miércoles, 26 de octubre de 2016

Black Mirror: Hated in the Nation


Creador: Charlie Brooker
Director: James Hawes

¿Nunca se les ha ocurrido, a veces, abandonar internet para siempre? ¿Dejar de depender de ella para conseguir libros, cómics, series, películas (que es lo que me mantiene siendo usuario, básicamente)? ¿Qué motivaría tal decisión: un ansia de libertad o miedo a ver lo que no se quiere ver? Encontrarse en esos rincones oscuros que, en efecto, son tan malos como dicen (y lo dice alguien que no se ha metido por ahí... ni loco), o toparse por accidente con tamañas monstruosidades en sectores supuestamente iluminados y seguros, y peor (como si pudiera ser peor, por dios), en formatos tan banales como los que el hoy ofrece... Y me topo con eso justo el mismo día que veo las fechorías de Negan y la discusión que suscitó en las redes sociales: que si fue necesario, excesivo, que si se cruzó el límite... En primera instancia no le di importancia a lo de Negan, simplemente me llamó la atención lo crudo de la escena y, sobre todo, lo fiel al cómic, pero luego de ver tan aberrante GIF y leer opiniones sobre lo visto en "The Walking Dead" (imposible no relacionarlos), tal escena me comenzó a afectar de la misma manera en que lo hizo el GIF, con esa violencia tan brutal, innecesaria y arbitraria, desplegada sin el más mínimo arrepentimiento; un verdadero y maldito sinsentido, tan sólo un instante desafortunado (de entre todo un mar de instantes) sufrido por un ser vivo al azar... ¿no les parece aterrador?, ¿realmente aterrador? Lo es. Y no hay nada que se pueda hacer, pues está ahí afuera. Y no, no es consuelo que la serie de AMC sea ficción, pues el GIF no lo es... No es que recién haya descubierto que el mundo es una mierda (lo vengo afirmando desde antes que este blog naciera), pero uno no puede quedar impasible ante tamaña maldad, ¿no? A veces uno debe soltar unas palabras, aunque no es que me sienta mejor.


En realidad Charlie Brooker no profundiza tanto sobre la condición humana, tan sólo reprocha puerilmente unos cuantos comportamientos socio-políticos, a todas luces molestos y ridículos, surgidos gracias a los actuales avances tecnológicos, a través de historias que, a lo más, llegan a ser ingeniosas o correctas, pero que apenas rasgan muy por sobre la superficie del estado de las cosas, dejando que la complejidad de personajes e ideas brille por su ausencia (lo cual ha ido aumentando con el paso de las temporadas... y de la atención mediática, el "éxito"). Es por eso que "Black Mirror" no debería hacer historia ni ser considerada visionaria o incluso vanguardista, pues sólo es un caricaturesco guiño a un grupito de personitas pertenecientes a un efímero y aburrido período de la Historia. Los episodios de esta serie no son más que inofensivos caramelos que dejan indiferente a tu paladar, apenas unas débiles caricias que causan risa en comparación con los puñetazos que te propina la humanidad. Claro que en estos días para muchos (demasiados, de hecho) un par de débiles caricias son como una patada en los testículos, por lo mismo no me extraña el éxito de esta bazofia de serie. Con todo, ahora estamos en la mitad buena de esta tercera temporada: "Hated in the Nation" es la historia de dos detectives mujeres que se encuentran con un extraño caso que puede ser el comienzo de una curiosa seguidilla de muertes (o asesinatos) en donde el rol de las redes sociales adquiere importancia capital. Así, se hacen críticas en contra de la falsa moral y del absurdo comportamiento que la gente tiene en las redes sociales, exacerbados por la ilusión de seguridad y desinhibición que genera la existencia online. También se critica la desvergüenza con que los grandes gobiernos vigilan a la población. Claramente, esta historia no habría sucedido sin twitter ni tecnología avanzada o capitalismo: un genio el buen Brooker. Más allá de lo anterior, "Hated in the nation" es una correcta y solvente historia de detectives, estructurada como el típico relato que progresivamente se complica lo suficiente como para que un golpe de gracia lo resuelva todo (viejo, ni siquiera explican cómo se logró el golpe de gracia, es increíble). Tiene momentos, pero se nota que quien dirige ha trabajado sólo en televisión (por no mencionar al brillante guionista y creador)... lo digo por la sosa puesta en escena. Considerando la magnitud del daño causado por el antagonista y su discutible moral e intenciones, el episodio tiene un tono de lo más inocuo e impersonal, ejecutado bajo someros enunciados que no aportan mucho más que los sesudos (¡y hasta graciosillos!) análisis tuiteros. Charlie Brooker no es más inteligente que Seth Rogen y compañía, ni siquiera lo supera en incorrección, pero vaya que se da importancia y se precia de sí... El día en que Netflix le dé una oportunidad a Veiko Ounpuu será el puto final. Y como dato que espero tomen en cuenta: "Hated in the Nation" dura 89 minutos. Ustedes saben con certeza que en noventa minutos pueden ver algo mejor. ¿Conclusión? No sean como yo: no se equivoquen...

4 comentarios :

  1. No he visto esta película, amigo mío, pero tu primer parágrafo me parece más que interesante. A esas preguntas respecto a abandonar internet, el celular, a mí, particularmente, me haría más daño dejar el helado de vainilla, que es mi perdición. Ya sabemos lo que representa internet y la telefonía móvil (un puto quebradero de cabeza), sí, así, sin más. Reconozco que nos ha acercado al "mundo" y, por otra parte nos ha alejado de la vida. Hay tantas opiniones que se nos ponen los ojos bizcos. Hoy la amistad es virtual y uno esta en casa más solo que la una, sin conocer a nadie en carne y hueso para ir a tomar unas cervezas y charlar. Hoy, la novia es virtual. Puedes estar en calzoncillos rascándote las pelotas al mismo tiempo que estás hablando con la chica fantasma, que igual está igual que tú (y suerte si es una mujer). Bromas aparte, no siempre ocurre esto, ni mucho menos, pero la mayoría de los terrícolas se han acostumbrado a interactuar a través de un teclado y cuando tenemos a alguien delante de nosotros ya no sabemos qué decir o hacer. Recuerdo cuando no existía internet. Ibas al cine sin saber de qué iba la peli y era toda una sorpresa. Ahora los críticos que tienen acceso a ella unas semanas antes de su estreno cuelgan en la red el argumento (el spoiler, me parece que se llama ahora)además de una valoración y si debes ir a verla o no. Y,aunque no quieras saberlo te viene el compañero del trabajo y te dice: ¿Sabes que muere Abrahan y Glenn? ¡¡¡¡¡Nooooooooo!!!! ¡Quería verlo por mí mismo en el estreno de la serie! ¡Capullo! Claro, lo ha visto en internet.

    Perdona esta disertación tan pesada, amigo.
    ¿No te he dicho todavía lo mucho que me gustan tus post? Son refrescantes, amenos y algo canallas, como a mí me gusta.

    Un abrazo

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    1. Jaja, la verdad es que escribo lo primero que se me ocurre, sólo me fijo en que esté medianamente bien redactado, pero uno nunca sabe en realidad; de todas formas la máxima es ser lo más auténtico posible, a fin de cuentas ¿qué nos quedaría si no? Gracias por tus palabras, que no las merezco.
      Y, vamos, un comentario siempre es bienvenido sin importar su extensión, de hecho qué mejor que intercambiar opiniones y datos de interés. Claramente el muy sabio Charlie Brooker nos patearía el trasero en una discusión como ésta, ciertamente tiene el dinero (o el apoyo) para escupir sus postulados en pantalla. En última instancia no dejaría internet porque me forzaría a dejar este blog, pero bueno, habrá que ver el vaso medio lleno. Algunos dicen que funciona.
      Un abrazo.

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    2. Oh, casi lo olvido: ¡vaya compañero ese! Otra prueba de que nunca es bueno disparar antes que preguntar, por dios. Para la otra ya sabrá que debe tomarse un tiempito para compartir su entusiasmo, ¿no?

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...

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