lunes, 20 de enero de 2014

Splendor - 1999


Director: Gregg Araki

  El cine de Gregg Araki es tremendamente atrayente, no necesariamente el mejor, pero en su gran mayoría siempre me ha dejado con un buen sabor de boca luego de ver sus filmes. Lamentablemente, no he visto sus dos primeros trabajos -"Three Bewildered People in the Night" y "The Long Weekend (O'Despair)-, pero sí "The Living End", su tercero y furioso filme que, aunque me dejó una sensación agridulce, al menos es un grito de furia de un director cuyas ideas no transan en sus posteriores cintas, como la "Trilogía apocalíptica adolescente". De la trilogía me quedo con "The Doom Generation" y "Nowhere", cada uno con una personalidad distinta, pero con la actitud de Araki detrás. "Totally Fucked Up" no fue más que un buen intento. Con "Smiley Face" Araki hace un hilarante y delirante filme que no me hizo parar de reír. Todavía me falta ver "Mysterious Skin" y "Kaboom", pero especulo con que ambos me van a gustar; o al menos, no dejarme indiferente.
Luego de este repaso a la carrera de Araki, queda un filme más por mencionar, y es el protagonista del post de hoy: Splendor.


  La captura que encabeza este post debe ser la gran pista que les dé una idea de la historia de Splendor. La chica, llamada Veronica, es una aspirante a actriz que quiere conocer al hombre de su vida -además de ser actriz-. Por esas cosas del destino, conoce al hombre de su vida... y también al otro hombre de su vida. El primero es Abel, un "artista torturado", y el segundo es Zed, "un primigenio Dios de la virilidad". El conflicto gira en torno a las adversidades que encuentra Veronica -o Ron o V.- para llevar a cabo su relación con ambos sujetos.


  Splendor es de aquellos filmes que comienzan siendo una cosa y termina siendo otra. No muy diferente, pero con una diferencia notoria, y lo que es peor, molesta y para mal. Y ese es el gran problema que tiene este Splendor, aunque también debo reprocharle otros más. Y para ser justos, también tiene un par de virtudes -o aciertos, a lo mucho- que resaltar. Ay Dios, por dónde empiezo.

Splendor se inicia con el plano que encabeza el post, así que desde el inicio ya sabemos que los tres involucrados están de acuerdo -aunque para ser más exactos, Zed y Abel tuvieron que aceptar su relación compartida con Veronica- en estar juntos. Encima de este plano inicial, escuchamos la voz de Veronica contando toda la historia desde el inicio, explicando cómo conoció a los dos, y más importante -y lo que no sabemos-, cómo termina la historia. Todo esto tratado de una manera sencilla y ligera, mezclando momentos de comedia y otros un poco más dramáticos, pero sin llegar a los extremos de cada polo -es decir, la comedia no es tan absurda y el drama no es tan angustiante-. Splendor comienza siendo una tierna y adorable comedia romántica sin grandes pretensiones salvo hacer pasar un buen rato con una historia sencilla pero -más o menos- eficiente. Y sigue siéndolo por casi todo el metraje, pero cuando llegamos a los últimos 10-15 minutos, las cosas comienzan a arruinarse de una manera tan ridícula como lamentable, arruinando lo ameno que era el filme durante casi todo el metraje.
¿Por qué, digo yo, comienza siendo una tierna y adorable comedia romántica? Primero que todo, por la simpatía de su protagonista. Su narración es tan sencilla y natural, que todo lo que cuenta -y cómo lo cuenta-, con una ingenuidad y amabilidad que invita a la empatía, adquiere ese carácter de "ternura". Segundo, la banda sonora y los movimientos de cámara hacen que esta sea una historia que no se detiene y que por lo tanto, mantiene la atención. Pero no debo negar que los actores no son brillantes en sus labores -la protagonista es lo mejor en este aspecto-, los personajes no tienen un muy buen desarrollo -caen fácilmente en el cliché-, y la historia en sí misma tiene sabor a deja-vu, resolviéndose de una manera demasiado obvia y predecible. Pero por ser una tierna y adorable comedia romántica, estaba dispuesto a hacer como que tales cuestiones no acechaban mis pensamientos mientras veía el filme. Por desgracia -para el filme, para mi, y finalmente, para el mundo entero-, el cambio de tono final hace que todos los reproches sean mucho más molestos.


  Hay dos grandes aspectos que se pueden notar en el cine de Gregg Araki -o al menos en gran parte de su filmografía-. El primer gran aspecto se nota en las relaciones "no convencionales" -por decirlo de una forma que, espero, no suene ofensiva- de sus personajes, y los desafíos que tienen que enfrentar por la naturaleza de las mismas. Pueden ser los gays de "The Living End" o "Totally Fucked Up", los hetero y bisexuales de "The Doom Generation" y "Nowhere", pero siempre sus conflictos nacen de sus relaciones -"Smiley Face" es la excepción del cine de Araki-. Podría decir que el gran tema del cine de Araki es que lo que importa es la paz y felicidad, por sobre la forma en que se logra.
El segundo gran aspecto es la furia que subyace debajo de cada filme de Gregg Araki. Furia que se puede ver en lo macabro y violento de varios de sus filmes, y en las vivencias de sus personajes, que terminan siendo víctimas del odio de los otros.

  Con respecto a lo primero, Splendor sigue la tradición de Araki, mostrando como un trío amoroso tiene que enfrentar los comentarios a su alrededor y los prejuicios de los otros. Pero eso se puede combatir. El gran conflicto al que se enfrentan los tres es también de naturaleza humana: la convención social. Qué es lo mejor para alguien. Cómo es mejor vivir. Cosas así. En palabras de Araki, "se trata más o menos de vivir bajo tus propias reglas... encontrar una felicidad convencional de una forma no convencional". Los sentimientos son los reales, las convenciones no realmente, pero estas podrían llegar muy hondo en un individuo. Hay que saber descubrirse.

  Con respecto a lo segundo, llegamos al gran problema. Splendor carece de la fuerza y personalidad de un Gregg Araki inusualmente pasivo y extrañamente calmado. No sé si en esos años de su vida estaba en el paraíso, pero Splendor llega a ser un filme insípido y sin carácter. Insisto, trataba de dejar aquellos problemas de lado hasta que llega ese horrible y absurdo final. Subrayo la palabra absurdo porque el clímax es ridículo, no tiene gracia -aunque pretenda tener un sentido del humor al estilo screwball comedy-, y no tiene nada que ver con los 70-80 minutos previos. Es un insulto a lo realizado anteriormente, y también al espectador.
Si Splendor hubiera empezado siendo absurdo lo habría aguantado, pero que un filme no mantenga consistencia me molesta muchísimo. Un ejemplo es "Nowhere", que desde su inicio es un cóctel lleno de locura y planteamientos absurdos, pero se acepta porque son sus principios. Hubiera estado pésimo si terminara siendo un drama sobre la drogadicción. Nada que ver. Si Splendor hubiera terminado como la comedia romántica que era, habría estado bien.


  En fin, hasta el momento es el único filme de Gregg Araki que me ha decepcionado y molestado por completo. No hubiera estado del todo mal, pero termina siendo todo mal. Una lástima, porque siendo de Araki, esperaba un filme totalmente diferente del que terminé viendo: una lamentable comedia del montón.

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