miércoles, 3 de diciembre de 2025

The Butterfly Effect - 2004

 

Dirección: Eric Bress & J. Mackye Gruber


Primero que todo, el ajedrez. ¿Vieron? Al final fue más entretenida la lucha por el tercer lugar, más intensa, más real incluso, Esipenko le ganó al uzbeko en las dos partidas clásicas, "simple chess" pero sólido, muy sólido, y con eso garantizado el pasaje para Chipre, en donde se celebrará el Torneo de candidatos, en abril creo. En cuanto a la final, las dos partidas clásicas terminaron en empate, se veía venir, incluso la segunda partida fue tan aburrida, tan deliberadamente empatada que ambos finalistas, Wei Yi y Sindarov, terminaron con más tiempo del que comenzaron, y bueno, la apuesta obviamente funcionó para uno, para el joven Sindarov, que venció al chino, si mal no recuerdo, en la última de las partidas rápidas, alcanzando la gloria a tan corta edad, vaya torneo se mandó el chico, propinándole, de paso, la única derrota a Wei Yi, que entre empates y victorias había llegado invicto al enfrentamiento decisivo. Sindarov, por su parte, perdió contra el peruano Martínez Alcántara, no sé si en con otros rivales, pero de que se fue sobreponiendo a los obstáculos, así lo hizo. Al contrario de lo que dicen muchos, pienso que el Torneo de candidatos será sumamente entretenido y, creo yo, ofrecerá muchas sorpresas. En ese torneo, naturalmente, no se puede jugar al empate, serán catorce juegos clásicos, sin nada de tie-breaks ni cosas así, catorce juego clásicos, todos contra todos, el que consiga más puntos será el retador de Gukesh D. Claro que si te vas con todo por la victoria tan sólo una pequeña inexactitud puede costarte la derrota, pero nadie ha alcanzado el primer lugar a puros empates, ¿cierto? Tampoco es que puedan irse a la segura con los rivales "menos fuertes", porque si algo demostró la Copa recién terminada es que esos rivales con menor ranking pueden sorprender a la élite ajedrecística, a los Super GM, que tan intocables no son.

La otra noche en la micro de vuelta a casa vi a una tipa leyendo Poeta chileno, la genial novela de Zambra, con audífonos puestos y de pie, no sé qué tanto habrá leído porque se bajó rapidito y ¿se puede leer bien en una micro, de pie, moviéndose de un lado a otro? Hoy mismo, volviendo de la piscina en una micro llena porque se demoró media hora en aparecer y cuando apareció había una fila inmensa para entrar (qué civilizados somos los santiaguinos a veces), justo atrás mío en la fila había una tipa leyendo un libro, luego al subirnos a la micro ella se sentó delante mío y pude notar que era un libro de Stieg Larsson y que lo estaba leyendo en inglés, y que de hecho estaba en las páginas finales. También llevaba audífonos, pero como iba sentada no se movía mucho, de hecho la micro iba muy lento, como si le pagaran por la cantidad de semáforos en rojo que se comiera. ¿Irían las dos escuchando música? ¿O alguna cosa que funcionara como ruido blanco, como barrera sónica? Yo por ejemplo cuando leía hacía eso, ya sea con audífonos o con los parlantes del celular a un volumen moderado, ponía a veces sonido de lluvia, a veces una canción del soundtrack del videojuego Catherine, esta canción en concreto, que me ayudaba con dos cosas: funcionaba como barrera hasta cierto punto porque si había ruido, el sonido del tema capturaba la atención de mis oídos, difuminando el resto del exterior, además también me ayudaba a concentrarme porque a veces, antes, cuando leía sin sonido alguno, de repente llegaban esas malditas canciones pegajosas que se repiten una y otra vez en la mente y no te dejan hacer nada, pues bien, a mí no me soltaban, no me dejaban leer, me desesperaban. Entonces esa canción me ayudaba con ambos aspectos. Me gusta ver a mujeres leyendo en los transportes públicos.

¡Trabajo! ¡Vaya semana más tumultuosa, viejo! Primero que todo, mis inscripciones para proteger intelectualmente mis cuentos, ingresadas el 17-11, a fecha de hoy siguen "en gestión". Quizás estén listas para navidad, será un regalito (no gratis) para todos nosotros, mis cuentos llegando al mundo junto al niño Jesús, junto al niño dios. Pero volvamos al trabajo. El lunes les conté mis planes del horario, etc. etc. etc., ya lo recuerdan. El martes todo normal, un día ok de trabajo con la bartender de verdad. El miércoles todo ok, día libre, ir a nadar, hacer pesas, todo eso. El jueves todo normal, día de trabajo con la novata, pero fue un día tranquilo así que como nadie la apuró la novata anduvo de buen humor, y como era la previa del Black Friday algunos negocios ya tenían descuentos así que eso hicimos, cada uno viendo compras por su cuenta. El jefe me contó que el día anterior, turno que trabajaron las dos juntas, hubo nuevos conflictos y peleas entre ellas, qué novedad. Y de paso se confirmó el nuevo horario, yo trabajaré solo casi todos los días, pero no es todo perfecto, porque en la semana que yo quería trabajar dos días con la bartender y uno con la novata quedó al revés, es decir trabajaré dos días con la novata y sólo uno con la bartender de verdad. No todo es perfecto, me digo. Bueno sigamos. El viernes día libre, piscina, pesas, todo eso. ¿Mencioné que uno de los días anteriores, creo que la noche del miércoles para el jueves, había soñado con la bartender de verdad, un sueño bien extraño, bien raro, bien inquietante, en el que me pedía ayuda y todo el mundo era un escenario medio apocalíptico? El jueves la bartender me escribe y me pide veinte lucas, yo se las presto porque tengo y no hay drama, pero pensé "mierda, no es buena señal eso". Así que volvemos al viernes, día librepiscinapesastodoeso, y la bartender me escribe en la tardecita que tirará licencia para el viernes y el sábado, es decir ausencia ambos días, no les diré el porqué porque es serio y personal, pero fue algo grave, yo le di mi apoyo, que buscara ayuda, ya saben. Quedo nervioso, obviamente, no es la primera ausencia de ella. Llega el sábado, me tocaba turno con la bartender, me hago a la idea de que estaré solo. Me cuentan del día anterior, el viernes con la novata sola, sufriendo la pobrecita por culpa de "la irresponsable". Hice un par de preguntas a gente más confiable, resulta que el viernes no salieron tantos milkshakes, que no estuvo taaaaaaan bueno, que la novata se apanó con unos cafés porque a la pobre inútil se le olvidó mantener encendida la máquina, entonces el café quedó frío, quedó hecho un asco, comenzaron a devolverle los cafés, tenía que hacerlos de nuevo, ay los nervios ay qué hago, como no escucha ni una mierda echaba cincuenta kilos de café al filtro y por lo tanto le quedaba demasiado fuerte, de vuelta de nuevo, y entre medio, claro, salen otras cosas y ay la pobrecita que sufre su propia mediocridad, ahí se metieron a ayudarle la sub-jefa, una señora igual de desordenada que la novata, en fin el caos. En otras palabras la cosa no habría sido tan terrible si hubiera habido un profesional en la barra, un profesional de verdad. Quizás no sea lo ideal pero un profesional es capaz de sacar el turno solo. Yo fui capaz de hacerlo el sábado, solo, sin que la barra se convirtiera en un escenario de guerra. Mi cotización en la bolsa subió bastante al parecer ese día. Domingo: esta vez solo, pero por horario. Otro día sacado con calma y profesionalismo, no tan intenso ni movidito como el día anterior, pero de nuevo, subiendo en la bolsa. Lunes, primero de diciembre, es decir nuevo horario, es decir ya no tengo ningún lunes libre, lunes aburrido, lunes muertos, lunes los peores días del rubro, lunes en donde no puedo escribir por acá por obvias razones. Como es un nuevo mes, me propuse variar un par de cosas: ahora llevaré mi parlante y pondré música en los días que me toque solo, y también me pongo una pulsera que me regaló una tipa que a mí no me gustaba mucho aunque yo sí a ella, fue la única de todas con las que salí que me regaló algo, me regaló una pulsera con todo su corazón, el otro día ordenando mi pieza la encontré y pensé "bueno, quizás algo de buenas vibras tendrá la pulserita, quizás algo de energías amorosas, qué sé yo", así que usaré la pulsera para ir a trabajar. Por cierto, de sábado a lunes muchos nervios por la situación de mi compañera, de la bartender de verdad. La incertidumbre, ¿la echarán? En teoría no, despedir a alguien por licencias médicas no se hace, pero igual se hace en varios lados. Podrán pensar que la licencia fue por andar de carrete, en el trabajo muchos lo dieron por hecho, pero no se puede despedir a alguien por licencias. El martes. Tengo libre junto con el miércoles (mañana jueves me toca solo, el viernes libre, sábado con la bartender por fin nos veremos, domingo con la novata maldita sea). La bartender vuelve, está mejor, está sanando de lo que le ocurrió, está con un cambio de vida en cierta forma, me escribe como a medio día que la novata no fue ja, ja. Qué irónica la situación, ¿no? Mejor para ella, mejor sola que mal acompañada. Hoy miércoles, la novata fue, pero se ausenta del turno cuatro horas, ¿qué demonios le pasa? Bueno mejor para la bartender, mejor sola que mal acompañada. Y yo por supuesto piscina, pesas, bici, comida. Volví al Sportlife, me sentí como en casa, fue como volver a casa me gusta esa piscina. Los días anteriores estaba yendo a la piscina de una universidad que queda cerca de mi casa. De hecho me demoro nueve minutos desde mi reja hasta la recepción de la piscina, pero hay algo en el ambiente que no me gusta, que me rechaza y yo rechazo. Prefiero la del Sportlife aunque tenga que gastar pasaje de ida y de vuelta en el metro y micro, aunque de ida me demore cuarenta minutos y de vuelta me haya demorado hora y media (mi error por preferir usar una micro, para la otra quizás use solo el metro), en esa piscina me siento a gusto, me siento más yo. Y ya veremos qué mierda ocurre los próximos días con la novata y la bartender. Soy optimista con respecto a la segunda, en cuanto a la primera, parece que no está ni ahí, quizás la echen, quizás nos traigan a otro/otra profesional de nuestro nivel que no pierda el control cuando le toque enfrentar un turno por su cuenta. Ya les contaré.

"El efecto mariposa". A veces pienso en esta película. Estuve pensando harto en esta película porque vino Oasis hace poco y estuve pensando en algunas canciones de Oasis que me gustan y estuve pensando y escuchando "Stop Crying Your Heart Out" que suena al final de esta película y un día libre me la encontré creo que en HBO MAX y me dije "bueno veámosla qué tanto". Y ahora de esta película les hablaré. Una película que, les aviso, me gusta. Me gusta, a pesar de todas las cosas, digamos, deficientes que tiene.




Esta película pudo haber sido buena, digo realmente buena, digo magníficamente buena, pero como que no se decide a lanzarse de lleno a sus cualidades más potentes y poderosas. Por encima es bastante irregular, salta entre escenas o secuencias que parecen sacadas de una simple película para adolescentes al estilo "Whatever It Takes" o incluso "American Pie", y dudo que los directores lo hagan como una especie de mofa consciente (aunque algo de eso hay en cierta porción de "línea temporal alternativa", la del frat boy), y me refiero a lo formal, a la fotografía, a las actuaciones en sí, al guión, demasiado típico e impersonal, mientras que hay otras secuencias en donde se nota que hay más esfuerzo, más creatividad en la ambientación, en la puesta en escena, en la iluminación las tomas el color los diálogos, en donde hay más personalidad e intención, quizás imperfecto, pero personalidad e intención al fin y al cabo, que son cosas que valoramos mucho por acá. Y claro, "El efecto mariposa" pudo haber sido una película memorable en cuanto a lo existencial, incluso filosófico, porque en el fondo lo que trata es muy jodido, cruel y jodido: un tipo que ha tenido una vida con muchos traumas (que sufren también varias personas que quiere a su alrededor) que, por alguna razón, puede viajar en el tiempo y se propone arreglar todo lo malo, los errores propios y ajenos, pero nunca nada sale bien, siempre hay algo fuera de equilibrio, nada es perfecto, sus planes siempre se desmoronan de alguna forma y se da cuenta de que el problema es él pero que el problema es también la vida misma y eso duele un montón, ¿cierto?, porque por más que te esfuerces las cosas nunca serán perfectas, nunca serán como te las imaginas. Y hay escenas en donde los directores, casi, logran transmitir eso, pero por alguna razón los personajes se desvían, tanto en tono como en diálogos, de esa dirección y se ponen a hablar tonteras sin peso. Por ejemplo la conversación entre el protagonista más niño y su padre, con el segundo intentando hacerle entender al primero que viejo, la realidad es lo que es, no es ni buena ni mala sino que es una entidad propia o qué sé yo, pero no, ahí se ponen a hablar de cambiar esto y lo otro y que los enredos temporales retroactivos y agh, como si ya no se hubiera hablado miles de veces al respecto. Se puede hablar de los viajes en el tiempo desde un enfoque más filosófico y existencial, esta película roza ese aspecto pero prefiere tomar el camino fácil. Lo mismo pasa con la escena en que el protagonista, ya con el rostro de Ashton Kutcher (a la sazón productor ejecutivo, y ojo, que sin dar una interpretación muy buena, yo le valoro el esfuerzo, a pesar de sus limitaciones me gusta ver que intenta empujar sus propios límites, y esta escena en cuestión es buena muestra de ello), intenta, por alguna razón, hacerle entender al amor de su vida, justo en la línea temporal en que está en peor forma (drogadicta, prostituta, pobre, echa bolsa), que fue feliz, que puede ser feliz que puede tener una vida mejor, y casi, casi, Amy Smart le dice que de qué conchetumadre sirve vivir bien en alguna estúpida línea temporal si la ÚNICA que importa, es decir lo que tenemos AQUÍ Y AHORA, es una mierda. Qué importa el pasado, qué importa el futuro (que no existe, el futuro no existe, el futuro es un abismo sin luz), viejo, estoy hecha mierda ahora y tus cuentos de hadas no servirán de nada ni aquí ni en la quebrada del ají ni en ninguna línea temporal aparte porque siempre, si vives en esas, habrá algo "que mejorar", siempre habrá algo "que pudo ser diferente", y así no se puede vivir. Pero no, en vez de decirle que acepte que la realidad es una mierda, que la realidad es inapelable da lo mismo si estés en lo más alto o en lo más bajo, va y se lanza a decirle que mejor arregle esto o lo otro y ya, de nuevo nos vamos por el lado de las aventuras, que no son malas, son entretenidas y mantienen el ritmo, la atención, pero que tienen gusto a poco considerando el potencial sustancial que, se nota, los directores tenían ahí en la punta de la lengua, pero que se la muerden por quién sabe qué razón. Bueno el protagonista es un imbécil, cada conversación que tiene con el amor de su vida en cada línea temporal va más o menos de lo mismo: acepta la realidad, pedazo de cabeza hueca, por qué mierda me venís a hablar de lo que pudo ser o de lo que fue si lo hecho hecho está y lo que no se hizo ya no puede hacerse. Y bueno, considerando el final oficial que lanzaron (olviden el final del director's cut o cualquier otro final alternativo) es casi como si lo supieran: ya saben, el protagonista acepta su destino y se borra de la vida de todos sus amigos, incluso de su amorcito, y años después se cruza con ella en las calles de NY, pero a pesar del impacto, a pesar de que todavía la ama, decide seguir de largo porque viejo así es la vida, hay cosas que nunca serán y es mejor que no sean, no caigas en la misma espiral de nuevo. Es un final que me gusta, un final maduro, un final que parece ser consciente de esa pulsión filosófica y existencial, aunque la película en su mayoría sea inconsistente con ello, aunque en su mayoría intente ser una mezcla rara de ciencia ficción y terror, de hecho para tener personajes tan jodidos tampoco se decide a penetrar y profundizar en la podrida y oscura psiquis de varios de sus personajes, solo los retrata muy por encima como "villanos" de opereta, por ejemplo el hermano "psicópata" (más bien sociópata) o el padre pederasta y abusador, o las enfermedades mentales, o incluso el lynchiano tema de la apariencia paradisiaca de los suburbios como fachadas de infiernos humanos. Imaginen "El efecto mariposa" dirigida por el gran David Lynch, un hombre que comprende de estas cosas, del dolor de vivir en una realidad monstruosa, de la rabia de vivir con tus sueños destrozados, de la locura de vivir en una realidad peor que cualquier pesadilla. Si nos ponemos así, esta película tampoco se decide a abrazar de lleno los "géneros" que intenta emular. Por ejemplo toda la parte adolescente pudo haber sido una especie de segmento a lo Stephen King, en donde se visita la infancia como fuente de traumas y horrores muy humanos y muy sociales, el horror pegando duro justo en la decisiva etapa en donde se deja de creer en monstruos de fantasía y se comienza a conocer a los monstruos de carne y hueso que tienes a tu alrededor. Pero no, ahí tienes a, ya lo dije, personajes muy estereotipados que parecen salidos, justamente, de una mala adaptación de Stephen King, un escritor que es muy capaz de meter el dedo en la llaga, de describir demonios personales como pocos, pero que cuando lo adaptan se saltan olímpicamente todo eso para centrarse en lo más obvio y superficial, por ejemplo el bully del montón (que acá, para peor de casos, está interpretado por un chico enano y de voz chillona, ¿y como te crees que un pendejo así pueda ser intimidante?, más encima vestido con ropa dos o tres tallas más grandes... curiosamente el actor terminó midiendo casi un metro ochenta, nada mal ¿eh?) haciendo cosas muy típicamente malas, como partirle el hocico a un vato cualquiera o matar perros o decir groserías. La película, ya digo, se puede ver y destaca por esos elementos distintivos, pero es decepcionante, irónicamente, por lo que pudo ser y eligió no ser. Ver esta película es a la vez frustrante y entretenido. Y eso que no es corta, tampoco se hace larga, son casi dos horas, pero creo que, con una visión más decidida y un poco más de tiempo, pudo haber sido una gran película. Pero oigan, ¿de qué sirve especular? Si la ven, por primera o enésima vez, al menos será un visionado entretenido. Es lo que es.

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