viernes, 14 de febrero de 2014

The Counselor - 2013


Director: Ridley Scott

  Sabemos que en esta vida no todo es perfecto, pero aún así intentamos alcanzar la llamada perfección, habiendo algunas cosas -de todo tipo y ámbito- que logran rozarla. Yo no soy la excepción a ello, y sin pretender que todos los posts que escribo sean perfectos, sí quiero que queden lo mejor posible, y que finalmente me dejen satisfecho conmigo mismo. Escribo esto en este post en particular primero porque "The Counselor" fue el primer post que escribí para este blog, y, releyendo los posts me di cuenta de que ese texto, junto con un par más, no me agradaban -obvio, cada uno es su peor crítico, como yo, aunque también conozco casos opuestos-. Por eso decidí reescribir el post de "The Counselor" -y en las próximas semanas vendrán las otras reescrituras, que son poquitas, de verdad-, quedando clarísimo que el primero se fue al cementerio de los posts.
  Y esto no es tan sólo una reescritura, ya que tuve la agradable oportunidad de ver de nuevo este filme, con el que lo pasé genial en el primer visionado, y que en este segundo me sigue gustando notablemente. Por desgracia, este filme ha sido injustamente vapuleado e ignorado, pero qué se le va a hacer. Yo al menos quiero escribirles el porqué me gustó tanto este excelente filme que trata, entre otras cosas, sobre los problemas de creer tener algo perfectamente planeado, y que la naturaleza imperfecta de las cosas cambie el rumbo que queríamos.

"Abogado, si tu definición de un amigo es alguien que moriría por ti, entonces no tienes ningún amigo"

  El espléndido Michael Fassbender es el Abogado, sin otro nombre conocido, que decide meterse al negocio de la droga de la mano de un aparentemente trato perfecto. Todo se va al demonio cuando los caprichos del destino hagan que una serie de eventos desafortunados terminen por condenar a nuestro protagonista, y caer en una espiral de violencia desaforada.

  Naturalmente, el Abogado no es el único envuelto en esta violenta trama. Encontramos a Reiner -Javier Bardem-, quien es un amigo y posterior socio de negocios del Abogado; Westray -Brad Pitt- es el intermediario entre los implicados en el negocio y que aconseja al Abogado; Malkina es la novia de Reiner, cuyos tatuajes de "manchas" de leopardo sugieren que ella es más de lo que inicialmente aparenta; y Laura es la novia del Abogado.


  Precisamente este filme comienza -luego de un breve paneo de un motociclista- con una escena de sexo entre el Abogado y Laura, escena mucho más tórrida y sensual de lo que recordaba. Se nota que el Abogado quiere mucho a su novia, y que haría cualquier cosa para satisfacerla por completo, como meterse en un trato de drogas, o el "I want you to finger-fuck me" que le lanza debajo de las sábanas. No sólo es lo que hace, también es lo que dice, dedicándole a su novia algunas frases para el recuerdo, como "tienes la mejor vagina de toda la cristiandad", o mi favorita "vivir es estar en la cama contigo. Todo lo demás es esperar".
  Todas esas frases, y muchas más, provienen de la impecable pluma del excelente novelista Cormac McCarthy, que firma en esta ocasión un guión atípico a los thrillers comunes, pero que por lo mismo logra ser magistral y brillante. Comenzando por sus excelentes diálogos, que van de los superficiales y obscenos hasta los complejos y poéticos -una característica notable de la prosa novelística de McCarthy-. Por ejemplo, tenemos cuando el Abogado y Reiner charlan sobre la ex novia del segundo, y este se refiere a ella como una "lesbiana con tal fascinación por el miembro que, cuando me lo chupaba, casi me succionaba el cerebro". Del otro extremo tenemos a un jefe del cartel que habla sobre Machado, y los mundos paralelos que surgen de las decisiones que tomamos, y de la aceptación de la realidad de nuestro mundo. Desde luego, también hay término medio, y en este punto encontramos la inolvidable secuencia de cuando Malkina tiene sexo con un auto. En primera instancia, es otra más de las experiencias sexuales de Malkina y Reiner, con los jugosos detalles agregados por el atónito hombre ("era como un bagre succionando el vidrio del acuario"), pero deviene en algo más profundo y oscuro, trayendo a la luz el inicialmente insondable miedo de Reiner.
  Hasta el momento me he referido sólo a los diálogos del guión y, aunque algunos incautos arrogantes aseguren desvergonzadamente que un guión es sólo "buenos diálogos", claramente no lo es. El guión es una construcción, y la forma en que este relato criminal está construido me parece sensacional. En la primera mitad tenemos, básicamente, largos diálogos alternados con un envío de cocaína desde Mexico a Chicago, todo esto sirviendo como el preludio y preparación de la masacre que luego va a desatarse, que es la segunda mitad, cargada de hechos deliciosamente violentos que se suceden sin descanso.


  "The Counselor" es un relato criminal, aquel que tiene como protagonista a un sujeto ajeno al violento mundo criminal que termina viéndose envuelto en todo aquello que antes era una realidad lejana. Este es el caso del Abogado, cuya mayor cercanía con el mundo criminal se debe a su profesión, gracias a la cual tiene que "compartir" tiempo con los criminales a los que defiende. Este tipo de relato, bien hecho, puede mostrar como las peores falencias del ser humano son capaces de destruir las cosas buenas logradas en una vida, y que todo aquello no es nada más que parte del flujo natural de los hechos del universo.
  El Abogado nunca antes se había asociado con ellos, y ahora que está adentro parece pensar que las cosas son tan simples como respirar,  considerando su actitud de chico listo, que persiste incluso cuando Reiner le advierte "abogado, si sigues este camino que has elegido, habrá decisiones morales que te tomen completamente por sorpresa. No las vas a ver venir". No es el único que le advierte, Westray es claro: "debes pensar que hay ciertas cosas que estas personas no son capaces de hacer. Simplemente no las hay". No hay caso, el Abogado no escucha, y una vez adentro, eres parte de un sistema completamente distinto al de la vida no- criminal al que estás acostumbrado. Por ejemplo, tenemos el caso de las coincidencias, que pueden ser malas o buenas, pero si hacemos caso a la tercera ley de Newton de las coincidencias -si existiera-, si tenemos una coincidencia agradable para alguien, también es desagradable para otro en la misma magnitud. Agradable o no, al menos aceptamos que una coincidencia es un hecho azaroso que no obedece a la voluntad de nadie; en cambio, los criminales no creen en las coincidencias. Por el contrario, si ven una, van a pensar que fue producto de la voluntad de alguien.
  Lástima, Abogado. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por amor o por codicia?


  McCarthy nuevamente nos cuenta una historia en la cual la violencia es el eje central de las relaciones entre los personajes, dejando de manera manifiesta que la violencia es inherente a cualquier ser vivo, y que siempre ha habido violencia y siempre va a haber, siempre gracias a la mano del hombre -si nos referimos a los conflictos del hombre-. ¿Cuál es el punto? Como dice el jefe del cartel, "tenemos que aceptar la realidad del mundo surgido de nuestras acciones". El mundo es así, quiérelo o no. El mundo es producto del hombre. ¿El azar también? Digo, si nos quedamos todos quietos, ¿ocurrirían coincidencias?


  Junto al brillante guión, tenemos el notable desempeño de los cinco grandes nombres del reparto -aunque Penélope Cruz me parece la más débil-, una banda sonora impecable e inmersiva, y la enérgica dirección de un Ridley Scott inspirado por el respeto hacia el material de McCarthy, con quien ya había querido trabajar antes adaptando una de sus novelas. Esa energía se nota en la intensidad de los diálogos, y el avasallador ritmo de la violencia desatada en la segunda mitad; claramente, este filme en manos equivocadas pudo haber sido soporífero -al no saber plasmar bien en imagen la historia de McCarthy-. Con respecto a la violencia, me gusta el tratamiento apropiadamente explicito que tiene, dejando tiroteos y decapitaciones sensacionales. Algunos pueden alegar con que mucha violencia es mala para las buenas costumbres, pero aunque la violencia es harta, pudo haber sido más, pero hechos violentos que no eran necesarios de mostrar no fueron mostrados, lo que demuestra que la violencia utilizada no es innecesaria ni gratuita -y eso que la mayoría de la violencia real del mundo sí lo es-.

  "The Counselor" es un thriller rutilante, un relato negrísimo, pesimista, y con un potente toque de existencialismo, todo marca de McCarthy. Como no, también tiene una constante atmósfera salaz, haciéndome pensar que más que un filme sobre la violencia como algo inevitable e indeleble a la conducta humana, estamos ante un filme sexual. Tenemos la sexualidad carnal del inicio, la sexualidad de casi todos los diálogos, y la sexualidad sugerida que tiene el monólogo final de Malkina. Violencia y sexualidad, lo erótico de la violencia, o la elegancia de la misma. Todo ello culmina en un excelente final que puede ser muy "abierto" para el gusto de varios de la sala de cine en que vi "The Counselor", pero que es el broche de oro para este filme.

  Ya para finalizar, comienzo diciendo que esta segunda vez vi una versión con unos 10 minutos más que no son especialmente cruciales, pero sí son un dulce agregado.
  Les recomiendo al 100% que vean "The Counselor". Disfruté mucho con este filme, y me gustaría que hayan más thrillers así en el futuro. Si hubiera hecho una lista con lo mejor del 2013, sin duda alguna habría puesto a "The Counselor" entre las 10 mejores, junto a "Only God Forgives", que es otra injustamente despreciada. ¿Quieren más? "Spring breakers" también se habría colado en mi lista. Já.

"El problema, abogado, no es caer, es lo que traes contigo"

2 comentarios :

Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...

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