lunes, 28 de diciembre de 2015

In the heart of the sea - 2015


Director: Ron Howard

  Pues bien, como el día del cumpleaños el cine nos deja ver una película gratis, tres eran las opciones: "The good dinosaur", que era la que más me interesaba aunque no llegó a buen puerto debido a que estaba doblada; "Star Wars VII", que la pude haber visto por malsana curiosidad, aunque con mi compañero mejor decidimos que no porque no somos realmente fanáticos; y "In the heart of the sea", que era la que más interés cosechaba, aún cuando no me llama la atención la carrera de Ron Howard, si bien admito que puede que haga cosas buenas de repente y valga la pena destinarle un ojo medianamente atento. La presente película no es la gran cosa; está bien, es aceptable, estimable, entretenida, amena, etc., pero no es la gran cosa. No señor, no es la gran cosa, eso es lo único que tengo en la cabeza ahora mismo, y mañana ya lo habré olvidado en pos de cosas más urgentes, como por ejemplo el puto examen que debo dar el miércoles.


  Herman Melville llega a la casa de un viejo que es el único sobreviviente de la trágica y terrible historia del Essex, un navío ballenero que fue destruido por una gran ballena blanca, y que dejó, si mal no recuerdo, ocho sobrevivientes. Melville quiere que el viejo le cuente su historia para tener lo necesario para escribir Moby Dick, y el viejo, por dinero y por paz interior, le cuenta, por fin, cómo demonios fue aquella travesía.


  No me voy a calentar mucho la cabeza para comentar "In the heart of the sea". La dirección de Ron Howard es efectiva, sí, a veces efectista, pero a grandes rasgos convincente y carente de trucos y artificios baratos e indignos, no por nada de Howard dicen que es un buen artesano, sea lo que sea eso. El guión funciona, pero moderadamente, pues se permite hilar fluidamente los acontecimientos, aunque no termina de explotar toda la inmensidad que la historia del Essex contiene; la cosa es más bien una anécdota (o sea, así parece por la manera en que fue escrita y dirigida; con la historia real no me voy a meter, sin duda que fue un viaje terrible que no queda reducido a unos cuantos momentos tensos y tristones e inspiradores), un veloz repaso a LOS momentos "impactantes" más que al verdadero drama de sobrevivir, de enfrentarse a cada minuto, ya sea un aburrido discurrir de segundos muertos, ya sea un infartante duelo con una mítica y demoníaca ballena. Howard apuesta por la exaltación y la grandilocuencia de los hechos, y como el guión en general está articulado en un sinnúmero de secuencias exultantes y grandilocuentes, pues de qué me voy a quejar, el ritmo está bien y no da espacio a demasiados baches y puntos muertos, aunque el tramo final carece de la intensidad primera, justamente porque se acusa la falta de contenido que supla al plano espectáculo visual. Algo más de realismo a la imagen habría sido un gran favor para todos. Imaginen que a mi me sucede algo grave, y toda la gente me pregunta qué me pasó y nadie cómo me siento, ¿cómo queda la historia?
  Lo mejor de la película, sin duda alguna, es la aventura misma, con sus tormentas y cazas de ballenas (aunque dolorosas: es terrible ver tan bellas criaturas masacradas tan indignamente), y el gran duelo con la ballena blanca, cual defensora de la naturaleza y de los débiles, vengadora de los caídos: su presencia casi mítica se impone, le da otra dimensión a la imagen, convierte esta aventura en algo terrorífico, definitivo. Cuando la película se vuelve más hacia el género de la supervivencia, debo decir que la cosa decae, pues la fugacidad proveniente del guión condiciona a un Howard que se concentra en la delgadez de sus personajes más que en los estados mentales, la atmósfera de desazón y demás (y es curioso y hasta contradictorio que no me gusten esas escenas, siendo que líneas atrás pedía algo más de "realismo", pero no en el sentido de "sucio" sino de exploración psicológica, contextual, una mayor construcción sustancial que sustente estas grandilocuentes y vacuas imágenes de rápido olvido), y si sumamos el contraste entre la tormenta previa y la monotonía del survival... Por último, también está el relato de Melville entrevistando al viejo sobreviviente del Essex, que es bastante meloso, somero y complaciente con la vida real, prefiriendo hacer correctos guiños que explorar en los fantasmas de un hombre, una tripulación y una aventura. Chris Hemsworth me ha gustado bastante, se nota que sabe aunar hábilmente una fuerte presencia con una interpretación suficiente; ciertamente le gana la pulseada al que hace de capitán Pollard (o como sea), muy soso y débil, en comparación y por sí solo, si hasta Cillian Murphy le gana en todo (lo digo porque sus escenas son más limitadas, no porque desdeñe su talento, que ya lo ha demostrado en varias ocasiones). En resumidas cuentas, "In the heart of the sea" es una película que está bien, entretiene y por momentos captura bastante, pero que terminado el visionado pasa a mejor vida, principalmente porque los involucrados se conforman con poco y eluden ir más allá. No se dejen encantar por el amplio y ruidoso despliegue del digital. Mejor veamos "Moby Dick" de Huston.

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