Salvador Allende - 2004

Director: Patricio Guzmán

He de confesar que me gustan más los documentales de Patricio Guzmán más "directos", registrando en el instante mismo de los acontecimientos del acontecer nacional, con esa cámara viva y vibrante, captando la agitación del momento, esa atmósfera caldeada de sentimientos encontrados e incertidumbres, como se ve en "La batalla de Chile" y "En nombre de Dios". También he estado pensando que, si bien aún me faltan títulos suyos por ver, la importancia de la filmografía de Patricio Guzmán radica más por su carácter de documento histórico que por sus hallazgos o formas estrictamente cinematográficas, aunque, como hemos visto, Guzmán demuestra varias veces buen gusto y buen ojo. Dicho esto, que queda así como al aire, hablemos de "Salvador Allende", que, como han de imaginar, es tanto una semblanza personal y biográfica de Allende, así como un repaso o revisión histórica de todo aquel período tan terrible, una suerte de homenaje a partir de su memoria o de su fantasma, en cualquier caso de ese espacio que dejó, tan lleno de preguntas sin responder porque el destino de Allende, se sabe, también fue y en cierta forma es el destino de este país, un laberinto innecesariamente brumoso y enredado por aquellos que se sienten más cómodos en la mentira y la desmemoria. A través de entrevistas y diversos documentos de archivo (grabaciones, fotografías, documentos u objetos), varias personas van reconstruyendo la persona de Allende, desde su infancia hasta su ingreso en la vida política, desde su persona íntima hasta la persona política (¿era marxista, comunista, socialista, leninista, estalinista?), con sus definiciones, pensamiento y filosofía de vida, desde sus primeras campañas hasta su triunfo como presidente, y el boicot, el golpe, el bombardeo, el suicidio, lo que vino después, el saqueo a su casa por parte de vecinos y militares, la supresión de su figura que llegó al extremo de robar o esconder registros familiares (álbumes de fotos, por ejemplo), etc. La parte política y, sobre todo, el período de la campaña presidencial y lo que pudo cumplir de su presidencia consiste mayormente de registros ya vistos en "La batalla de Chile", más o menos siguiendo incluso la misma estructura, pero resumida y centrada en su figura, en cómo él vivió todo ese período, con los necesarios y pertinentes agregados de los entrevistados que lo acompañaron en esos tiempos, diciendo lo que Allende decía o pensaba o sentía. También se agrega algo que en ese entonces se sabía pero no podía probarse en concreto: la intervención gringa, en palabras del embajador estadounidense en el país, que relata pormenorizadamente cómo se planeó y ejecutó el golpe de Estado, de lo cual no muestra el menor arrepentimiento y hasta le parece justificable, diciendo que Allende "se lo buscó", puesto que el socialismo pacífico que él planteaba no era posible (y siempre es imposible algo si tienes cerdos fascistas intentando desestabilizarte, ¿no?). En fin, se muestra cómo un país próspero (el primer año de Allende, cumpliendo su programa de nacionalización de las industrias, iba sobre ruedas) es empobrecido y maltratado por, literalmente, unos pocos. "Salvador Allende" tiene también de "La memoria obstinada", desde luego, al comprobar cómo aún a día de hoy (del hoy-hoy y del hoy-del-documental) la gente común y corriente se enfrenta a la figura de Allende y del Golpe, como algo de lo que es mejor no hablar ni pensar ni recordar, un tema tabú, algo de lo que rehuir como la peste o la lepra (como buenos cristianos, ¿no?).

Un buen y correcto documental, eminentemente informativo, aunque con interesantes y a veces bellas reflexiones tanto de entrevistados como del mismo Guzmán, cuando se inclina un poquito más por el cine-ensayo. Pero, como ya se ha dicho, "Salvador Allende" es un documental propicio para saciar intereses históricos.