Director: Rainer Werner Fassbinder
"El amor es más frío que la muerte" es el título de la opera prima del gran Rainer Werner Fassbinder, dedicada a Claude Chabrol, Eric Rohmer, Jean-Marie Straub y Lino et Cuncho (que me imagino deben ser dos personas). Acá no hemos comentado mucho de 1969, pero si buscan bien verán que es el año de excelentes películas y no pocas operas primas... ¿qué andaba pasando por ahí? Tres años después de sus dos excelentes cortometrajes, Fassbinder sigue potenciando las grandes cualidades demostradas así como también comienza a perfilar su característico sello como autor, al menos de sus primeros años, antes de que descubriera el cine de Douglas Sirk, el cual lo marcó profundamente y le hizo ver, tal como el mismo Fassbiner señala, el cine de otra manera. Pero mejor no nos adelantemos tanto, miren que hay bastante que decir al respecto de "Liebe ist kälter als der tod".
Franz, interpretado por Fassbinder, es un criminal de poca monta que se encuentra secuestrado por una organización llamada El Sindicato, la cual deja libre a los sujetos sólo si éstos aceptan trabajar para ellos. Un día llega Bruno, un bello joven que cautiva por completo al duro Franz, hecho que lo hará cambiar de parecer sobre algunas de sus actitudes...
El cine de Fassbinder expresa muchas cosas, y su opera prima, mediante un crudo blanco y negro, desnuda y expone con contundencia el dolor, la miseria y la desesperación de un hombre (Franz, una suerte de alter ego del director) y de la sociedad alemana de post-guerra. El director alemán, sin ir más lejos, nació el año 1945, no mucho después de la rendición alemana y pocos meses antes de que la Segunda Guerra Mundial oficialmente acabara. Su infancia y adolescencia, entre edificios destruidos por los bombardeos y desamparada gente sin hogar ni amigos ni futuro, estuvieron profundamente influidas por esa sensación de desarraigo y vergüenza que flotaba en el aire, que lo hacía tan espeso. Siendo hijo único de padres descuidados, por no decir desinteresados, Fassbinder encontraba consuelo en las prostitutas que llegaban al consultorio de su padre (un doctor, claro) para examinarse y en parientes o amigos que se quedaban en la casa paterna por no tener un techo ellos mismos. En general tímido, se la pasaba en el cine o caminando por ahí, buscando compañía, especialmente luego del divorcio de sus padres. Ya de adolescente, comenzó a prostituirse entre los obreros inmigrantes que se alojaban en improvisadas habitaciones que su padre levantaba con tal de obtener algo más de dinero. Demás está decir que su relación con modelos y convenciones sociales era conflictiva, evitando a toda costa la obediencia de reglas y modelos coercitivos, y que la conformación de su personalidad siempre se originaba en actitudes confrontacionales y provocativas. Su cine no es la excepción (amén).
"Liebe ist kälter als der tod", con una imagen mucho más pausada y apesadumbrada o resignada que la vista en los más agresivos y satíricos cortometrajes hechos unos años antes, pero con una precisión y contundencia estético-narrativa mayor y más brutal si cabe, es fundamentalmente un filme de perdedores y miserables abandonados a su suerte en un escenario siempre hostil y violento, de postales nocturnas e inhóspitas y vacías, en donde el amor es una mera ilusión que no puede sobreponerse a la frialdad y soledad imperantes. Llena de criminales de poca monta, prostitutas e inmigrantes, la "escoria" de la sociedad, Fassbinder intenta encontrar la vida y la emoción en aquellos olvidados, desechados, inevitables víctimas de la podredumbre moral y social que los gobierna a todos. Es un Fassbinder furioso, incluso más que en sus cortometrajes, pero expresado con más tristeza y dolor, mediante una atmósfera más fría y áspera, en vez de la extravagante provocación de, por ejemplo, "Das klaine chaos", en donde el joven director escupe sin asco a la autocensura que cual máscara intenta esconder la vergüenza acontecida años atrás que se pretende olvidar ("¿te gusta el führer?", alcanzamos a escuchar). (Olvidé escribirlo ayer, razón por la cual lo escribo ahora, jojo). Ahora "simplemente" pone la cámara en la calle, en la noche, en los sindicatos, en la gente "sobrante" que de una u otra forma recuerda el porqué la sociedad se encuentra de esa manera, sin mencionar a los "correctos" que igualmente tienen cosas que esconder. La sociedad subyacente, la subsociedad (¿?), el desorden que sin mayor lógica mueve los hilos de esa "escoria" cuyo destino ya está determinado. Y sobre la trama propiamente tal, con estos tres personajes (Fassbinder, su novia y el angelical Bruno) sumidos en atracos y asesinatos gangsteriles y libertinaje, podemos extraer dos cosas: el ansia de afecto por parte de Fassbinder, cuya impronta de tipo duro esconde una profunda soledad y desesperación; y el desprecio del director al orden establecido y su asfixiante moral, ambas pulsiones (amor y desprecio) que lo impulsan a vivir en permanente transgresión y conflicto tanto con instituciones oficiales como ilícitas; el personaje de Fassbinder no hace caso ni al Sindicato ni a los buenos modales, aunque su enamoramiento para con Bruno cambia las cosas... De hecho, Franz/Fassbinder le dice a sus empleadores/captores: "quiero ser libre".
Y si a lo anterior le agregamos la tremenda sensibilidad cinematográfica del director (que además de dedicarle el presente filme a los mentados directores, también hace que algunos personajes lleven sus apellidos: Bruno Straub, ¿Erika? Rohmer...), que a pesar de las referencias al cine negro estadounidense y cineastas alemanes y franceses, siempre encuentra su propia y poderosa voz. Pero no crean que van a encontrar una película, digamos, "entretenida". Sabemos que el buen cine no es "entretenido" y nada más; de hecho el cine de Fassbinder no sería tal si fuera solamente "entretenido"... pero mejor dejemos de lado esas banales discusiones: lo cierto es que Fassbider es un puto genio, y, sin que "Liebe ist kälter als der tod" sea una obra maestra, sí que es una tremenda muestra de cine... imperfecto (¿cuál es el "cine perfecto", gente?), pero CINE al fin y al cabo. Imperdible.
"Liebe ist kälter als der tod", con una imagen mucho más pausada y apesadumbrada o resignada que la vista en los más agresivos y satíricos cortometrajes hechos unos años antes, pero con una precisión y contundencia estético-narrativa mayor y más brutal si cabe, es fundamentalmente un filme de perdedores y miserables abandonados a su suerte en un escenario siempre hostil y violento, de postales nocturnas e inhóspitas y vacías, en donde el amor es una mera ilusión que no puede sobreponerse a la frialdad y soledad imperantes. Llena de criminales de poca monta, prostitutas e inmigrantes, la "escoria" de la sociedad, Fassbinder intenta encontrar la vida y la emoción en aquellos olvidados, desechados, inevitables víctimas de la podredumbre moral y social que los gobierna a todos. Es un Fassbinder furioso, incluso más que en sus cortometrajes, pero expresado con más tristeza y dolor, mediante una atmósfera más fría y áspera, en vez de la extravagante provocación de, por ejemplo, "Das klaine chaos", en donde el joven director escupe sin asco a la autocensura que cual máscara intenta esconder la vergüenza acontecida años atrás que se pretende olvidar ("¿te gusta el führer?", alcanzamos a escuchar). (Olvidé escribirlo ayer, razón por la cual lo escribo ahora, jojo). Ahora "simplemente" pone la cámara en la calle, en la noche, en los sindicatos, en la gente "sobrante" que de una u otra forma recuerda el porqué la sociedad se encuentra de esa manera, sin mencionar a los "correctos" que igualmente tienen cosas que esconder. La sociedad subyacente, la subsociedad (¿?), el desorden que sin mayor lógica mueve los hilos de esa "escoria" cuyo destino ya está determinado. Y sobre la trama propiamente tal, con estos tres personajes (Fassbinder, su novia y el angelical Bruno) sumidos en atracos y asesinatos gangsteriles y libertinaje, podemos extraer dos cosas: el ansia de afecto por parte de Fassbinder, cuya impronta de tipo duro esconde una profunda soledad y desesperación; y el desprecio del director al orden establecido y su asfixiante moral, ambas pulsiones (amor y desprecio) que lo impulsan a vivir en permanente transgresión y conflicto tanto con instituciones oficiales como ilícitas; el personaje de Fassbinder no hace caso ni al Sindicato ni a los buenos modales, aunque su enamoramiento para con Bruno cambia las cosas... De hecho, Franz/Fassbinder le dice a sus empleadores/captores: "quiero ser libre".
Y si a lo anterior le agregamos la tremenda sensibilidad cinematográfica del director (que además de dedicarle el presente filme a los mentados directores, también hace que algunos personajes lleven sus apellidos: Bruno Straub, ¿Erika? Rohmer...), que a pesar de las referencias al cine negro estadounidense y cineastas alemanes y franceses, siempre encuentra su propia y poderosa voz. Pero no crean que van a encontrar una película, digamos, "entretenida". Sabemos que el buen cine no es "entretenido" y nada más; de hecho el cine de Fassbinder no sería tal si fuera solamente "entretenido"... pero mejor dejemos de lado esas banales discusiones: lo cierto es que Fassbider es un puto genio, y, sin que "Liebe ist kälter als der tod" sea una obra maestra, sí que es una tremenda muestra de cine... imperfecto (¿cuál es el "cine perfecto", gente?), pero CINE al fin y al cabo. Imperdible.
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