Director: Paul Thomas Anderson
La semana pasada me la salté porque estaba algo ocupadito y muy concentradote con, bueno, lo que les conté hace varias semanas. Primera novedad, entonces: eso está listo. Inicié el proceso de inscripción en la Oficina de Derechos Intelectuales (o como se llame) y cuando eso esté listo, qué demonios, habrá que subirlo a Amazon y ver qué tal. Viejo qué manera de leer y corregir y todo eso, me quito un tremendo peso de encima, pero ya entraremos en detalles sobre este asunto cuando ya esté arriba y disponible para todos y todas, de momento dejémoslo ahí: está listo y se viene se viene.
Uf, novedades, vaya novedades. Partamos por cosas agradables. El Mundial de Ajedrez que se está jugando en Goa, India. Si no son seguidores de este deporte entonces pensará que les estoy hablando en chino, pero si lo son, entonces ya deben estar enterados, ¿no? ¡Vaya torneo con sorpresas! Lamentablemente se me fue mi favorito, Daniil Dubov, pero entre los ocho mejores queda Andrei Esipenko y creo que por ahí llegan mis simpatías, y ojo, no es que el resto me caiga mal ni nada similar, simplemente no provocan en mí esas ganas de desearles la victoria suprema. Es que, por decirlo así, muchos jugadores de élite quedaron en el camino, eliminados por, a priori, rivales más "débiles", sin embargo esa misma circunstancia ha hecho del torneo un evento tan emocionante e impredecible. De los ocho que quedan (y los tres primeros clasifican al Torneo de Candidatos, el cual dirime el próximo retador del Campeón en clásicas, Gukesh D., que acá quedó eliminado en tercera ronda si mal no recuerdo) me gustaría, sí, ver a Martínez Alcántara asegurarse un cupo en los tres primeros lugares, no tanto porque sea latino como para demostrarle a todos sus detractores que el compadre no es ningún tramposo ni nada similar (todo por culpa de esa desgracia humana llamada Vladimir Kramnik), sería un gran tapabocas para todos esos. En términos de nacionalidades, los uzbekos andan pisando fuerte, aunque no es de sorprender, tienen una generación sólida y mentalmente muy fuerte. Los indios, por supuesto, andan con tragedia porque sólo tienen a un representante en esta etapa, sin embargo Arjun Erigaisi puede que sea el más fuerte de los indios, el más redondo, el más completo, el con más posibilidades de alcanzar la gloria, pero no la tiene fácil porque en frente tiene a Wei Yi (único representante chino que queda), maestro de las artes oscuras ajedrecísticas. Queda un ruso, Esipenko, ya mencionado, que está enfrentando al único gringo en contienda, Sam Shankland, que de los jugadores que quedan, en mi opinión, es el que ha tenido el torneo más competitivo en lo que respecta a rivales vencidos, a saber: Ivanchuk, Vidit Gujrathi, Richard Rapport y Dubov, y ahora a Esipenko, que poca cosa no es a pesar de su juventud. En resumen, me gusta este formato en donde los jugadores están obligados a jugar dando el todo por el todo. No por nada vimos tempranamente despedirse a pesos pesados. Presten atención, van a ser días tensos y con los nervios de punta.
En otras novedades, bueno, ayer fueron las elecciones, la primera vuelta de las presidenciales. No hay mucho que comentar la verdad, va a ganar el nazi en segunda vuelta, ¿creen que pueda ocurrir el milagro? Yo no. Sorpresas varias hubo. Primero, que Jara no haya sacado más distancia, pero en cierta forma tampoco es tan sorpresivo, por desgracia el anticomunismo está demasiado arraigado en este país, y eso que son otros los que han hecho daños inhumanos a lo largo de su historia, entre ellos el candidato nazi, pero en fin, así es la propaganda. Segundo, la vieja momia de la Matthei quedó en quinto lugar, uno de los fracasos más humillantes que se han visto en el último tiempo, yo que ella me retiro de la vida pública y política para siempre, está claro que ha pasado a la irrelevancia, a menos que el nazi le regale un ministerio, ¿se la imaginan de Ministra del Interior, ella la mujer "fuerte"? Tercero, el tercer lugar de ese personaje tan intelectualmente limitado, moralmente nefasto y políticamente nulo que es Parisi. Quizás no sea sorpresa en el sentido que, por ejemplo, en las elecciones anteriores también obtuvo el tercer lugar en la primera vuelta, pero es que en esta ocasión superó a rivales que en teoría deberían haberlo vencido, por ejemplo la vieja momia y el otro imbécil de Kaiser, pero supongo que era natural que los candidatos fascistas se repartieran los votos y que, en ese insterticio, irrumpiera Parisi con su "no soy ni de derecha ni de izquierda", el tipo es tan tonto que hasta anda diciendo solapadamente que ni siquiera es de centro, ¿entonces qué conchetumadre es? Bueno, en todo caso sabemos que la gente que vota por estos "ni lo uno ni lo otro" son fachos camuflados, "apolíticos" asquerosos. Supongo que eso es todo, las lecciones son las siguientes: Parisi y Kaiser van a pelearse la presidencia en las próximas elecciones, y este país ha dejado atrás todo tipo de sensatez, solamente los fascistas y los populistas vencerán, las propuestas inteligentes ya no van a servir. No tengo esperanzas de que gane Jara, pero ¿saben qué?, intentaré ser lo más optimista posible con respecto al puto gobierno del nazi, intentaré creer que no será tan malo, que algo bueno quizás haga, lo intentaré con todas mis fuerzas. ¿Qué harían ustedes? Me acordé de una compañera de trabajo que hace un par de años ya, antes de que yo renunciara a mi antiguo trabajo, se fue a Australia. Pensé, ¿y si me voy a Australia, lejos de esta ola de fascismo ignorante? Por desgracia no guardé el contacto de esta compañera mía y cuando cerré mi instagram no se me ocurrió dejarle mi número o algo así, así como para ahora preguntarle cómo podría hacerle para irme para allá, si me ayudaría en algo o qué. Pero bueno, es lo que es. Supongo que para bien o para mal mi lugar está en este país.
En cuanto a cómo va el trabajo, estas eran las novedades originales que quería contar: al final mi local ganó el maldito concurso por la mejor hamburguesa. Primer lugar. El restaurante hermano sacó el tercer lugar. Se demoraron demasiado en decidir el ganador, quizás por eso que les conté la otra vez, lo de la cantidad de votos como factor a considerar, después de todo, repitiendo lo expuesto en ese post, mi local sacó como mil quinientos votos más que la hamburguesa mejor puntuada. ¿Es justo eso? Bueno en fin qué importa el local ganó, eso quiere decir: ¡un bono de sesenta lucrecias! Esta semana deberían pagarla, además de hacer el sorteo con las trescientas lucas. ¿Qué tal? En cuanto al ambiente, ahora ya se nos respeta más, yo he ido mejorando mis tiempos con los milkshakes, mis compañeras no tanto pero bueno, qué puedo decir, no puedo exigirle a nadie que pueda seguirme el ritmo, a fin de cuentas, créanme, soy un excelente bartender, bueno y rápido, y además atento, concentrado. La bartender con experiencia, la de verdad, con lo bien que me cae, a veces veo que saca cosas mientras a la vez manda audios y se escribe con sus contactos, ¿cómo mierda va a avanzar rápido así? Como sea, no le digo nada, lo paso bien con ella y cuando estamos los dos en barra no tenemos problemas de tiempo. Cuando está sola es otra historia, claro... En cuanto a la novata, va de mal en peor. Es increíble. Se lleva mal con la otra, le responde feo a todos, ya nadie se siente cómodo en su presencia, y sus turnos son cada vez más desastrosos, sucios, desordenados, calamitosos. Hasta el jefe de salón, el que yo decía que nos tenía mala y todo eso, ha llegado a decirnos que él nota que mientras nosotros intentamos avanzar, esta novata boicotea todo con su actitud de mierda que entorpece nuestras propuestas. Pero que él no puede hacer nada. Eso qué significa, ¿que alguien de arriba quiere mantener empleada a esta maldita novata de mierda que no sabe trabajar en equipo y que no tiene idea de lo que significa trabajar en el área del servicio? Con un o una tercera integrante profesional sería tan pero tan agradable trabajar ahí, sacar turnos con la novata es un martirio. Espero que alguien se pegue el alcachofazo y la eche de una buena vez. Pero las cosas no están tan mal a decir verdad fuera de eso, al menos ya me siento más tranquilo ahí. Dicen que en diciembre la cosa se pondrá heavy metal, además tiene que llegar el puto alcohol a la carta, pero que venga el reto, que venga el desafío, así me crie como bartender, así aprendí, así mejoré: a charchazo limpio. Igual no me malinterpreten: espero poder alcanzar la independencia real, la suficiente para dejar de ser un maldito asalariado que apenas puede disfrutar la mitad de su vida (y ni siquiera).
Ahora bien, hablemos de cine. "One Battle After Another", la súper producción de Paul Thomas Anderson con la Warner. La fui a ver en la primera semana esa del concurso, tuvo que haber sido el 17 de octubre, justo hace un mes, vaya vaya. No fui solo, fui con mi familia. A mi hermana se le ocurrió hacer un panorama familiar porque nos contó que, según su terapeuta o psicóloga o lo que sea, ella por fin pudo reconciliarse con su familia o con la idealización que tenía de su familia. En otras palabras, que aceptó que estamos todos locos. Debería mirarse en un espejo en mi opinión, pero qué le vamos a hacer, así es la gente que necesita ir a esa clase de especialistas, asisten porque juran que lo que está mal es el mundo que los rodea y no ellos mismos, ¿les conté la vez que, por error, usé un paquete de queso rallado pensando que era mío pero no, era de mi hermana, y al darse cuenta de que le faltaba se puso a llorar, pero así con cuática? En ese entonces tenía 26 años, una mujer de 26 años llorando por un paquete de queso rallado. Me trataron como si fuera un criminal de guerra, un hijo de puta violento, "que sea la última vez que haces llorar a tu hermana", como si le hubiera pegado, como si la hubiera insultado a gritos, todo por un paquete de queso rallado. Como me sentí tan repugnado por semejante trato desigual (cuántas veces no se rieron de mí en mi infancia porque me ponía a llorar, por ejemplo, si se me caía un completo o algo así, según ellos no podía llorar porque a esa edad ya era "demasiado grande", pero bueno, una mujer de 26 años puede llorar por quesos rallados), esa tarde me fui a ver "Killers of the Flower Moon", de la que nunca hablé por supuesto. Volvamos al foco. Mi hermana encontró su paz, quería celebrarlo, fuimos a ver lo último de Paul Thomas Anderson. ¿Por algo en particular? Oh no, ya saben, por la razón que se hacen las cosas ahora: porque es lo que Tik Tok y las redes te dicen que hay que hacer... Pero mal no lo pasé, a fin de cuentas la sala estaba casi vacía y, claro, estamos hablando de una película de Paul Thomas Anderson.
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