo de relatos, que a pesar de sus innegables fallos, de todas formas atrae y te mantiene interesado de principio a fin, y no porque esté muy bien escrita y ejecutada precisamente. Para empezar, especialmente a partir de la segunda mitad, las incongruencias narrativas se suceden sin mayor cuidado, y es que de un momento a otro lo que importa ya no es tanto la trama del film como, digamos, la "fórmula" que debe seguir: ¿debe pasar tal suceso? ¡Qué demonios! Hagamos que suceda, al diablo la verosimilitud. Aún así, los supuestos giros y cambios de lealtades brillan por lo ilógico e impostado de los mismos. Por lo demás, la dirección de Dahl, por mucho que se le noten las buenas intenciones en cada fotograma, tampoco destaca por su buena mano y mirada; si bien hay escenas bien rodadas y una atmósfera relativamente sostenida a lo largo del metraje, finalmente lo que falta es atrevimiento y verdadero conocimiento de causa, dominio de género. O quizás una dimensión ligeramente humana, algo que realmente esté en juego: los personajes no dejan de ser unos envases llenos de aire y poco más: quiero mi dinero, quiero mi chica, quiero esto... Entre tantas causalidades se necesita un poco de contenido, y no lo digo en un sentido intelectual como de relato, que tiene hechos por montones pero poco y nada de sustento. Al final todo se olvida, la cosa no es memorable. Podríamos decir que "Kill me again" es un thriller mecánico, le falta mucho noir. Como sea, si tienen debilidad por esta clase de historias, el visionado tampoco será un gran desperdicio ni una tremenda decepción, aunque es cierto que el resultado final pudo haber sido mejor. En cualquier caso, no diría que estamos ante un bodrio, sino ante una cinta desaprovechada pero más o menos solvente. Juzguen ustedes.
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