lunes, 10 de agosto de 2015

Frailty - 2002


Director: Bill Paxton

  Ayer terminó la segunda temporada de "True Detective", y sólo vengo a decir que no vale la pena comentarla. Bueno, diré otra cosa más: debido a lo intrincado de la trama (que siempre suele ser más simple de lo que se pinta al inicio) había decidido verla de nuevo a lo largo de los días, pero, e insisto en ello, debido a que el final es tan decepcionante, no haré tal cosa. Mejor olvidemos que pasó. Iba a retomar la filmografía de Ford, pero soy un sujeto generoso y cuando piden mi ayuda, pues ahí voy a hacer lo mío, incluso si la cosa me quita valiosas horas del día. Así, uno debe tomar lo que tiene a mano, y como hace un par de días veía "One false move", película en la que actúa el simpático Bill Paxton, me dije, "hey, ¿por qué no ves la opera prima de Bill Paxton?". Y acá estoy, comentando la excelente e imperdible "Frailty".


  La gente está preocupada por un asesino en serie cuyos crímenes son conocidos como "los asesinatos de la mano de dios" (nada que ver con la impresentable trampa de maradona), y una noche como cualquier otra llega un buen ciudadano a las oficinas del FBI a decirle al detective a cargo que él sabe quién es el asesino. Como el oficial se lo toma con escepticismo, el buen ciudadano le comienza a relatar su historia, íntimamente ligada a la de los famosos asesinatos.


  La fe mueve montañas, dicen. Uno nunca sabe. A veces la iluminación es tan fuerte que el bendecido termina cegado, pero oigan, uno nunca sabe. Yo no soy del tipo religioso (no vivo bajo el alero de dios y su palabra, no me guío por la iglesia y sus mandatos, etc.), pero tampoco es que le cierre las puertas a todas esas cosas, pues como digo, uno nunca sabe (además no me gusta hacerme el listo con gente que de verdad apoya sus vidas en su fe, ¿qué derecho tengo a cuestionar la forma en que viven?). En cualquier caso, basta de moralina barata, creo que es el momento de una anécdota que siempre ha estado en mi mente y que es perfecta para la ocasión: el peor colegio en el que me ha tocado estar era fuertemente religioso, haciéndonos rezar todas las mañanas, impartiendo clases de religión muchas veces a la semana, celebrando eventos y personas que nunca supe quiénes eran o por qué importaban, etc... Una de las tradiciones era "el encuentro con cristo", una especie de excursión hacia un pulmón verde de la ciudad para seguir rezando y celebrando la espiritualidad cristiana. A mí no me importaban en lo absoluto todas esas consideraciones, siempre esperaba dicha salida porque significaba que no habría clases ni tener que vestir el uniforme escolar. Un año, eso sí, la cosa no fue del todo afortunada, pues la salida de mi curso cayó en pleno invierno, y a los que le tocaba la salida antes que a nosotros (una semana antes) debieron quedarse en el colegio por las intensas lluvias. Así, salir del colegio era una remota posibilidad dado que las lluvias no paraban. Por lo tanto, en mi inocente, estúpida e incoherente desesperación, un día antes de mi salida me puse a rezar (pero a rezar en serio, arrodillado y todo...) para que dejara de llover y saliera el sol. Literalmente eso pedí: "que deje de llover y salga el sol". Me fui a la cama oyendo el fuerte repiqueteo de la lluvia contra las ventanas, el techo y los arboles. Al otro día desperté, y la intensa lluvia era una leve llovizna, apenas perceptible. En cualquier caso, estaba decepcionado. Fui al colegio, no fuimos al puto retiro espiritual, pero salió el sol un par de horas después de que no fuéramos a donde debíamos ir. Y qué sol, tan intenso como en verano; el cemento se secó de inmediato, ni rastro de agua en los arboles y pastos, tanta ropa te hacía sudar a mares. Luego no supe que pensar, si mi rezo funcionó o simplemente si todo fue fruto del azar, de algún factor que los meteorólogos pasaron por alto. Durante los días, meses y años siguientes he reflexionado en torno al asunto, y me pregunto si todo habría sido distinto de haber sido más específico en mi rezo, si hubiese dicho "que deje de llover y salga el sol, para así poder ir al 'encuentro con cristo'". Sin duda que es algo que me tiene confundido, pues no quiero ser un creyente loco e irreflexivo ni tampoco un extremista del orgullo ateo; simplemente quiero saber qué pasó... si es que se puede saber, claro. En cualquier caso, los caminos de la vida no son lo que yo esperaba son misteriosos e indescifrables, qué se puede hacer salvo seguir la corriente.
  Saco esto a colación porque el tema central de "Frailty", tanto en sustancia como en relato, es la fe. A secas; o sea, con subtítulos y todo (la fe y su veracidad; la fe y su relación con la realidad; la fe y las personas; la fe y la locura), pero la fe al fin y al cabo. La fe.
  Ahora bien, hablar sobre la estructura del relato es algo más complicado e innecesario (además es mejor evitar entrar en detalles), pero sólo me limitaré a decir que el asesino de la mano de dios es el MacGuffin que nos mete de lleno en la verdadera historia, aquella sobre cómo la fe nos puede cambiar por completo, retorcer nuestras vidas de maneras inimaginables. Porque el sujeto que llega a decirle al agente del FBI que conoce al asesino comienza a narrar su propia historia de vida, sobre su padre que de un día para otro piensa que recibe mensajes y misiones de dios, y por ende a perder la cordura, posiblemente llevándose consigo a sus hijos en dicha espiral. Y esa es la premisa, vamos. El punto es que me ha gustado un montón la historia sobre el padre religioso y sus dos hijos; pienso que es un relato muy bien construido e hilado, además de estar filmado con excelente pulso (el tempo es cautivador; la atmósfera, como de cuento de hadas) y una mirada en nada prejuiciosa, por el contrario, llena de comprensión y altura de miras. Ningún personaje es tratado con desdén, ni siquiera el padre que se vuelve loco poco a poco, quien más que desprecio genera empatía y compasión: ¿cómo es posible que un devoto padre se deje llevar por una inverosímil misión divina? Dicho relato es una excelente reflexión sobre la fe y cómo ésta mueve montañas. Eso sí, no me ha gustado demasiado el final, incluso cuando es del todo necesario y apropiado, pues en vez de cerrar puertas prefiere abrir posibilidades (no en lo específico de la trama, sino en la amplitud de la fe); probablemente me dejó con gusto a poco porque pierde algo de su magia previa, de esa ambigüedad que tanto bien le hace al tema y al relato, además de enredar un poco las cosas (no en una manera confusa para el espectador, aunque sí se nota la intención por ser un "relato perfecto", redondo; eso sí, la gran revelación me pareció notable, no es ese el detalle que me causa resquemor, sino uno que francamente es una nimiedad).
  Con todo, pienso que "Frailty" es una excelente película; llena de magia, encanto, misterio, humanidad, desolación... Sin duda que es una película especial. Además Bill Paxton está espectacular, su personaje (el padre) es tremendo, y qué decir de McConaughey. La recomiendo, sin duda.

2 comentarios :

  1. Buena película, es cierto. La vi cuando la estrenaron y la tenía completamente olvidada, así que la tengo que recuperar. Tiene un aire a lo TAKE SHELTER, de extrañeza, como si nos estuviesen contando otra cosa distinta. Me duele que Paxton no se haya prodigado más, desde que que dejó de hacer papeles chorradolescentes ha demostrado ser uno de los artistas con mejor cabeza de su generación.
    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Sin duda que "Take Shelter" es una excelente referencia, también dándole ese extraño toque de magia a la terrible realidad (rural, además). Poco he visto de Paxton, sólo un par de papeles muy buenos que siempre muestran su brutal carisma; sin duda alguna que comenzaré a ver algunas otras pelis en que salga, ya es una obligación.
      Saludos.

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