sábado, 13 de enero de 2018

L'Amant double - 2017


Director: Francois Ozon

Luego de ver "Good Time" fui a ver la conferencia de prensa que dieron en Cannes, y luego me puse a ver las conferencias de prensa de otras películas, como la de "The Killing of a Sacred Deer", y me maravillaron dos cosas: primero, que Nicole Kidman se enamorara del cine al ver "A Clockwork Orange", lo que me parece hermoso porque, entre otras cosas, más de 25 años después trabajó, precisamente, en "Eyes Wide Shut", de Stanley Kubrick, como saben, el director de aquella ultraviolenta historia que prendió el fuego de la pasión por el cine en aquella futura gran actriz (imaginen el entusiasmo que debió sentir por trabajar con él); segundo, aparte de lo delicioso que es escucharla en su acento natal, me encantó su apasionada manera de referirse a su trabajo y al cine, verla hablar me pareció inspirador, más aún cuando le da notoria importancia al hecho de que "The Killing..." fue rodada en cine (35mm). De la misma edición de Cannes es lo nuevo de Francois Ozon. "L'Amant double" compitió por la Palma de Oro y no sé muy bien por qué, pero me parece que esta película ha sido recibida con bastante indiferencia, por no decir antipatía, en su estreno por varios países. Amigas y amigos, les quiero decir que estamos ante una absoluta genialidad. Otra más de Ozon. Se los digo yo.


Me van a perdonar la obviedad, pero "lo doble" es el leitmotiv de la película. Y lo es más allá de lo argumental. También vemos a un Ozon doble, dos manifestaciones de él: por un lado vemos al Ozon sensual, elegante, de exquisita y deliciosa puesta en escena (los encuadres, los plano-contraplano, entre otros, son realmente magistrales, además de denotar tremendo buen gusto), el que no desaprovecha la oportunidad de adentrarse en los rincones oscuros (e iluminados) de sus personajes, los traumas, el pasado, la personalidad y la identidad en crisis, la sexualidad como expresión, como escape, como palabra, las conflictivas relaciones interpersonales, los secretos, dinámicas y mecánicas de poder, máscaras que caen, rostros desnudos, la atmósfera siniestra, y por otro lado tenemos a un Ozon impresionantemente desatado, intenso, frenético, desquiciado, retorcido, perturbador, altamente estilizado, banda sonora machacona, dope soundtrack, con geniales toques de terror, como mezcla de slasher y body horror enmarcados en un psico-thriller sexual que encantaría a David Lynch y a David Cronenberg, pues acá lo que importa es la pesadilla, de la carne o de la mente, la carne y la mente como objetos o plataformas detonados desde sus cimientos para que los personajes caigan en una irreversible espiral que difumina los límites de la realidad, tanto que quizás de esa forma se encuentre el camino (ese camino imposible de vislumbrar de manera racional y lógica; a veces lo lógico es el muro que impide su acceso) hacia aquella verdad escondida que puja por liberarse, aunque sea despiadadamente.
Sin embargo "L'Amant double" sigue siendo un Francois Ozon en su máxima expresión: puro Ozon, Ozon puro. Casi dos horas de magnífico cine de calidad, magníficamente escrito, dirigido e interpretado por Marine Vacth y Jérémie Renier. No le busquen la quinta pata al gato; tal como en "Swimming Pool", acá no importa el qué sino el cómo. Ozon es fuerza bruta con manos delicadas.
Brillante ejercicio de suspenso.

...y dime, ¿qué crees que significa?...

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