viernes, 17 de junio de 2016

Scanners - 1981


Director: David Cronenberg

Antes de Cronenberg, dos cosas: Primero, les recomiendo "Archer", una fantástica e hilarante serie de animación que ya lleva siete temporadas emitidas (y tiene varias encargadas), y que ahora decidí volver a ver, porque yo lo valgo. (A propósito, algún día de estos caerán los posts sobre "Archer"). Segundo, les anuncio que tengo planeado ponerme al día con "Samurai Jack", sobre todo ahora que la quinta temporada está más cerca que nunca (y dicen que será más oscura, adulta). Ahora, hablemos de Cronenberg y esta genialidad que es "Scanners", una película que literal y no figurativamente puede volarte la cabeza. Como debe ser, maldita sea.



Los Scanners son personas que poseen habilidades telepáticas, aunque no son superhéroes, más bien sujetos atormentados o perseguidos o resentidos, y el protagonista se mete de lleno en una especie de conspiración en contra de un Scanner que quiere dominar a la humanidad.


En "Stereo", opera prima de David Cronenberg, una serie de narradores (que en realidad conforman una sola voz hablante) nos van explicando y detallando los resultados de un experimento en el que a un puñado de individuos se les otorga habilidades telepáticas para luego hacerlos convivir, así la gracia era observar las mecánicas y dinámicas sociales que surgían entre ellos, sobre todo en el aspecto verbal, el lenguaje (¿qué pasaba con la palabra si al final no se hablaba?). Sin embargo, los efectos secundarios no tardan en aparecer y uno de los individuos, desesperado por una sensación de presión en la frente, decide tomar un taladro y agujerearse dicha zona. Tal hecho es importante, pero también es cierto que es otro hecho más dentro de varios escenarios adversos que se van sucediendo a lo largo del experimento. En "Scanners" (me encanta que varias películas de Cronenberg lleven como título sólo una palabra: "Shivers", "Videodrome", "Rabid"...), el Scanner antagonista tiene una cicatriz en la frente debido a que, mucho tiempo atrás (cuando formaba parte de un experimento), él mismo decidió taladreársela con tal de librarse de la presión que sentía. El vínculo que Cronenberg establece entre ambas películas me parece sensacional, aunque "Scanners" se puede ver y entender de lo más bien sin el visionado de "Stereo". No obstante, en su opera prima el canadiense desarrolla varias cuestiones que están presentes acá, o al menos así me lo parece. Si recuerdo bien, en "Stereo" una chica sufría cambios de personalidad, y ahora me pregunto si eso es efectivamente una especie de trastorno psicológico (una enfermedad), o, lisa y llanamente, otro sujeto (otro Scanner, aunque en aquélla cinta no los conocíamos de esa forma) que decidió meterse en su cuerpo, o en su mente, o en donde sea.
En cualquier caso, "Scanners" es una película fascinante, tanto por su complejo trasfondo sustancial como por su trama, su narración, su estructura dramática, y, ciertamente, por el exquisito y sesudo desplante cinematográfico. Me parece notable que Cronenberg equilibre a la perfección la fluidez narrativa con su denso y estimulante bagaje conceptual. De esta forma, "Scanners" no es sólo una conspiración de empresas o corporaciones que buscan dañarse entre sí utilizando peones; más aún, es una visceral y quirúrgica exploración de la naturaleza humana y todas esas cosas que no es necesario enumerar (aunque admito que la principal razón es la pereza, jojo). El retrato que Cronenberg hace de las corporaciones casi como constructores del entramado social es brutal y pesimista, aunque ojo, fiel a su estilo, el canadiense no hace uso de golpes de efecto o aspavientos estéticos; no busca enaltecer tal o cual sensación, mensaje o idea, por el contrario, lo único que hace es capturar el núcleo de la imagen, de la escena, y transmitirlo con su elegante (pero tremebundo) uso del montaje y el sonido (qué banda sonora, damas y caballeros), lo que al final potencia su contenido. Y si a ello le suman el potente pulso con que se nos narra esta historia, entonces no hay por dónde perderse... Y qué final que se manda Cronenberg, por dios. ¡Un Finalazo! Ambiguo e impactante, al igual que la explosión craneal, o esos "soldados" con escopetas, o la invasión mental a la computadora... Vaya que tiene ideas este director, y vaya imágenes que nos deja. Cronenberg es un puto genio.
A todo esto, ¿no creen que el protagonista se parece a Ewan McGregor? Como sea, "Scanners" es una puta genialidad que deben ver y disfrutar ya mismo. Uf, pero cómo tan buena...


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