jueves, 27 de noviembre de 2014

The Village - 2004


Director: M. Night Shyamalan

   Como muchas veces lo he señalado en este blog con respecto a la película de la entrada en cuestión, no tenía exactamente planeado ver "The village"; no por algún tipo de aversión al actualmente muy odiado Shyamalan, de quien sólo he visto "The sixth sense", que sin alucinarme, sí me gustó bastante, sino porque simplemente no estaba en mi horizonte... hasta ayer, cuando estaba viendo "Sauna". En aquella cinta finlandesa los personajes se encontraban con una misteriosa aldea, y fue justamente eso lo que trajo a mi mente "The village": la aldea y el misterio que la rodea. Y sin adelantarme demasiado, la película funciona bien como conjunto aunque tenga varias asperezas, y yo he quedado bastante conforme a pesar de todo el desorden en que se convierte; no enojado pero sí con ganas de reírme: ya lo verán. Y antes de que se me olvide mencionarlo, con "The village" vengo a subir mi entrada número 200, así que ya saben: hip, hip, hurra...


  La aldea a la que alude el título se encuentra aislada por un espeso bosque en el que habitan extrañas criaturas que mantienen con miedo constante a los aldeanos, a pesar de que haya una especie de tregua: los humanos no cruzan los límites hacia el bosque, y sea lo que sean las criaturas, éstas tampoco se adentran en la aldea en cuestión. Ha parecido funcionar durante años. Pero cuando Lucius Hunt, un joven de bajo perfil pero respetado dentro de la comunidad, comienza a pensar seriamente en cruzar los límites, las cosas comienzan a cambiar... para peor.


  Supongo que iré directo al grano, así podré desvariar tranquilamente después. Todos saben que, tratándose de Shyamalan, "The village" inevitablemente iba a girar en torno a un secreto que, eventualmente, será revelado. No importa mucho qué se arme entre la comunidad, ya sean amoríos, peleas, juegos, correción, etc.; todo gira en torno al secreto, pues hay que recordar en qué terrenos fílmicos se mueve Shyamalan: la entretención... bien hecha y en su caso lograda con elegancia y notable pulso, más cercano a la contención clásica que el mundanal exceso explosivo moderno, pero entretención al fin y al cabo. Y no hay nada de malo en ello, claro que no; los pocos que me leen con regularidad sabrán que no tengo nada en contra de las cintas de entretención mientras estén bien hechas y no traten al espectador como un completo imbécil. Y sabiendo que "The village" es entretención, no es de extrañar que no importe mucho la trama que Shyamalan idee, pues finalmente lo verdaderamente capital, incluso para él, es la revelación del tan mencionado secreto. Dicho esto, y ya lo pueden intuir ustedes, "The village" no es una película de personajes, dramas o problemas íntimos y profundamente personales; sino del misterio y cómo llegamos a su origen. Todo lo demás es adorno, artificios, mecanismos que nos lleven hasta tal punto (respuesta), pues ese es el gran propósito del cine de Shyamalan en primer lugar: sorprender más que maravillar: epatar al espectador.
  Habiendo visto sólo "The sixth sense", ya hace bastante tiempo y con el recuerdo un tanto mermado, todo lo anterior no lo tenía totalmente claro; y aunque sabía que "The village" iba a girar sobre el misterio de esta aldea y las criaturas que viven en el bosque aledaño, me dejé llevar y conquistar, precisamente, por aquello a lo que no tenía que haberme acercado tanto: lo íntimo que surge entre los personajes. Era ingenuo, perdónenme; de haberlo tenido todo claro, habría sabido que los personajes son muñecos, títeres, cuyo único fin es ser un portal a la gran respuesta. Aún así, debo decir que me encantó todo el drama que se tejía entre Lucius Hunt e Ivy Walker, con todo el tejemaneje externo que le daba sabor a este romance. Tristemente, esto no importaba más allá de ser un instrumento argumental.


  Todavía no sé si llego al núcleo de mi temprana ida al grano, pero lo que sí sé es que, quizás, me estoy acercando. Y mejor me apresuro. Recapitulemos: el misterio importa más que lo íntimo, incluso cuando lo segundo está muy, muy bien logrado -encantadoramente, claro que sí-. El asunto es que la revelación de la gran respuesta, el desnudo del misterio, queda mal, pobre y fallido, casi cutre y patético. Durante todo el metraje previo al gran acontecimiento, Shyamalan hacía gala de una capacidad narradora y narrativa espectacular: sus poderosas imágenes destilaban parsimonia, paz, (in)quietud, sobriedad y elegancia, amén de una cámara suave y acertiva que lograba plasmar a la perfección lo que la trama de romances envuelto en misterio contiene; por lo demás, el relato está construido con precisión y también bastante tino, pues no sigue los parámetros narrativos convencionales ni trillados: se da el lujo de sorprendernos con pequeños detalles y otros sucesos no tan pequeños pero igual de "no te lo veías venir, ¿o sí?". Además, la atmósfera está muy bien lograda, con una ambigüedad reinante que se respira sin cesar, que no te deja tranquilo, y esto es también importante, aún sin ser obvio ni molesto ni reiterativo: el misterio está, existe; y uno lo percibe sin necesidad de estridencias. Como digo, Shyamalan demuestra que sabe muy bien lo que hace, y que tiene gran habilidad para narrar, ya sea a través de imágenes o del relato mismo.
  En donde nos caemos es cuando, justamente, el misterio comienza a ser revelado: todo lo que tanto elogié recién se pierde: si antes había sobriedad narrativa, ahora hay estridencias efectistas; en donde antes se sugería algo, ahora se nos restriega en la cara sin asco; en donde antes había contención, ahora encontramos cursilería desaforada -cuando hablan de la esperanza, el amor, el futuro...-; si la trama fluía de lo más bien, con las revelaciones comenzamos a forzarla y pervertirla -incluso cuando la llegada de las mismas tiene toda la lógica del mundo según el relato y su curso-; si la trama era creíble, con las respuestas aclaradas, todo comienza a pecar de inverosímil en varios aspectos -incluso cuando el relato es, ya se sabe, sólido-; y así podría seguir con un par de ejemplos más -pero los mencionados son los más importantes e ilustradores-.
  En resumen, Shyamalan tira por la borda todo lo que hacía de "The village" una excelente película ¿Y por qué? Para impresionar. Para dar que hablar con ese tan impresionante giro. Para ser recordado por ello. Ese pequeño instante vale más que una película bien hecha como conjunto. Una apuesta que sale mal, un tiro por la culata: eso es el giro final de "The village".


  Como podrán notarlo, me hubiese gustado mucho más que "The village" aprovechara todo el entuerto de las criaturas y el bosque prohíbido y toda esa mitología creada en pos del drama humano, íntimo de los aldeanos, particularmente el de Lucius Hunt e Ivy Walker. Y de hecho así era hasta que Shyamalan responde a sus impulsos de cine de entretención y se vuelve un repartidor de respuestas y migas de pan y números circenses. Si Shyamalan fuese mucho más autor, y tambiém más independiente de lo que se nota es -porque no negaremos que tiene una particular mirada de las relaciones humanas-, entonces podríamos estar ante una obra maestra y ante un director dueño de una sensibilidad arrolladora y una capacidad narradora sin igual; no obstante, estamos ante un competente realizador hollywoodense que dirige bien -a grandes rasgos, aunque no tomen en cuenta sus últimos intentos; concentrémonos en su primera etapa: la buena- y hace buenas películas pero poco más. Le hace falta "ese algo" para ser realmente memorable, miren que con un giro no basta. Ahora bien, ¿Shyamalan es un autor porque hace giros en sus películas o porque le gusta profundizar en las relaciones humanas envueltas en sucesos extraños? Yo le atribuyo su afán por impresionar al deseo de ser aceptado en la gran industria, aunque no hay que negar que, después de todo, armar tramas complejas y con giros reveladores es parte de él.
  Y para que vean que Shyamalan es bueno -ya hice el alcance, recuerden-, "The village" es un gran golpe de efecto, como esas películas de terror baratas en las que una sombra o cualquier cosa aparece y un ruido intenta hacerte saltar de "miedo". Puede que eso suene feo, ser un gran golpe de efecto, pero la gracia es que "The village" es ese mismo golpe pero de manera continuada y a gran escala; y ahí se nota la habilidad de Shyamalan: nos mantiene en vilo durante todo el metraje hasta el golpe -que también sucede a gran escala y de manera continuada-, algo que muchos logran durante escasos segundos. El problema es que, como pasa con estos golpes, en general no asustan ni tampoco tienen mucha gracia, pues lo que realmente nos atrapa es la atmósfera de incertidumbre. "The village" habría sido mucho mejor si hubiese propagado y mantenido el misterio. Y con esto queda claro que ser un gran golpe de efecto no es un elogio a la película, sino a la capacidad de Shyamalan como director; y con esto queda claro que Shyamalan no supo discernir cuál era la película que debió haber hecho -las revelaciones no eran lo importante-.


  Pero, no sé si se habrán dado cuenta, no estoy enojado ni furioso. "The village" me ha gustado a pesar de todo, lo cual se debe a lo genial y bonito que es el drama íntimo de los protagonistas; ni siquiera lo fallido de las respuestas y el modo en que se nos entrega logra derrumbar lo cimentado a través de las relaciones interpersonales de la comunidad, pues Shyamalan logra profundizar lo suficiente en ellas como para engancharnos. Además contamos con un buen reparto que lo hace bastante bien. Y si nos ponemos morbosos, todo el giro y la gran verdad es un poco cool, ¿no creen? Causa un poco de gracia. Pero en fin, basta de habladurías.
  "The village" es una película recomendable aunque intente pasarse de lista.

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