sábado, 4 de agosto de 2018

Los niños - 2016


Directora: Maite Alberdi


La semana pasada pude ver "Los niños", documental de Maite Alberdi, gracias al ciclo 'Temporal de documentales' de Cooperativa, que exhibe de forma online varios documentales chilenos, en determinadas fechas y por unos cuantos días. Afortunadamente pude llevar a cabo sin interrupciones mi ciclo de cine chileno pre-dictadura, por lo que no tuve que utilizar "Los niños" como parche. De Maite Alberdi ya hemos comentado por acá "La once" y "Yo no soy de aquí".
"Los niños" es un documental mucho más punzante, crítico y mordaz de lo que aparenta. Debajo de todo este look medio naíf, buena onda y bonito, Maite Alberdi construye un retrato certero, que plantea sin miramientos ni eufemismos (aunque de forma sutil, elegante) importantes temas y reflexiona con profundidad y humanidad en torno a varias problemáticas, de la vida de personas con síndrome de Down. Concretamente, "Los niños" se enfoca en un grupo de hombres y mujeres Down de más de cuarenta años, que trabajan en el taller de cocina de un colegio y asisten a clases sobre adultez consciente (¿así era?), que en la práctica son tratados como niños a pesar de su edad. Y, a través de la cotidianidad y de las variadas personalidades, Alberti introduce los múltiples rostros y capas y matices de los problemas de los protagonistas, los cuales tienen que ver tanto con el apartado social como legal. Así, por ejemplo, a partir del sujeto más ambicioso, que quiere independizarse, formar una familia, tener hijos y todo, entre otras cosas, vemos su imposibilidad para vivir de forma autónoma, en tanto, en primer lugar, ni siquiera gana lo suficiente como para mantenerse a sí mismo, menos para mantener una familia (en realidad gana una mugre, y eso que tiene dos trabajos). También tenemos a los enamorados, que sueñan con casarse e irse a vivir juntos, pero que chocan con la voluntad de sus respectivas familias como con, no sé cómo decirlo, ciertas consideraciones legales, pues al parecer en Chile para casarse hay que tener sobre los 18 años y esta pareja ni siquiera es considerada, en términos legales, como adulta, pues una persona con síndrome de Down no es adulta automáticamente al cumplir la mayoría de edad. Y supongo que acá también entra en juego el si estas personas tienen la capacidad real para sobrevivir por su cuenta, o, qué los determina, efectivamente, como personas adultas y autónomas, porque si es la capacidad para sustentarse económicamente... bueno, por ahí no es que tengan muchas opciones. El caso es que Maite Alberdi parece mostrarnos un sistema, un cuerpo legal y social poco preparado y pensado para garantizar cierta calidad de vida a personas con síndrome de Down, mientras, a la vez, nos muestra el día a día a través de varias facetas y dimensiones, como lo es la sexualidad, lo social, todo lo cual demuestra, aunque suene a perogrullada, que sus vidas también pueden ser ricas en emociones y complejidades de toda índole.
En resumen, un documental que es conmovedor, cómico (hay un tipo que es todo un poeta, un verdadero maestro de las palabras... apuesto a que habría sido un gran narrador, un gran contador de historias), pero también duro e incómodo. Y es que, a pesar de todo, "Los niños" llega a una conclusión tremenda: estas personas viven completamente aisladas. Tanto que, para algunos, llega a ser asfixiante.
Por lo demás, y casi olvido esto: es notable la escritura, el relato y la narración de este documental. Como es usual en las obras de Alberdi, hay tal conocimiento de esta realidad que sus elementos se encuentran perfectamente estructurados en una fluida y sólida construcción dramática. La construcción de personajes, de conflictos, de antagonismos y arcos argumentales es exquisita. Maite Alberdi sigue consolidando y fortaleciendo una forma cinematográfica (más narrativa, de recursos visuales, menos expositiva-periodística) de hacer documentales, sin perder en ningún momento su capacidad de reflexión y de crítica social, que es, a fin de cuentas, lo que la directora quiere contar y expresar. A mí me impresiona lo bien que, a partir de pequeños microcosmos, Alberdi pueda reflejarnos como sociedad incluso en grupos que nos parecen ajenos o mínimos, como lo son las personas con síndrome de Down, las señoras de "La once" o la playa de "El salvavidas", que se viene mañana.
Siempre es un placer que los documentales tengan más de cine que de reportajes televisivos (y es que una historia puede ser buena e impactante, pero estar pobremente contada, de forma rutinaria -como ese documental sobre Vivian Maier-, aunque eso ya es otro tema)...
Imperdible.

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