sábado, 2 de enero de 2016

Tight Spot - 1955


Director: Phil Karlson

  Visitando la caja de comentarios (lugar que no visito mucho que digamos, aunque me alegra hacerlo cuando recibe visitas que no provienen de mi persona) me doy cuenta de que mis entradas se pueden twittear (o como se escriba) mediante un lindo botón que no recuerdo haber habilitado ni nada similar, lo que me hace sospechar de quién tiene control de este pequeño rincón de la surface web. En cualquier caso, acá otra película de Phil Karlson, interesante director cuya filmografía está poblada de atractivos títulos que, me consta, no tienen miedo en arriesgarse aunque sea en los aspectos más mínimos e imperceptibles. No es el caso de "Tight Spot", que a pesar de un notable arranque acaba diluido en decisiones que, bajo mi punto de vista, son bastante pobres y erróneas, y que progresivamente anulan las prometedoras posibilidades iniciales del relato. Como sea, todo esto debe venir después del salto, así que ahí nos vemos...


  Edward G. Robinson es un fiscal que intenta mandar a prisión de una vez por todas a un infame criminal que ha estado matando y contaminando durante 25 años, lástima que cada testigo que podría ponerlo tras las rejas acaba muerto por alguna fuerza sobrenatural que juega a favor del malhechor. La última chance que el fiscal tiene es una rea que no tiene la más mínima intención de testificar. El buen Robinson tendrá que convencerla y protegerla, pues de por sí la dama luce como una amenaza para los malos.


 "Tight Spot" termina siendo una película ni fu ni fa, es decir, nada memorable ni impactante pero tampoco nada desdeñable; simplemente predomina la indiferencia, independiente de si entre medio una que otra escena te ponga nervioso o te conmueva un poquito. Sin ser una mala apuesta, pienso que Karlson desdibuja el relato y dirige el mismo hacia terrenos que no aprovechan la aparentemente original premisa argumental y narrativa. En un inicio la película parecía configurarse como una cacería dramáticamente acentuada por la invisibilidad del enemigo, siempre al acecho pero sin materializar su poder e influencias más allá de la inquietud reflejada en el rostro de los protagonistas, algo que pudo haber jugado mucho a favor (como ya lo hacía Ford en "The last patrol"); por lo demás, hay largos minutos en que no sabemos nada de nada y cada personaje y cada acción esconden mucho más de lo que dicen, generando una auténtica sensación de intranquilidad, pues no sabemos si estamos seguros o si caminamos directamente al precipicio. Karlson suele tratar muy bien la ambigüedad (sobre la moral, la realidad, la percepción, etc.) y la sugestión del desconocimiento factual. Más que motor narrativo, la sombra en ciernes de la fuerza criminal se reduce a un mero instrumento argumental que pierde su fuerza dramática mucho antes de que haya cumplido su única función, que es cuando se banaliza su presencia y se dan a conocer los rostros que buscan eliminar a la posible testigo. Este movimiento es consciente, en todo caso, y busca convertir la cacería en una discusión dialéctica sazonada con unos cuantos toques de violencia y disparos, sí, pero centrada casi exclusivamente en la oratoria de los personajes, en porqué se debe pensar en pos de la población, en porqué se debe hacer lo correcto, etc., por lo que la violencia en sí se muestra sosa y sin poder real (porque es un movimiento forzado en vez de un elemento integral del relato).
  Así, el relato será un cúmulo de conversaciones y hechos de violencia que van a apoyar o desmontar posiciones morales y decisiones, en donde lo más importante, incluso si es que la dama logra sobrevivir y subirse al estrado, es si la dama acepta testificar o no (y porqué). Esto de por sí no es malo, pero la discusión que se genera no está del todo a la altura de la ambición de la premisa (el imprescindible Robinson está a la altura: tiene las mejores líneas, sin duda, y esto se debe también a su excelente labor), y más encima al rato se decantan por un previsible romance que no da mucho de sí (y que se reduce a un rocambolesco jueguito argumental, por lo que la discusión se debilita aún más). En realidad "Tight Spot" es la estancia de una posible testigo en un hotel rodeado de criminales que protegen a su jefe y de policías que protegen una causa, estancia en que la dama se enamorará y descubrirá de qué está hecha. El problema es que la película carece de la fuerza, dureza, y el atrevimiento acostumbrados de Karlson, y su guión no brilla por su construcción argumental y sustancial. O es un drama introspectivo o es un conflicto entre policías y ladrones, pero no puede ser ambos (y Karlson ni siquiera se decide: culpo al guión) pues se entorpecen entre sí al promover distintos tipos de relato. Es una lástima que se hayan desaprovechado dos premisas interesantes: primero, la cacería, que pudo haber sido una brutal guerra sin cuartel pero que acaba reducida a mera excusa; luego, el drama introspectivo combinado con la discusión dialéctica que se convierte en un romance de segunda categoría. Karlson lo hizo mejor en "Kansas City Confidential", en donde sucede algo similar: luego de una movida primera parte, la narración se pausa y se centra en las tensiones entre cuatro personajes. Pienso que combinando lo mejor de la ya citada con "Scandal Sheet" habríamos tenido una excelente "Tight Spot", pero ya no vale la pena llorar sobre la leche derramada, así que mejor nos vamos. Antes de irnos, de todas formas hay que destacar la habilidad visual de Karlson y la sencilla manera en que crea atmósferas (en la presente película algo fugaces pero no por ello menos efectivas), nada más imaginen cómo se desenvuelven algunas capturas esparcidas entre texto y texto.
  Quizás no sea tan mediocre o insuficiente, pero yo he quedado insatisfecho y disconforme porque Karlson ha demostrado de lo que es capaz.

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