domingo, 20 de diciembre de 2015

Mystery Road - 2013


Director: Ivan Sen

  Acá una que vi el jueves y que ha esperado pacientemente su turno por ser comentada. En Australia, su país de origen, "Mystery Road" parece que fue toda una sensación, con más reseñas positivas que negativas, aunque no comparto posiciones con ninguna de las dos, por extremas y/o exageradas en sus afirmaciones. Los más entusiasmados aclamaban lo magníficamente rodada que está, su deslumbrante y atípica ejecución y la forma en que utiliza elementos del western clásico (botas, sombrero, vaqueros... son sus palabras, ojo) sin perder su identidad australiana (australianness); los más reticentes al éxito crítico (no sé cómo le fue en taquilla) fustigaban que la cinta de Sen carecía de dinamismo y que el cine australiano debería esforzarse en atraer a un público masivo, ciertamente que apunte más allá de aquél que va al cine por sentido del deber o por cierto gusto al séptimo arte. Con los segundos no estoy en nada de acuerdo: el cine es para todos, desde luego, pero en lo absoluto debe entorpecer el proceso creador del autor, quien debe obedecer a su sensibilidad artística más que a factores económicos; que se hagan películas para ganar dinero y fortalecer una industria en tanto maquinaria económico-política y no manifestación cultural es un asco. Con los primeros no concuerdo porque, si bien la ejecución del director es atípica y arriesgada, me parece bastante normalita. Eso sí, no desdeño la dirección de un director que ciertamente sabía lo que hacía o al menos lo que quería decir, y que nos deja una de las películas más interesantes del último tiempo. No una obra maestra, pero pienso que logra diferenciarse de un thriller del montón.


  Jay Swan es un detective aborigen al que le encomiendan la investigación de la muerte de una joven aborigen, que aparece atada en algún punto del árido y desolado outback australiano. En un entorno hostil pero inquietantemente tranquilo, Swan se dará cuenta que la muerte de la chica no es un crimen común y corriente, sino que está relacionado con turbias y sórdidas redes criminales que no ven con buenos ojos la falta de privacidad.


  "Mystery Road" es una película muy interesante, y sin embargo no estoy seguro del porqué. La ejecución formal, como les dije, me parece bastante normalita; no deja de ser una cámara pulcra, suave y precisa, sin mareos ni temblores "realistas", acompañada de una banda sonora mayoritariamente atmosférica que presenta, eso sí, un par de secuencias con música extradiegética de fondo (que son la excepción), y una dirección de actores que si bien no es bressoniana sí carece de artificiosas pantomimas e histrionismos. El guión también me parece normalito: el asesinato de una chica, un misterio en torno a él, una red criminal que comienza a destaparse y desnudar los trapos sucios de personas en apariencia intocables; la progresión es convincente pero bastante predeterminada, ya saben, comenzando con cosas circunstanciales que luego van iluminando el entramado entero, con los pequeños saltamontes y los peces gordos, nada muy original. De esta forma, pensaba que lo más interesante sería el elemento aborigen, tan latente en el fotograma como, me imagino, en la sociedad australiana. Y lo aborigen está, pero de manera sutil, diría que contradictoriamente sutil, pues si bien (les adelanto) el crimen no tiene motivos racistas (el asesinato no fue motivado por un odio hacia lo aborigen, o eso me pareció a mí), el retrato crudo con que se muestra la precariedad y hasta abandono en que viven los aborígenes es punzante y elocuente; quizás lo sutil radica en lo disimulado de la discriminación, como una "tolerancia fría": muévete en tu espacio, de lejitos te ves más bonito. Pero lo aborigen tampoco es lo más interesante, ni siquiera es el motor central del relato, más bien una ramificación. ¿De qué? ¿Por qué es, entonces, tan interesante esta "Mystery Road"?
  Las respuestas a ambas preguntas están estrechamente ligadas, por eso la formulación contigua de las mismas. La quinta película de Ivan Sen (un documental y cuatro de ficción, con otra más en camino, conforman la filmografía del joven director) destaca por su mesurado, contenido y a la postre especial tempo, por su atmósfera anticlimática, expresada por la crudeza y sobriedad de su puesta en escena como por el "desestructurado" armazón del argumento, desinteresado en seguir los tres actos y más enfocado en simplemente adentrarse en las entrañas de un paisaje, geográfico y social, al ritmo que sea necesario. Pero no es sólo la narración y ejecución anticlimática propiamente tal lo que hace interesante esta película, sino que la mirada tras lo descrito, bastante furiosa y nihilista para la quietud con que se muestra, lo que sin duda ayuda a incrementar la extrañeza del espectador: no es sólo la resolución de un caso, es la deconstrucción de un estado de las cosas, podrido y aterrador por lo asimilado y aceptado que se encuentra. Sin duda que es una película que reta y desafía, que exige e incomoda bastante, pero la apuesta de Ivan Sen funciona en tanto contenido, sustancia: nos hacemos partícipes de este salvaje escenario en donde parece que la ley en realidad está en manos del más fuerte. Puede que la trama, cuidada y todo, sea algo confusa (a mí no me quedaron claros un par de puntos, y aunque eso me intranquiliza, es más bien por motivos egoístas y no por insatisfacción hacia el resultado final, que más que una historia nos muestra una realidad buscando que su ser nos envuelva), pero la potencia de las imágenes suple cualquier reproche narrativo o dramático; para mí el director triunfa en sus intenciones. Puede que emocionalmente sea una película difícil (desde luego que ni por asomo hay muchas muestras de sentimentalismos, menos de moralina barata), pero es una propuesta arriesgada llevada a cabo con propiedad. Además, el outback australiano es un paisaje al cual no le puedo negar un visionado. Si quieren dinamismo, están en el lugar equivado.

*Sobre el guión o el misterio: dije que es normalito porque su desarrollo es bastante predeterminado en su tránsito de lo desconocido a las certezas, de cómo descubrirnos tal o cual cosa, y luego digo que el relato no se preocupa de actos narrativos sino de su propio ritmo, lo que lo aleja de los thrillers más convencionales o, dicho de otra forma, normalitos. Por si parece una contradicción, yo pienso que "Mystery Road" no sorprende por la manera en que construye su investigación (aunque algunos descubrimientos llaman la atención), la que, no obstante, está construida sin considerar relgas y convenciones dramáticas. Espero haberme dado a entender bien. Hasta la próxima.

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