viernes, 8 de febrero de 2019

La signora senza camelie - 1953


Director: Michelangelo Antonioni


"Clara, usted es bella y no han hecho más que fotografiar su belleza" es lo que un actor le dice a Clara Manni, Lucia Bosé, la protagonista de "La signora senza camelie", tercer largometraje de Antonioni. A esas alturas Clara Manni ya era un estropajo y la frase del actor es, en cierta forma, lo que Antonioni se propone desarrollar a lo largo de esta bellísima y tristísima película, esto es: escarbar en el personaje, buscar qué hay bajo esa belleza, esa belleza que a Clara Manni, desde luego, le abrió camino en el cine italiano, pasando de ser una modesta dependienta de una tienda de ropa en Milán a una actriz admirada por el público de Roma, gracias a su belleza, a su voz, pero que es también una belleza que la aplasta, que la asfixia, que la encierra y la encasilla, que la confina en esa celda de actriz de comedias o lindos romances, no es su culpa desde luego, el público así la ama y no de otra forma, los productores y directores y los hombres la aman y desean de esa forma y no de otra, no seas seria, niña, disfruta de tu fama y de tus lujos, no te compliques por nimiedades, que no te desaliente el matrimonio sin amor, la aventura sin cuerpo ni futuro, el amante sin alma y sin pasión, el desengaño y la incomprensión que brillan en todos esos ojos que te observan, ese rol que debes interpretar para no perder las relaciones y el sustento, pero por qué, se pregunta ella, por qué no puede encontrar al hombre adecuado, aquel que no quiera solo dominarla y poseerla, por qué no puede ser una verdadera actriz, por qué la vida no puede ser tan fácil, enamorarse y consagrarse a un amor, o consagrarse a una carrera que ella pueda manejar con mano firme y visión propia, es como si debiera elegir entre ambas posibilidades, y ni lo uno ni lo otro, eso es lo peor: caminar, correr casi, desorientada y perdida en las entrañas de Cinecittá, tras aquello que busca, sabiendo que no lo encontrará, o que lo encontrará pero que no le permitirán el cambio, no, Clara Manni, no cambies, esa otra que quieres ser no eres tú, tú eres bella, acepta los roles que te ofrezcan, acepta los hombres que se te acerquen, es suficiente, no aspires a más, sonríe, sí, sonríe, es una buena vida la que te prometieron aquella vez, en esa tienda de ropa en Milán, no lo arruines, Clara Manni, no lo arruines...
"La signora senza camelie" me ha parecido una auténtica y olvidada o puede que injustamente subvalorada obra maestra. La banda sonora de Giovanni Fusco es de una elegancia y sensibilidad narrativas magnífica, de una intimidad como a flor de piel. La cinematografía, el guión, los diálogos, los personajes, esa tristeza y amargura que desprenden las imágenes, más aún, la soledad que capturan y que reflejan en cada fotograma. Lucia Bosé sensacional, gloriosa ella, grandioso personaje Clara Manni. Ese final, inmenso final, inolvidable final. Y un bastante jocoso sentido del humor, referente en especial al cine italiano, comentarios por aquí, murmullos por allá...
Una película sobre una mujer cuya vida se abría en esplendorosas posibilidades, pero que, poco a poco, lenta y como inexorablemente, se va cerrando a su alrededor, ya sin posibilidades, y qué puede hacer, qué puede ser, así, senza sogni...

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