miércoles, 9 de diciembre de 2020

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En las últimas dos o tres semanas he soñado con cuatro películas, tres de ellas originales, creadas por mi subconsciente, una de ellas proveniente de la vida real. La de la vida real es DAU, ese mega proyecto ruso de Ilya Khrzhanovsky, un director de cine ruso de 45 años, que trata sobre la vida de un científico soviético que ganó el Nobel (¿cuál?, adivinen), Lev Landau es su nombre. No me centraré tanto en el proyecto, que luce sumamente interesante, sólo diré cosas básicas como por ejemplo que el director construyó un gigantesco set en donde todo el equipo se quedó a vivir, algunos actores sin salirse de sus personajes las 24 horas del día, en donde rodaron durante tres años más o menos. Filmaron, en 35mm por supuesto, más de 700 horas de material que luego fueron montados en quince películas, parece que seis miniseries y varias instalaciones de arte, entre las cuales se incluye un registro de la demolición del gigantesco set de rodaje (una lástima que un lugar así no haya sido conservado, pero hay que respetar la intención de los artistas y autores mientras éstas no sean dañinas para los seres humanos ni los otros animales, cuyas vidas también importan tanto como las vidas humanas, le duela a quien le duela). Pueden leer al respecto en dau.com, sitio en el que también pueden ver los títulos por un módico precio, de acuerdo vayan siendo subidos. Yo me vería todo de una, a lo bestia, pero no puedo ni por dinero ni por ambiente ni por nada. Espero poder hacerlo algún día. Ya vi buena parte, eso sí, en ese sueño, aunque ya no recuerdo mucho, sólo que las películas que vi eran en blanco y negro (las reales son en blanco y negro como en color, dependiendo de cada film). Quedé emocionado en ese sueño, como cuando vi "La Flor" (pero de verdad) acá en Santiago, en la Cineteca Nacional. Demonios qué felicidad haber hecho eso, ver semejante bestialidad de película de 14 horas. Sigo siendo feliz por haber hecho eso, es uno de mis recuerdos cinematográficos (y vitales, de la vida en general) más preciados. Si pueden vean esa película, después de todo está online, gracias a la productora de Mariano Llinás.

Los otros tres sueños eran películas originales, creadas por mi subconsciente de manera totalmente independiente de mi yo consciente. Los primeros dos sueños originales no los recuerdo. Anoche tuve uno del que apenas recuerdo unos cuantos detalles: que tenía olor y sabor a cine clásico, hollywoodense de los cincuenta; que se ambientaba en los hipódromos; que tenía que ver con un robo; y que al final, luego del clímax, el personaje genial nos relataba los pormenores de su heist, de su heist perfecto, tan perfecto que no sólo funciona a la perfección sino que es de una precisión y de una belleza cuasi artística, de una satisfacción estética que hace obligatoria la confesión (aunque para esa altura el tipo genio ya se había salido con la suya), tan genial y tan satisfactoria que nadie se enoja, nadie se enoja, al contrario, todos dicen "oye pero qué belleza de plan, de ejecución y de conclusión, dejemos que se salga con la suya", y fin, despierto sin recordar nada concreto, sólo estas sensaciones, las sensaciones de una película que sólo yo conozco, y a estas alturas, apenas. Yo soñando con películas. Parece que mis sueños se burlan de mis sueños rotos.

Hablando de películas, matando el tiempo por ahí me pongo a ver escenas de películas que me gustan. De los directores contemporáneos soy gran admirador de los hermanos Safdie, así que me encuentro con videos de ellos analizando las películas tempranas de Scorsese (sus cortos), también sus primeros documentales (todos comentados acá, como American Boy y Italianamerican, igualmente los cortos), lo que a la larga me lleva a revisar pedazos de Uncut Gems, a repasar el estilo Safdie, ese estilo canallesco, callejero, como bandidos cinematográficos, que llegan y hacen sus películas como si fueran un pedazo de caos filmado en celuloide, bandidos que aunque no son marginales en la industria sí hacen las cosas como si estuvieran al margen, pues no importa si disponen de millones de dólares de presupuesto, igual se enfrentan a una película como si no tuvieran nada, entre todo esto está eso de que les gusta usar actores no profesionales, actores a los que les sacan lo mejor de lo mejor, y bueno, cerca del final de Uncut Gems, para los que la han visto, la amante de Adam Sandler se hace "amiga" de un excéntrico millonario que parece una parodia de esos millonarios estrafalarios, tan bronceados que en realidad parecen haberse revolcado en barro, con peinados ridículos y ropas y joyas de mal gusto, etc., pero la verdad es que ese sujeto es así, no es un actor interpretando a una parodia de millonario, el tipo ES una parodia de millonario, Wayne Diamond es su nombre, su nombre real, con una historia tan loca como su apariencia y su personalidad, que saca a relucir en entrevistas y todo eso. Para ser breves: el tipo era pobre, hijo de profesores en una numerosa familia; un día, con lo poco que tenía, decidió irse a Miami en un bus de mierda, tenía tanta hambre que en una tienda de sandwiches, decidió adueñarse de uno que estaba firmado a nombre de Meyer Lansky (sí: EL Meyer Lansky, el legendario mafioso), y de hecho Lansky se acercó al muchacho a preguntarle por qué lo había hecho y todo eso, el joven Wayne Diamond le dijo la verdad, que tenía hambre (por cierto no sabía que estaba ante Meyer Lansky), que no tenía trabajo, así que Lansky le agarró buena, le preguntó si era bueno con las matemáticas y Diamond demostró su talento para las sumas y restas y divisiones y multiplicaciones, por lo que Lansky le dijo que lo llamara cuando estuviera listo o tuviera más experiencia o algo así. Diamond volvió a New York y un par de años después llamó a Lansky, que lo ayudó a formar su empresa de moda, de diseño y confección de vestidos. Según Wayne Diamond, sus vestidos fueron lo mejor de lo mejor durante los setenta, ochenta y noventas, se vestían en todos lados y el tipo se hizo ultramillonario, aunque le molesta que no se hable tanto de él, que no se aprecie su lugar ni su aporte en el mundo de la moda, del que se salió ya a principios de los 2000, cuando vendió todo su imperio, venta de la que ha vivido más que cómodamente desde entonces, y desde entonces ha llenado el ocio con diversas cosas, como las apuestas (le fue mal), el stand up comedy, y la actuación. Ahora está tomando clases. Un tipo muy llamativo y aparentemente simpático este Wayne Diamond. Las entrevistas a él abundan últimamente.

El otro día olvidé decir que uno de los talentos del gran CORPSE_Husband es saber decir "tengo problemas mentales" en varios idiomas, hasta el momento: español, inglés, francés, sueco y tagalo (o filipino, si nos ponemos vulgares y simplistas). Por supuesto, he estado usando mi tiempo viendo las transmisiones de esta gente tan simpática, CORPSE, Rae, Poki, Aria y mi querida y adorable Tina. Ayer Tina por fin jugó Among Us con proximity voice, y hoy jugó nuevamente en el morning lobby de Hafu, logrando sus buenas victorias como impostora y sus buenos desempeños como crewmate, de hecho un partida la ganaron completamente gracias a ella, que identificó a los impostores de inmediato. En la transmisión de Tina del proximity voice hubo varios momentos geniales, y como me gusta aportar a la causa, ya he subido dos videos de mis momentos favoritos, pueden verlos y disfrutarlos (y compartirlos, por favor) acá: aquí y aquí e incluso ahora abajo:



Todavía no han sido un éxito arrollador esos videos, pero espero que les vaya bien. A mis otros videos les ha ido bien, pero claro que han pasado ¡CUATRO AÑOS! desde que los subí. Demonios, como vuela el tiempo. Y yo que pensaba que iba a hacer más de esos videos. Iba a hacer uno de Vynil, esa obra maestra incomprendida. Iba a hacer otro de Quarry, esa serie que nadie vio pero que acá tratamos muy bien porque es buenísima y además tiene un aire caluroso y sudoroso y sucio muy seductor, una violencia sucia y sudorosa y seductora. Véanla. Sigan mis recomendaciones, mis recomendaciones siempre aciertan, no me digan que no. En serio, pregúntense: ¿alguna vez el bueno de Jimmy me ha fallado con alguna recomendación? Jamás. Ustedes, queridos y queridas lectoras, son mis verdaderos amigos y amigas: me visitan a pesar de todo y siguen mis recomendaciones. A veces incluso me agradecen. Nadie en la vida real ha hecho eso por mí. Por alguna razón en la vida real nadie me escucha. En fin, también iba a hacer un video homenaje a las películas de Nicholas St. John (dirigidas por Abel Ferrara), como The Funeral o King of New York o The Addiction, putas genialidades, no me digan que no, no se atrevan, no se atreverían ¿cierto? Pero bueno, pensaba que iba a hacer esto y lo otro, pensaba que podía hacer muchas cosas, pensaba que iba a hacer muchas cosas, de qué sirve pensar en todo caso, ahora ya no importa, ahora debo disfrutar lo que tenga, los chocolates, los libros, las películas de Hitomi Tanaka, las transmisiones de TinaKitten y Rae y Poki, entre otros (CORPSE casi nunca transmite, y cuando lo hace nunca me entero). No me puedo quejar.

Y bueno, esta semana comenzaron cosas importantes al parecer. La cuarta y última temporada de Shingeki no Kyojin, ahora con cambio de estudio de animación. Debo decir que la animación me pareció menos buena que la de las tres primeras temporadas, pero tampoco soy experto en ello, sin embargo pienso que, en efecto, el nivel de la animación decreció con este estudio. Nada que sea imposible de ver, pero la diferencia sigue siendo notoria. El estreno me recuerda que no me he puesto al día con los números más recientes del manga, lo cual debo hacer pronto. Tampoco me he puesto al día con el manga de Kingdom, del que hablé por acá. Quizás pueda hablar de cómics más adelante, todavía hay algunos a los que no me he referido. Lo haré superficialmente porque los leí hace tiempo, puede que el año pasado incluso. En todo caso el estreno de la semana más importante para mí es el de la temporada número 36 de The Challenge, esta vez (sub)titulado Double Agents. Pueden ver el trailer y los primeros cinco minutos para que se hagan una idea. También se ha estrenado lo nuevo de David Fincher y dicen que está muy bueno. Pero no lo sé, tendría que verla. Y eso no va a suceder pronto. He estado viendo pedazos de El Club de la Pelea, película que me gustó cuando la vi a los 16 o 17 años (de hecho la había visto mucho antes, como a los 12, cuando la dieron una vez en la tevé abierta, aunque doblada y con comerciales), y que ahora me doy cuenta de que no recordaba tantas cosas y que algunas escenas son algo ridículas, aunque tendría que revisarla otra vez para tener una opinión más definitiva. Lo que sí me gustó es el final, no tanto por si tiene un mensaje o lo que sea como porque me pareció muy relajante terminar con una pareja tomada de la mano, como si nada, mientras las cosas explotan a tu alrededor, con Where is my Mind? de The Pixies de fondo. Es una linda contraposición. Que en el caos uno pueda sentirse tranquilo y tomarse de la mano con alguien especial. ¿No les parece bonito? Me recuerda al final de la temporada 3 de Westworld, que fue así, aunque en realidad debió haber sido así. ¿Cierto, no les parece?

Ah, espero pronto hacer otro post musical, últimamente me he puesto a escuchar música otra vez. Me gusta escuchar música. Escuchar música es bonito. Ojalá se pudiera vivir en un mundo de música, sólo de música. Pero bueno, es hora de irse a dormir, o de intentar dormir. Como sea, hasta luego, hasta pronto. La vida continúa supongo, nada que se pueda evitar. Me parece que esta vez sí que no me he dejado cosas en el tintero. Y, por supuesto, no me he preocupado de corregir errores de redacción o de ortografía, qué importan. De igual forma ustedes me entienden. Ya van siendo años ¿o no?

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