Director: David Fincher
Bueno bueno otra semana otra película otras novedades. Sigamos con el ajedrez. ¿Dónde lo habíamos dejado? Creo que en los cuartos de final de la FIDE World Cup que se está celebrando en Goa, India. En una de las llaves teníamos al joven uzbeko Sindarov, que previamente había vencido al alemán Svane, quien por su parte había dejado en el camino a Gukesh D., ya saben, el Campeón Mundial de partidas clásicas, enfrentándose, el uzbeko como dijimos, con el peruano (representando a México) José Martínez Alcántara, que en la llave previa le ganó a Harikrishna, uno de los tantos ajedrecistas indios que generaban ilusión en la población local. Martínez Alcántara perdió la llave pero qué llave. Necesitaba tan sólo un empate en los tie-breaks pero en el juego definitivo decidió irse con todo al ataque, lamentablemente perdiendo el match y pasando a nuevos juegos, en los cuales se impuso, al fin y al cabo, Sindarov. Cómo culpar al peruano, es fácil decir que ok, que tiene que encontrar un empate seguro y listo, pero cuando tu oponente necesita sí o sí una victoria, buscar un empate "garantizado" puede conducir a pequeñas imprecisiones que, desde luego, el necesitado oponente va a aprovechar con todo su ser, por lo que el enfoque de Martínez no podía ser otro, es decir tenía que asegurar el paso con una victoria, por desgracia no fue así. El rival de Sindarov lo definían el alemán Donchenko y el otro uzbeko, Yakubboev. Seremos cortos, ganó el uzbeko y una de las semifinales fue un choque de uzbekos, amigos por supuesto y casi compañeros de generación, se llevan cuatro años o algo así. A la final pasó el más joven, Jakhovir Sindarov, en una partida emocionalemnte dramática, ajedrecísticamente interesante y sólida, pero sin grandes aspavientos. Volvamos a los cuartos de final, entonces, en las otras llaves: Sam Shankland, el gringo, versus Andrey Esipenko, el joven ruso. Ya habíamos mencionado que Shankland había dejado en el camino a mi favorito Daniil Dubov. Esipenko por su parte dejó en el camino a su compatriota Aleksey Grebnev. Finalmente se impuso Esipenko en unos tie-breaks para los nervios. Tengo una teoría sobre una maldición: cuando Dubov le ganó a Praggnanandhaa dio una entrevista bien divertida pero algo, ejem, arrogante (aunque hay que conocer el sentido del humor de Dubov, puede hablar muy en serio pero a la vez en tono de broma, o hablar bromas en tono muy serio), y luego pierde con Shankland, quien también da una entrevista bien interesante, sin un dejo de arrogancia ni humor, de hecho una entrevista bien atormentada, Shankland diciendo que estaba exorcizando demonios personales en esta Copa, pero en fin luego pierde ante Esipenko, quien de todas formas da entrevistas relajadas mi hermano. Entonces Esipenko esperaba rival para la otra semi final, rival que tenía que salir entre el chino Wei Yi y el último indio en contienda, Arjun Erigaisi. Ganó Wei Yi y dejó a los indios con tragedia total: una Copa celebrada en casa que se queda sin representantes locales. Y vaya qué semifinal la que ofrecieron Wei Yi y Esipenko. Esipenko más sólido que el chino, pero el chino no carente de recursos para defender posiciones en desventaja. Lo peor llegó cuando Esipenko la pifió y regaló una torre justo en el juego definitivo, perdiendo la llave y perdiendo la posibilidad de llegar a la final y, de paso, de asegurarse de inmediato con su presencia en el Torneo de Candidatos. Porque eso es lo otro: los tres primeros lugares de esta Copa van al Torneo de Candidatos, en donde ocho ajedrecistas batallan para ser el único retador del Campeón Mundial. Entonces Wei Yi y el joven Sindarov al menos ya pueden estar tranquilos: se suman a los infaltables Fabiano Caruana, Anish Giri, al sorpresivo Matthias Blubaum y, aunque no es oficial (porque hay que esperar a fin de año), se da por hecho que nadie le arrebatará sus puestos al otro infaltable Hikaru Nakamura y, miren ustedes, un indio, Praggnanandhaa, que a pesar de no tener un gran segundo semestre en cuanto a resultados, sí los tuvo en el primero. Entonces la final entre Wei Yi y Sindarov, para mí, es menos interesante que la batalla por el tercer lugar y, más que el tercer lugar, el último cupo por el Torneo de Candidatos. Y eso se notó en los resultados: la primera partida, hoy, entre el chino y el uzbeko terminó en un empate sin que ninguno de los dos se quemara mucho las neuronas al parecer, aunque es cierto que al principio Sindarov quiso intentar algo, quizás, para descolocar a su rival, pero estos GM saben tanto de teoría que ya nada los sorprende. En cuanto a la partida entre Esipenko y Yakubboev, ahí se notó más la voluntad, porque el ruso, que no se dejó hundir anímicamente por la pifia del día anterior (y que a pesar de ello ha tenido un torneo fuerte, sólido, sin muchos aspavientos pero, como él dijo en una entrevista, apostando por un "simple chess" que quizás no sea vistoso pero que poquito a poco le va marcando ventajas que luego es capaz de convertir en victorias), ganó el primer juego teniendo las blancas. Veremos qué sucede mañana, quizás sea el último día de la Copa, quizás no. Si Esipenko empata con las negras, se queda con el tercer lugar y el cupo a los Candidatos. Y si Wei Yi gana con las blancas, se corona campeón y se lleva a casa toda la platita. Y si no, el campeón y/o tercer lugar se definirán en los tie-breaks, que son partidas rápidas y luego blitz, y ustedes dirán, ¿no que un torneo de partidas clásicas debe definirse en ese formato?, ¿cómo un campeón de clásicas puede considerarse tal ganando en las partidas blitz? Cosas de los torneos, supongo que sería muy complicado continuar con esas partidas que pueden extenderse por horas y horas, día tras día, hasta que haya una victoria. Pero claro, todo depende también de la voluntad de buscar más allá del empate. En fin, estemos atentos al día de mañana.
En cuanto al trabajo, pequeñas novedades. Nada muy destacable, por ejemplo la novata sigue en nómina, tiene un ángel de la guarda protegiendo su incompetente e inoperante trasero. Y sacar turnos con ella sigue siendo un martirio. Lo bueno es que con los actuales horarios sólo me toca un turno por semana con ella, lo malo es que hay que rotar horarios y ya que se viene diciembre, miedo me da la posibilidad de que me toque trabajar con la novata con la misma frecuencia con la que he trabajado con la bartender de verdad, con quien trabajo casi todos los días que toca trabajar. Así que hice algo que no sé si es feo o qué, pero cuando el jefe de salón nos dijo que tenía que hacer nuevos horarios, la bartender de verdad y yo le dijimos que por favor dejara todo igual, el jefe de salón se rio y dijo que bueno porque sabe que a nadie le gusta trabajar con la novata, comamierda novata malparida. Días después el jefe me dice sólo a mí que por desgracia tiene que cambiar el horario, que los de arriba así lo indican, y bueno nada que hacer, le dije que lo entendía y que era de hecho esperable, pues así funcionan las cosas en este rubro, la rotación es necesaria. Luego de un rato se me ocurrió: ¿y si yo me quedo con el horario de la novata? Porque la semana 1 ella trabaja lunes y jueves, pero sola, y sábado trabaja con uno y domingo con otra, libres martes jueves viernes. La semana 2 trabaja lunes sola, libra martes sábado y domingo, y el miércoles y viernes los trabaja con una y el jueves con el otro. Cambiando mi lugar con el de ella, no sólo tengo varios días para trabajar solo por mi cuenta, siendo 100% yo en esa barra, sino que sigo teniendo un sólo día a la semana con la novata. Lo paso bien con la bartender de verdad, me río harto, pero es cierto que también se la pasa mucho tiempo en el celular y eso afecta el trabajo, el ritmo. Ella no es tan rápida como se cree. Le va a tocar trabajar con la novata pero así quizás despierte, porque, modestia aparte, las dos se relajan demasiado conmigo porque yo hago casi todo. Y quizás así limen asperezas también, aunque no es que me interese mucho que se hagan amigas, sólo quiero trabajar por mi cuenta un rato. Y estando solo en la barra, quizás pueda portarme mal también. Quizás qué clase de cositas interesante sucedan cuando la gente me vea solito en la barra, ¿querrán hacerme compañía? También puede que me esté metiendo en un berenjenal; los lunes siempre son tranquilos, pero puede que uno de los jueves que me toca solo llegue harta gente, se pidan hartos milkshakes y sude la gota gorda, pero como digo, en este rubro hay que ponerle el pecho a las balas y así uno se va probando a sí mismo. Lo feo es que todo esto lo hice a espaldas de la bartender de verdad, básicamente la lancé a los leones para salvarme yo de tener que trabajar con la novata tantos días. Espero que no se entere ja, ja.
En cuanto a lo otro, sigue "en gestión". Apenas esté todo intelectual y legalmente protegido, lo anunciamos con bombos y platillos. Después de que hice ese trámite, online por supuesto, no me he vuelto a conectar al computador hasta ahora para comentarles esta película. Vuelvo a tener tiempo libre, a tener la cabeza libre de tantas letras y palabras. De hecho me puse a hacer ejercicio de nuevo, a comer más y también a nadar, vaya cosa ¿no? Igual es posible mantener la actividad física y además volver a escribir una vez que esta primera obra esté por fin a disposición del mundo, porque ideas no me faltan, pero ya hablaremos de ello, sólo queda esperar a que ese "en gestión" pase a, no lo sé, un "ya está listo compañero dele nomás que le vaya bien". Con respecto a la película de hoy, un día sin mucho que hacer me pregunté "¿podré ver esta película de casi tres horas sin interrupciones?", y como me sentía valiente me dije "pos inténtalo guachito rico", y, sorprendentemente, pude ver "Zodiac", de David Fincher, sin problema alguno, acostado en la cama de mi mamá con la bolita de algodón llamada Renato a mi lado, tranquilo de la vida. Por cierto, esta es tan sólo la tercera película de Fincher que comentamos por acá, a pesar de que hemos visto casi todo lo suyo. Sale más corto decir lo que no hemos visto, a saber: la de Benjamin Button, su aporte a la saga Alien, la del marciano disfrazado de humano que creó una red social y esa que hizo en blanco y negro para Netflix. Por cierto el otro año se nos viene uno de los proyectos más curiosos y extraños: la secuela de "Érase una vez en Hollywood", escrita por el marica de Tarantino y dirigida por este hombre, por Fincher. Me pregunto qué enfoque le dará a una historia escrita por el director más miedoso de la actualidad. Y hablando de proyectos futuros, ¿a alguien más NO LE INTERESA EN LO ABSOLUTO lo próximo de Nolan, su versión de "La Odisea"? Porque a mí como que ná que ná, si les soy honesto. Si llego a verla será más por curiosidad para ver qué tal se lucen todos los efectos prácticos y esas cosas, si dicen que hasta se creó grandes monstruos animatrónicos para las porciones fantásticas de dicha obra. Ya ni hablar de lo barcos, de las secuencias en el mar, las batallas, el famoso caballo de Troya... De que será un espectáculo, claro que lo será, pero... ¿una gran e interesante película? Mmmmm... ¿Qué me dicen al respecto?
Bueno, primero que todo, sobra decir que ya había visto esta película, de seguro la vi en la tele poco después de su estreno, quizás el mismo 2007 o quizás el 2008, pero desde entonces nyet. Es entretenido comprobar algunas cosas, para empezar: uno va adquiriendo conocimientos, en otras palabras qué manera de reconocer rostros, qué reparto que tiene esta película, hasta los secundarios y terciarios están interpretados por actores quizás no de renombre pero sí de carreras sólidas, firmes, etc. Sería insustancial listarlos a todos, pero "Zodiac" no es únicamente Mark Ruffalo, Jake Gyllenhaal y Robert Downey Jr. Otra cosa: quizás me esté sugestionando pero de verdad pienso que, esa primera vez que vi la película, no me di cuenta que en la primera escena la chica quiere puro servirse al chico interpretado por el actor que hacía de Mouth en "One Tree Hill". La pobre intentándolo todo para que él le pusiera las manos encima y el pobre pavito ahí, todo cohibido sin atinar a nada. Hasta que llega el Zodiac y bang bang bang! con la música de Donovan de fondo, Hurdy Gurdy Man, temazo que pega la mar de bien, la verdad.
Ahora bien, "Zodiac". Un policial, supongo. ¿Un thriller? ¿Drama criminal, drama investigativo? Ninguna etiqueta le va muy bien, "Zodiac" es otra cosa, una cosa propia, una cosa única que después ha sido bastante copiada o replicada. Digamos que es una especie de narración "realista" sobre el famoso caso del asesino Zodiac, el tipo que mataba más o menos al azar y que le gustaba vanagloriarse de ello por la prensa. Es interesante y esclarecedor, revelador, que Fincher no se repita a sí mismo, que no haga una nueva "Se7en", por ejemplo, es decir que no se copie a sí mismo como otros directores le copiaron a esa película. Acá el foco es, ok, la investigación, pero centrada en el tedio, en los callejones sin salida, en realidad esta película no promete respuestas, no promete nada espectacular, lo que hace es elaborar un retrato de lo jodido que es un caso sin resolver, y me refiero a lo jodido en términos logísticos, en términos de gastos humanos, esas cosas, acá no se va por el lado del tormento, de las maldiciones, de la autoflagelación del policía que se deprime por no resolver el caso misterioso, Fincher utiliza lo de Zodiac como base para ir elaborando un montón de otras cosas, como una salsa madre a la que le agregas una cosa y te sale una bechamel, otra cosa y te sale una holandesa, entonces acá tienes porciones que son escenas de terror, o de suspenso como quieran, otras escenas son de policial investigativo, otras escenas son dramas, otras son puzles, etc., ya se hacen una idea. Y para ser una película de casi tres horas que trata sobre un caso no resuelto que termina aburriendo a casi todos los involucrados, "Zodiac" no cae en el tedio, no cae en el sopor, mantiene el interés de inicio a fin (ya dijimos que esa escena de apertura es fenomenal, orquestada con maestría), amén, entre otras cosas, de un excelente manejo del ritmo y de la información o de la narración, de ir alternando entre los crímenes y la investigación tanto de policías como periodistas y todo eso. Incluso las escenas más duras y violentas no resultan truculentas, Fincher no se regodea en lo sangriento, en lo macabro, lo muestra todo con esa mirada fría pero a la vez, cómo decirlo, humana, la mirada del horror banalizado, porque el horror puede ser banal, el horror puede ser costumbre, el horror puede tener el mismo peso que unos párpados a punto de caer rendidos por el sueño.
No diría que es una obra maestra pero definitivamente "Zodiac" es una película renovadora del género, una película capaz de refrescar un género con tendencia a tropezar consigo mismo, y además, si hablamos en términos más aterrizados, es una película entretenida, qué demonios, bien hecha en todo aspecto, cuyas casi tres horas se hacen cortas y uno se la pasa genial a pesar de que, en esencia, uno está viendo una película sin clímax, sin grandes acciones, sin grandes revelaciones, sin nada de esos grandes efectos dramáticos, y cómo es posible, se preguntarán, entonces vean "Zodiac" porque en sus imágenes, en su puesta en escena y en su narración está la respuesta... y el placer, claro, de ver cine. Por mi parte sólo puedo decir más o menos lo que he dicho antes: no todos, sobre todo en Hollywood, saben sacar jugo de una piedra, y Fincher, al menos en esta película, lo hace: toma todo lo que otros directores desechan y lo convierte en oro, en nervio, en emoción.
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