viernes, 18 de septiembre de 2015

Malta con huevo - 2007


Director: Cristóbal Valderrama

  A este blog le falta cine chileno, y como a veces me dan ciertos arrebatos, hoy podría ser el comienzo, si es que la disciplina me acompaña, de una ola de películas chilenas, para ver si el cine que se ha hecho en este país en este milenio es realmente auspicioso más allá de un par de buenos nombres. "Malta con huevo" es la opera prima de Cristóbal Valderrama, que recién este año está presto a estrenar su segundo largometraje, "El nombre", hecho a base de fotografías, al más puro estilo "La Jetée" (aunque sin la maravillosa poesía visual de Chris Marker, me imagino, y no es algo malo en todo caso, la exploración de mecanismos narrativos, sobre todo en este puto y autocomplaciente país). "Malta con huevo" la vi hace años ya, quizás demasiados, y desde entonces he tenido la intención de repetirme el plato, ya sea porque era necesario que este blog tuviera una película tan buena como ésta así como porque es bueno saber que hay cineastas que saben hacer comedia de verdad, no como esas basuras de mierda de los Ballida o Nicolás López, sujetos que a veces son defendidos por intentar hacer comedia en un país que, según los defensores (también llamados idiotas), carece de comedia (me parece que no han visto muchas películas chilenas...), aunque ese es otro debate que tocaré brevemente en las líneas posteriores. Pero primero, hablemos de "Malta con huevo", qué mejor que en un 18 de septiembre...


  Vladimir es un fracasado, un imbécil, un mujeriego, un aprovechador, un patán, un pastel. Es también un escultor, pero no le va nada bien, y por eso lo han echado del departamento que arrendaba. Para su suerte, justo se encuentra con su viejo amigo Jorge, a quien le propone que vivan juntos. El amigo acepta y se van a vivir juntos, pero lo que debía ser el refrescante comienzo de una nueva vida termina siendo una delirante desventura sobrenatural.



  Lo peor de la película es la dirección de actores, realmente lo peor. Diego Muñoz, Nicolás Saavedra y Javiera Díaz De Valdés (que es una preciosidad, acá su instagram) lo hacen muy mal, de manera muy exagerada y con poco tino, de verdad parece que están acostumbrados a las telenovelas en vez del cine: hablan de manera poco natural, las emociones se expresan de manera poco natural..., a fin de cuentas, se nota que se esfuerzan demasiado y que no dejan que sus personajes se expresen por sí mismos; simplemente los ahogan y el resultado es una sobreactuada pantomima. Eso sí, al rato uno se acostumbra, más o menos (no todo es malo: Manuela Martelli como Fedora sí que se luce y destaca por sobre el resto... no es que lo tuviera difícil)... Lo que falta de valor interpretativo se suple con sentido del humor y entrega, y el tono ligero y desenfadado, casi rebosante de alegría por estar haciendo una película así, es lo que exuda el fotograma, otorgando fuerza (o resistencia) narrativa a los demás elementos. Porque más que una película de personajes, estamos ante una refrescante y divertida desventura que juega con estimable habilidad con multitud de géneros y mecanismos. Hasta llega a ser una comedia inteligente si consideramos la media chilena del género, acostumbrado a ser sólo comedia, entendiendo por comedia chistes malos y de dudoso gusto o asidero intelectual, y no una elaboración concienzuda del relato o lo complejo/gracioso de ser humano, algo que Valderrama demuestra a la perfección (casi únicamente por lo primero). ¿Qué es "Malta con huevo"? Es una comedia surreal, alucinante, delirante, ingeniosa, hilarante, memorable, refrescante..., que mezcla en una coherente entidad la ciencia ficción, el horror/terror, el relato negro y los líos románticos de siempre, todo en clave comedia negra. Admito que la película me gusta más cuando es más irracional que racional, no sólo por lo atractivo de la locura desplegada sino que porque el director nos lanza en un oscuro pozo donde todo es desconcierto e invitación a seguir descubriendo cosas (en determinado momento se hilan, en quince minutos, variopintas secuencias con variopintos personajes, cada cual más misterioso que el anterior en tanto motivaciones y justificación, que te dejan descolocado a más no poder), pero como conjunto me parece una propuesta atrevida y que merece todo el respeto posible, no sólo por lanzarse al vacío dentro del hipócrita panorama cinematográfico chilensis, también porque se trata con respeto al espectador, algo que los "cineastas" de comedia en Chile no toman en cuenta; pero, principalmente, porque se nota que Valderrama adora lo que está haciendo y lo hace lo mejor que puede para que todos disfrutemos juntos, como amigos y como colegas. "Malta con huevo" es una gozada, es amor al cine... Quizás no sea gran cine ni una obra maestra, desde luego que no, pero se nota el amor y la pasión como principal motivación, y eso se agradece un montón. Si la quieren ver la encontrarán, entera, en Cinépata.com o en YouTube poniendo su nombre en el buscador. Que la disfruten...

  Ahora bien, con respecto a cierto debate... El otro día vi un post en un blog de una conocida periodista que, entre otras cosas, admite que no ve mucho cine y que no sabe de lo que habla en términos cinematográficos, lo que me parece muy válido y que, en cierta forma, no tiene mucho que ver con el quid del debate. Su post trataba sobre la injusticia con que se trata a cineastas chilenos que se alejan de los cánones narrativos acostumbrados, haciendo películas de terror o comedia o acción en vez de las típicas sobre dramas de la dictadura o qué sé yo, que según la dama son necesarios pero no a costa de todo el panorama. Su enojo surge a raíz de que en un supermercado ella viera a Jorge Olguín, director de "Caleuche" y "Ángel malo", entre otras vapuleadas cintas suyas, y que no fuera reconocido por nadie, algo que apenó a la dama. No obstante, esa no es la cuestión; el verdadero problema fue que puso en twitter lo acontecido y los comentarios fueron, más o menos, "se lo merece, por hacer películas malas". Ahí la dama enfureció y comenzó a defender al citado Olguín, de paso metiendo al saco a sujetos como Nicolás López (al que odia pero defiende bajo una lógica que me permite incluir a Badilla al infame grupito), dejando de lado el hecho de si sus "películas" son buenas o malas para centrarse en que hay que respetarlos por "arriesgarse" a hacer cosas distintas, como comedia o terror, que al parecer es lo único distinto que el cine puede ofrecer, la única alternativa a la íntima reflexión social o histórica, pero sobre todo porque según la dama son los únicos que hacen esas cosas distintas dentro de nuestra "industria". A la susodicha se le olvida que hay también "películas" de comedia como las del Che Copete, la de Coco Legrand ("Locas") y tantas otras de sonrojante calidad, y parece ignorar que tenemos a Cristóbal Valderrama, que por desgracia se demoró ocho años en estrenar su siguiente obra, claro síntoma de que a la buena comedia no se le apoya. Lo importante del nombre de Valderrama es que la calidad sí cuenta, que se puede hacer comedia buena en vez de conformarse alevosamente con basuras, y que si no hay más buen cine chileno de comedia u horror es porque acá se privilegia lo comercial en vez de lo artístico, o, para que no suene presuntuoso e intimidante para estos luminarias, la calidad. Basuras como la de los Badilla, por muy cruel que parezca, triunfan en taquilla y por eso el tipo puede hacer más todos los años que quiera, dando la impresión de que es el único, pero gente con verdadera vocación como Valderrama tiene que fracasar en taquilla y sufrir para hacer otra película, siendo extraño que estrenando una de comedia no haya tenido el mismo apoyo mediático. ¿Por qué, dentro de una "industria" y un mismo género, se apoya al malo y no al bueno?, ¿por qué, luego, se defiende al malo y se olvida al bueno, arguyendo que el primero en exclusiva fue el que lo intentó? El dinero es la cuestión, y acá los billetes no están al lado del talento, y por eso los únicos "referentes" de "los géneros distintos" son basuras que hacen burdo placement en sus cintas. Yo invitaría a la periodista esa a apoyar a los talentos infravalorados de la comedia y el horror y la acción, en vez de defender a mierdas como los Badilla o los Olguín o los López, porque la industria tiene que crecer en base a calidad y no billetes. Hay mucho más que decir, pero como dije que tocaría el tema brevemente, mejor termino de una buena vez. Espero haberme dado a entender aunque sea un poquito... Hasta la próxima.


No hay comentarios. :

Publicar un comentario

Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...