lunes, 27 de octubre de 2025

Copenhagen Cowboy

 


Director: Nicolas Winding Refn


Bueno el lunes pasado me salté la entrada, pero es que no tuve mucho tiempo. Si rebobinamos dos semanas atrás, ese lunes mencioné que había vuelto a hacer ejercicio y que quedé medio muerto. Pues bien, los días que siguieron estuve bastante enfermo, se me mezcló el cuerpo agarrotado por los ejercicios, creo que estuve mal del estómago porque mi cuerpo se había desacostumbrado a procesar tanta comida, pero es que además dormí mal y con la ventana abierta, destapado, lo que me provocó un resfriado o un virus o lo que sea, el caso es que el martes estuve para la cagada, pa' la callampa, por suerte los martes no son días movidos en el local en el que trabajo, después el miércoles tuve libre y me la pasé casi todo el día durmiendo y descansando, por cierto ese miércoles comenzó el concurso que les había contado, el concurso por la mejor hamburguesa, un concurso que terminó ayer y cuyos resultados darán en ¡quince días! ¿Pueden creerlo? Yo tengo serias dudas por la metodología. Por ejemplo, mi local de trabajo fue el local con mayor cantidad de votos, casi tres mil votos, pero no fue el local con mejor puntuación (aunque quedó en un 4.81 de 5, nada mal ¿eh?), ese honor lo tuvieron otros tres locales con mejores puntuaciones que donde trabajo, pero con una cantidad abismal de votos menos, por ejemplo uno no tenía más de mil votos, creo que no tenía más de 700, otro tenía algo más de mil votos menos que nosotros y el tercero unos quinientos menos. ¿Cómo creen que será el criterio para determinar un ganador? Porque si lo llevamos a un razonamiento simplista y extremo, ¿tendría derecho a ganar un local con un solo voto de cinco estrellas perfectas? A mí poco me importa en verdad, pero me gustaría que a este local le fuera bien porque nos van a dar un bono en caso de que termine en primer o segundo lugar de sesenta lucas, de hecho ya tenemos un bono de treinta mil pesos que se duplicaría en caso de estar en el podio. Y si el local gana, se van a sortear 300 lucas entre los empleados full time, ¿qué les parece? Eso es lo que más me interesa. En cuanto a la barra, esa gente iba por las hamburguesas y como todavía no tenemos patente de alcohol, se pedían bebidas y juguitos y listo, a veces nada porque se llevaban sus propios líquidos. No salieron muchos milkshakes, lo cual es mejor así porque es, como dirían los amigos españoles, un verdadero coñazo prepararlos. Yo creo que no pediré nunca más ningún puto milkshake en ningún local que llegue a visitar. He quedado desencantado. Es helado con leche, en el fondo. Las propinas, eso sí, han estado suculentas estas dos semanas. Y la cocina la sufrió, vaya que la sufrió. Para entrar en la barra hay que pasar por la cocina, y cuando tenía que salir a colación o por cualquier otro motivo, viejo esa cocina era un hervidero de tensión y apuro, yo de verdad no quería ni siquiera imaginarme en sus zapatos. En las pantallas en donde se muestran los pedidos también hay un cronómetro que se pone amarillo si te demoras más de cinco minutos y se pone rojo si te demoras más de diez. Había veces en que veía una pantalla llena de comandas rojas. Y por supuesto la cocina nunca recibe mucha comprensión, tanto los garzones como los clientes están en plan "ya poh chicoteen los caracoles". De hecho me topé con una fuerte discusión entre la chef y el jefe de salón, imagino que motivada por los tiempos o las demoras, pero no lo sé, la gente debe ser más comprensiva en mi opinión. La comida bien preparada debe seguir un protocolo, un procedimiento. Como sea, ya pasaron esos días, hoy tuve libre, mañana vuelvo, esperemos que las cosas vuelvan a estar tranquilas para el resto. Para mí, como dije, no fue nada del otro mundo, acostumbrado como estaba además a esa clase de ritmos pero con pedidos más exigentes y variados. A veces extraño los viejos turnos, más que nada por el desafío, no por el puto ambiente de ese otro local.

Volviendo a lo que pasó esa primera semana, los días siguientes fui mejorando poco a poco, tenía una tos seca primero, luego una tos flemática, luego tos seca de nuevo... Hay mucha gente resfriada en el local en todo caso, mucha tos, me pregunto si fui yo el paciente cero (¿o zero?). Ese jueves lo trabajé, el viernes lo tuve libre, el fin de semana lo trabajé, el lunes tenía libre pero tuve que ir a cubrir de 12 a 20, por eso ese día no subí nada por acá (ni en el otro blog, en donde pueden leer un post sobre una novela de la gran Yoko Ogawa) porque me dediqué a pulir, bueno, ya saben, los cuentos. Y luego el martes y el miércoles los trabajé, el jueves lo descansé, el viernes y el sábado los trabajé, y ayer domingo y hoy lunes estoy descansando de nuevo. Mañana trabajo, el miércoles descanso, el jueves trabajo, el viernes descanso y trabajo el sábado y el domingo, el domingo además me toca turno en solitario, inicio de mes, ¿se supone que los inicios de mes son movidos? Bueno, habrá que sobrevivir si me caen encima con todo.

En lo que a mí respecta, he estado usando mi tiempo libre para trabajar en los malditos cuentos, cada vez más cerca de estar listos, pero todavía sintiendo esa sensación de estar cerca y lejos a la vez. Llevo casi tres meses trabajando en ellos, me da risa que ya me estoy volviendo loco con ellos, ja, ja. Donoso estuvo ocho años trabajando en El obsceno pájaro de la noche, lo terminó luego de un ataque esquizofrénico o algo así, lo que explica bastante de ese libro. Imaginen trabajar tanto tiempo en una obra, obsesivamente. Bueno se sabe que otros escritores célebre también se pasaron décadas perfeccionando una sola novela. Tremendo, ¿no? Yo no me comparo con nadie, pero ahora entiendo mejor esa sensación de querer liberarse de las historias. Que ya no sean mías, que sean de ustedes y que ojalá les entretenga, les guste. Por cierto, a pesar de que no estoy en lo absoluto interesado en eso, me enteré, cómo no hacerlo, de toda esa pequeña polémica con el premio planeta. Primero que todo es para la risa que un primer lugar se lo lleve algo titulado Nombre propio. Una historia de amor, que no sólo es anticuado sino que denota una falta de creatividad y de esfuerzo tremenda. En segundo lugar, al jurado o a los dueños del premio o quién sea que se sienta responsable de semejante circo se les debería caer la cara de vergüenza al ver que su flamante ganador lo primero que hace al recoger su premio sea ponerse a cacarear esa patética e imbécil perorata sobre que la alta y baja cultura, sobre que yo escribo para la gente o para el pueblo, lo cual, reitero, es una imbecilidad insultante para el arte en general y una clara muestra de ignorancia del escritorzuelo ese. ¿Acaso el arte no es para todos y todas? ¿De verdad hay obras para la élite y obras para "los estratos populares"? ¿Acaso una persona de clase media o de clase baja no puede leer, no puede disfrutar lo mismo que una persona de clase alta? Nunca he entendido ese debate, según yo lo invocan personitas inseguras de sí mismas que para ponerse el parche antes de la herida llegan con el cuento ese de "es que yo no escribo para contentar a los críticos yo escribo para la señora lavandera". Acá en chilito también tenemos esa clase de escritores que saben que no saben escribir y que se victimizan a las primeras de cambio por ser "comerciales", que tienen esa urgencia por explicarse y justificarse, puaj, asco me dan, vergüenza me dan. La calidad puede ser económicamente rentable, aunque no deja de ser una lotería. Y no todos los malos escritores que "escriben para la gente" necesariamente triunfan. Como digo, se escribe para todos y lo demás es pura challa, puro espectáculo, pura suerte. ¡Viejo, algunas de las más grandes obras de la literatura universal de los siglos pasados fue primero publicada en los folletines que circulaban incluso entre las calles más infectas de las ciudades más pobres! ¡El arte, la literatura puede ser para todos y todas y puede ser de calidad si los artistas así se lo proponen! Pero claro, llegan estos hijos de puta ignorantes del culo que se creen la gran cosa porque ganan un premio de mierda a pontificar y a segregar. ¿Acaso una persona de las "clases populares" no puede leer ni disfrutar una novela de Laszlo Kraznahorkai? ¿O de Han Kang? Me consta que muchos lectores casuales se volcaron a leer la obra de la Nobel de literatura del año pasado. A ella no la escuché ni leí hablar sobre esas estúpidas divisiones entre élite y populacho. Bueno, como siempre he pensado, la grandeza de un artista se demuestra en la pequeñez de su cosmovisión. Juan del Val es un escritor pequeño e insignificante que escribe para lo que él mismo considera gente estrecha de miras. No usa esas palabras, pero eso es lo que denotan al referirse así sobre esas divisiones tan imbéciles. No sean como él, por favor. Si les gusta el arte, el cine, la literatura, lo mínimo que puedo esperar de ustedes (y de mí mismo) es que nuestros horizontes se expandan y no dejen de expandirse, de crecer, de abrirse. El buen arte trasciende las divisiones y las fronteras que buscan segregarnos y hacinarnos.

Como sea, ahora hablemos de "Copenhagen Cowboy", la serie para Netflix que el danés Nicolas Winding Refn hizo años después de su serie para Amazon, "Too Old to Die Young". A estas alturas no sé si esperaba gran cosa, alejado como estoy del mundo audiovisual, pero como la serie que hizo con Ed Brubaker me gustó mucho, la verdad es que tenía ciertas expectativas en este vaquero de la capital danesa.


lunes, 13 de octubre de 2025

Sinners - 2025



Director: Ryan Coogler

¡ALZA LA MANO SI SE TE VENCIÓ LA WAIVER! ALZA LA MANO SI TÚ ERES ILEGAL. ¿Vieron el Tiny Desk de 31 Minutos? Una genialidad, dejémoslo ahí. Lo he visto no sé cuántas veces más, si tienen hijos o hijas verán que quedarán encantados/as con este clásico de la televisión infantil, ¡31 Minutos CONCHETUMAREEEEE! Ejem, bueno bueno, ¿se fijaron que al final el Todo sí era Mark Ruffalo? ¡Le achunté y también le achunté a que Marc Mendoza sería el que lo descubriría! Por desgracia en la semana tuvimos que ver la partida de Cristina, con un reto, digámoslo, más dificultoso que los que le ha tocado a la otra señora. De verdad no quiero sonar como esos comentadores conspiranoicos pero es que es imposible no llegar a las mismas conclusiones. En todo caso, cada vez que se va alguien que me cae bien necesito un pequeño parón de Saber y Ganar, no sé si sea muy maduro de mi parte pero así son las cosas en todo sentido, no se triunfa siempre y la vida continúa, fueron 13 programas muy entretenidos los de Cristian Mato, que es de la misma ciudad que Fer Castro por cierto, ¡un saludo y un abrazo para ambos!

En el trabajo las cosas han ido mejorando un poco, se nos trata con algo más de respeto y confianza, algo es algo digo yo. Pero seguiremos siendo cautos. En la cocina se fue un elemento disruptivo y conflictivo, que conmigo no pasó nada malo pero ya con su ausencia me enteré que el compadre tenía problemas con todos, y bueno, como hay que pasar por la cocina para entrar a la barra, sí, se nota el ambiente más ligero. Y la barra también porque el compadre primero era muy buena onda con la otra compañera bartender (la de verdad) pero luego su amistad se fue a las pailas y uf, la incomodidad entre esos dos, y yo entre medio. Como sea, las cosas han sido algo más relajadas. Y creo que estoy haciendo los milkshakes de manera más rápida e igual de bien, puede que incluso mejor. De hecho hasta se me ocurrió un chiste. Me di cuenta de que soy un bartender con mención ¡en MILKSHOLOGÍA! *ba dump tss. No tengo que explicárselos obviamente, si no pierde la gracia, la innegable gracia que tiene. Un chiste a lo Meruane, pero chiste al fin y al cabo. ¿Saben cuáles son los chistes a lo Meruane? ¡Doctor, doctor, tengo un problema! Digámelo nomás. Doctor no puedo hacer caca, me es imposible hacer caca, si como pollo cago pollo, si como carne cago carne, si como pescao cago pescaño, ¿qué puedo hacer doctor? Fácil pues: ¡coma caca! Graciasnosemolesten. Esta semana comienza un concurso por la mejor hamburguesa, se espera que el local se recontra llene de comensales pidiendo hamburguesas, y quizás se pidan milkshakes también, quién sabe. Puede que esté dura la cosa. Pero será una buena instancia para aplicar las estrategias de rapidez y eficacia. Ya les contaré que tal el próximo lunes, y si es que tengo tiempo porque se nos pidió que hiciéramos unos turnitos extras cuando le toque a un compañero sacar el turno solo. A mí me toca el próximo lunes ir a acompañar a la novata, que por horario saca los lunes ella sola. Esto con el fin de que cuando ella salga a colación, nadie del salón deba ir a cubrirla, es decir para que el salón no pierda un par de valiosas manos que ayuden a enfrentarse al vendaval de clientes. Es la primera vez que este local participa en el concurso este, pero porque abrió este año. Resulta que el local hermano de donde trabajo ganó la edición de no sé qué año. La competencia este año se ve dura, por lo que pude ver. Bueno qué me importa.

Por cierto, al final decidí que llegando a casa después de cada día de trabajo, después de comer algo y prepararme el almuerzo del día siguiente (si es que me toca trabajo al día siguiente) me voy a ir dormir de inmediato, ando con demasiado sueño, literal apenas puedo mantener los ojos abiertos y quedo siempre con cara de loco de tanto que me esfuerzo en tener los ojos abiertos. Ya ni hablar de tener la mente despierta, ¿cómo se puede escribir con la mente aletargada? No me queda otra que trabajar en los cuentos los días libres nada más. Voy en la etapa de la corrección. Voy avanzando, pero sigo sintiendo que estoy tan cerca y tan lejos a la vez. Y me pregunto si todo valdrá la pena y ya saben, los típicos miedos, las típicas dudas. Etapas necesarias y esperables de todo proceso. Lo que más me preocupa es mantener el tono que ya les dije, el de la escritura desde la desesperación y la hemorragia vital. No puedo depurar demasiado los manuscritos, no debo superar el límite entre la suciedad y la imperfección legibles y potables, y la limpieza escritural impoluta. Esa es mi gran preocupación de momento: aclarar ciertas partes de la redacción en un sentido argumental, digamos que se entienda lo que estoy diciendo, pero sin comprometer la torrencialidad de las palabras mismas. En ese desafío estoy. Además me puse a hacer ejercicio de nuevo. Casi me morí, sobre todo con la bici estática. Pero acá estamos todavía, con vida y buscando la manera de vivir de lo que nos apasiona, de lo que amamos: de las historias. 

Vaya, parece que mis novedades esta semana son más cortas y más calmadas también. ¿Me estaré domesticando ya, acomodando a mis circunstancias asalariadas? ¿Estaré perdiendo mi fuego combativo, mi fuego de niño rabioso que no quiere acostarse temprano como le dicen papi y mami? Demonios, espero que no. El optimismo nunca es del todo sano cuando se trata de enfrentarse al mundo, al menos a TU mundo. El pesimismo siempre ha sido mi mejor combustible. Puedo vivir con la felicidad, puedo ser feliz con la felicidad, pero no puedo crear nada si me siento demasiado feliz con mi vida. No digo que ahora lo sea, como dije la semana pasada, echo de menos mi período de cesantía, esos largos meses en los que tenía las 24 horas del día enteras para mí y para mis actividades preferidas, es decir leer y ver una que otra peli cuando se pudiera, una autonomía solamente incomodada por mis cada vez más exiguos ahorros. Pero si tuviera un buen colchón financiero y volviera a tener las 24 horas del día para mí sin tener que preocuparme en trabajar, ¿podría volver a tener esa desesperación, esa urgencia? Es curioso, porque por un lado estoy de acuerdo con David Lynch en el sentido de que estar demasiado deprimido no te ayuda en nada para la creación de cualquier índole artística. Eso es verdad, es cierto: estar deprimido, en realidad, no te ayuda en nada en la vida. La figura del artista torturado y atormentado se nos ha escapado de las manos. Pero no sé si un creador feliz y acomodado pueda tener la misma fuerza que sus creaciones más, bueno, desesperadas. O no sé, en realidad también se puede mantener una rebeldía toda la vida. Lynch no es Tarantino: Lynch, aunque no lo pareciera, fue un rebelde hasta el final. Lynch se cagaba en el sistema en el que trabajaba. Trabajaba en Hollywood, pero cada creación suya era un sonoro PÚDRANSE para todos esos ejecutivos sin alma ni pelotas. Es lo que decía la semana pasada: Tarantino es un narcisista que consiguió la aprobación y la venia de los jefecitos pero que sigue creyéndose el bad boy del rubro, ¿pero qué ha hecho sino darle a la gente exactamente lo que quieren ver, sólo que de un modo más sofisticado? Vuelvo a lo del amateurismo que pregonaba el viejo Sampa. Hasta yo mismo lo mencioné, pero sin esas palabras, en el post de "Layer Cake", cuando contaba mis razones para no seguir escribiendo en el otro blog en donde hablaba de libros (por cierto subí un post que tenía escrito sobre una novela de Mishima, vayan vayan), que en palabras simples fue porque, me di cuenta, estaba escribiendo de manera esquemática, "profesionalizada", ya por la mera costumbre. Y uno no debe hacer las cosas por mera costumbre. Y sólo hablo por mí mismo, claro. Ojalá pudiera seguir comentando libros y películas sin sentir que caigo en la costumbre (de todas formas no tengo tiempo ni un entorno adecuado), pero ese soy yo. Yo no puedo hacer algo honesto si siento que lo hago por costumbre. Y si fuera la persona que quisiera ser, tampoco haría nada si sintiera que lo hago por costumbre, "porque es mi trabajo". ¿Por qué hizo Tarantino "Reservoir Dogs" si tenía una existencia medianamente estable y feliz, por qué la hizo si no tenía un centavo? La respuesta debe ser clara: porque era su sueño, los sueños no entienden ni de razones ni de reglas, algunos sueños logran irrumpir desbaratándolo todo. Y claro, luego se ha hecho viejo, adulto, se casó, es padre, etc., debe pensar como un "adulto responsable", pero insisto, todas esas entrevistas y podcasts visitados que por alguna razón vi durante cierto período de mi cesantía me decepcionaron tanto al verlo tan en plan "soy el puto amo", tan bueno para mover la sin hueso pero sin atreverse a hacer su "última película". ¿Por qué hace películas ahora el maldito Tarantino? Simplemente para enaltecer su propio legado, su propia figura: para hacer una película digna de Tarantino. Es decir no sabe qué hacer, ya no sabe por qué hace películas. El mismo Tarantino se dice "¿cómo lo haría Tarantino?", y no halla la respuesta. Perdió la capacidad de pensar como el don nadie sin dinero ni dónde caerse muerto pero lleno de fuego y pasión. Por eso no se atrevió a filmar su película sobre el crítico de cine, porque era la película que quería hacer (por algo la escribió, por algo estuvo a punto de comenzar a filmar) pero que no era "la que se espera que cierre su excelsa carrera" (aunque él mismo diga, sin que le pregunten -lo cual es una señal de que debe ser cierto porque por algo está revoloteando en su mente el asuntito-, que no es miedo la razón de la demora de su décimo largo), por eso Fincher está dirigiendo, para Netflix nada menos, la secuela de "Érase una vez en Hollywood", aunque creo que el mejor término sería el spin-off. No sé por qué caí en esta espiral de reflexiones, pero en esas cosas he pensado mientras trabajo en el local de milkshakes y smash burgers y en mis malditos cuentos. En serio, ¿qué piensan? Bueno, ser director de cine es un trabajo, la gente se gana la vida con eso, y muchos lo hacen con gran habilidad, como un bartender efectivo que de verdad conoce la ciencia y la técnica de su oficio, pero para mí el arte es otra cosa, ya lo he dicho: una cosa de estómago, de tripas, de corazón. Si alguien hace una película escribe un libro, pinta un cuadro, compone música, lo hace porque está compartiendo un pedazo de su alma creo yo. Y para eso no hay que ser una persona torturada ni atormentada ni deprimida, pero, creo, tampoco del todo feliz y equilibrada. No se puede engañar a la incertidumbre, me gustan las sombras. Bueno ya, hablemos de "Sinners", que no recuerdo cuándo vi, seguramente en una tarde aburrida en la que no sabía qué hacer. La elegí porque me llamaba la atención qué haría el director negro vendido a la blanca factoría Disney/Marvel con un material "original", esta vez amparado por la Warner. Y porque me llamó la atención su éxito, sobre todo porque se decía que las "early screenings" eran mediocres tirando a alarmantes. Yo creo que nadie esperaba el éxito en taquilla y crítica que finalmente tuvo, pero eso poco importa si la película es ahí nomás.


lunes, 6 de octubre de 2025

Snatch - 2000

 

Director: Guy Ritchie


Bueno antes de todo por acá seguimos viendo Saber y Ganar, claro, y los que también lo ven, ¿qué piensan de la actual parte por el todo, que ya va en tres pistas? Pistas musicales, tres canciones: Olvídate de mí, de Diamante negro; Puedes contar conmigo, de La oreja de Van Gogh (después de ese día he estado con sus cancinoes machacándome la cabeza, ¡con la carita empapada maldita sea!); y la de hoy, una canción de Raphael, titulada En carne viva. Ya en la segunda pista Marc Mendoza hizo la relación entre los títulos de las canciones y los títulos españoles de algunas películas, y de hecho yo también hice la relación porque cómo no pensar en "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos" cuando alguien dice Olvídate de mí, y claro, Puedes contar conmigo trae a la mente Stand By Me, de Rob Reiner. Y la canción de Raphael se titula como la traducción dada a In the Cut, de Jane Campion (tuve que googlear la letra de la canción, y luego googlear el título para ver qué película habría sido titulada así en nuestra lengua). Entonces tenemos dos constantes claras: título de películas, canciones de artistas de España (porque se pudo haber elegido la canción de Oasis en la segunda pista, pero claramente fue una decisión utilizar la de LodVG). ¿Cine español? ¿Por ahí puede ir la cosa? En realidad hay que ser bastante acucioso, no sé por dónde buscar nada, ja, ja. ¿Qué tienen en común las tres películas? ¿Qué tienen en común las tres canciones, aparte de ser españolas? ¿Qué tienen que ver las canciones con las películas? Bueno, las canciones son todas de amor y desamor, de esperanza y dolor, sobre todo dolor. ¿Y las películas? No he visto la de Campion, pero creo que es el tormentoso romance entre una mujer y un detective. Para qué hablar de "Eterno..." (en ambas aparece Mark Ruffalo, por cierto). Ahora bien, lo de Mark Ruffalo me hizo pensar: a lo mejor lo de la película de Reiner está mal, yo le seguí un poco el juego a Marc Mendoza (aunque no me haya cuadrado porque según yo la de Reiner en español se llama "Cuenta conmigo") pero me pongo a googlear y hay una película traducida así, "Puedes contar conmigo", cuyo título original es "You Can Count on Me", de Kenneth Lonergan, protagonizada por Ruffalo. Así que ahí tenemos nuestro nexo. ¿Será Mark Ruffalo el todo? Supongo, se explica solo: aparece en todas las películas a las que aluden los títulos de las canciones. ¿Será sólo eso? ¿Habrá algo más? Parece tan fácil la respuesta ahora. Ruffalo no ha aparecido en ninguna película española. Bueno, ya veremos qué tal. Quién lo resuelve. Creo que Marc Mendoza va con ventaja, parece que tiene el cine más incorporado en su vida que Cristian y la otra señora.

Pasando a otra cosa. Curiosa semana laboral. Al final ese día no fue el de recursos humanos pero sí hubo una reunión con este jefe de salón, estábamos los dos pero también mi compañera (la que sabe, la que es bartender) y hasta la chef estuvo ahí metida. Se tocaron los temas que mencioné, menos lo de desvincular a la novata por obvias razones. El caso es que aunque fue algo tenso, creo que dichas todas las cosas, aclaradas las cosas, se está avanzando hacia un entendimiento algo mejor. No quiero ser muy optimista, pero en cierto modo reconocieron que a pesar de la experiencia que mi compañera y yo tenemos en el área, ellos pensaron que era buena idea que la novata "nos enseñara" cómo se manejaban las cosas en la barra de ese local. Nosotros dijimos que hemos intentado hacer lo que podemos con las pocas herramientas dadas, tal parece que ahora tenemos un poco más de herramientas. Todavía no tenemos independencia total, pero bueno supongo que las cosas no suceden de la noche a la mañana. Y tocará ir bajándole un cambio a eso de erradicar la terrible metodología que tienen para preparar milkshakes (lo de las bolsa congeladas, ugh), por ahora debo mantener un bajo perfil, un perfil más conciliador y no tirar por tierra los pocos avances que se lograron en términos de la confianza que se tiene en nosotros ahora. Y además la novata no se ha portado muy bien últimamente, eso le ha hecho un flaco favor a los ojos de los "jefes", no tanto para que quieran sacarla pero oigan, al menos va quedando claro quién cometía los errores, así ahora ya no nos achacan todo lo malo que ocurría a nosotros. Así era al inicio, poco menos que todo lo malo que ocurría comenzó a ocurrir con nuestras llegadas. Eso, pedí respeto y confianza para nosotros, creo que se nos ha demostrado un poco más. Pero insisto, no voy a esperanzarme mucho, mi carácter nunca ha sido optimista con la gente. Creo que están buscando un o una jefe de barra así "oficial". Espero que si traen a alguien, sea para que le concedan la verdadera independencia que necesita una jefatura de barra. Y que si decide echar a la novata, pues le hagan caso, ¿no? En fin, no es que tenga muchas ganas de pasarme la vida en ese local o en ningún maldito local. Esto de seguir horarios, de vestir uniformes, de obedecer las putas reglas para vivir... Eso sí, debo decir que el día de pago recibí muuuuuuuucho más de lo que pensaba que recibiría. Y no sólo por esos turnos extra, de verdad lo que recibí excedió por mucho mis estimaciones. Nunca recibí tanto en el otro local, y eso que había meses en que me mataba trabajando a horas extras allá. Increíble. Y eso, haciendo un trabajo que, como mencioné la otra vez (pero que no es necesario que un supervisor se lo diga a un empleado miles de veces sin razón alguna), es lo más fácil que me ha tocado (aunque cuando salen hartos milkshakes, considerando las pocas herramientas, puede ponerse cuesta arriba el servicio). Por cierto tenemos horarios para los próximos dos meses: en estos 61 días de octubre y noviembre, trabajaré solamente ocho días con la novata. Bravo bravo bravo.

Bueno y en cuanto a los cuentos, de los cuatro que me quedaban terminé a mano uno, entonces quedan tres. Retomé uno de los que había dejado a las tres páginas, sin saber cómo continuar en aquel momento. Pensándolo bien, aunque tenía la puerta cerrada, se me abrió una ventana y por ahí he seguido. Más lento de lo que esperaba, mucho más lento. Será el sueño, el poco dormir, la pérdida de la concentración en general, esto de tener la cabeza tan llena de mierda, de trabajo, de playlists horribles, de horarios, de contar los días, contar las horas, contar las cosas... Echo de menos mi vida austera, debo decir que era bastante feliz, a excepción de los ahorros desangrándose alarmantemente, pero en la cotidianidad en sí, qué demonios, es una bendición tener las 24 horas del día para ti. Y vivir concentrado en lo tuyo. ¿Cómo si no escribí tantos cuentos, algunos de ellos bien largos, en casi dos semanas? ¡Y desde entonces he escrito cinco solamente, y no muy largos que digamos! Bueno nadie dice que la cosa sea fácil, también dije que estoy luchando por mi vida, la vida no me va a hacer fácil la escritura. ¿Debí haber aguantado? Supongo que el cuento lo terminaré cuando esté terminado, mejor no imponerme plazos, sino los plazos me caen encima y me desmoralizo. Tan cerca, tan lejos a la vez.

Y antes de que lleguen los cuentos, les dejaré un regalito: un corto que hice con unos compañeros cuando estaba en la Escuela de Cine, allá por el 2019. No lo había visto en todo este tiempo. Es un corto de escuela hecho sin dinero alguno, en la casa de un familiar de un compañero, y teníamos como seis horas, lo cual es poco si estamos hablando de no profesionales, sobre todo si hablamos de no profesionales como mis compañeros de grupo, que en esa ocasión me tocó trabajar con los, ejem, "especiales" del curso, los más pavitos, los más torpes, a los que menos tomaban en serio los demás. Tuve que aplicar liderazgo y experiencia (a fin de cuentas había estudiado la otra asquerosa carrera, algo sabía sobre hacer cortos casi improvisadamente y sin dinero ni nada, sin absolutamente nada), pero ese día fue una jornada que trabajamos muy a la urgencia. Espero les parezca interesante, entretenido, al menos creo que se entiende la intención, ¿no?, es bastante claro la verdad. Como especie de posfacio, más la trama nos interesaba le ambientación sonora, lo de crear una atmósfera, y los movimientos de cámara, la temperatura de color. Era una cámara digital obviamente, pero la manejamos como si fuera celuloide, es decir, en el celuloide no puedes cambiar los seteos: si compras un rollo de 50D, eso quiere decir ISO 50 y temperatura de color Daylight. En este corto trabajamos como si tuvieramos un rollo de 500T, es decir 500 ISO en Tungsteno. Fue increíblemente cómodo, creo que se aprecia el precario pero esforzado trabajo en dirección de foto, ¿no? A pesar de los defectos y fallos, debo decir que me siento orgulloso de este pequeño corto. Fue bonito volver a verlo. Si la resolución no es muy buena, sepan perdonar: he estado desfamiliarizado con cualquier programa audiovisual desde hace cinco años o más. Acá tienen el link.

Y bueno, como la otra vez había visto "Layer Cake", Netflix me recomendó "Snatch" y yo me dije "pos oye, por qué no ¿eh?". Y eso que "Snatch" ya estaba comentada, pero como decimos, cada visionado es una experiencia nueva y diferente. ¿Cuánto ha pasado desde que la vi aquella vez?


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