Miljeong - 2016

Director: Kim Jee-woon

Qué pena por los costarricenses que justo Brasil los venciera con dos goles marcados en los descuentos. ¿Se imaginan a Brasil empatando dos partidos consecutivamente? Habría sido bonito, no digo que no. Ese grupo está que arde y vaya partido el que tendrán los brasileños con los serbios, porque entre ellos se definirá el segundo clasificado (no quiero aventurar nada, pero si algo he de tímidamente adelantar, casi pidiendo disculpas, es que Suiza va a clasificar, no sé si primero o segundo, pero a estas alturas podría, a lo mejor, darlo por hecho). Y bueno, también está el Argentina-Nigeria. Cómo se nota que ese es un grupo "regalado", que luego de un magro empate y una desastrosa derrota por goleada, aún existan chances para pasar. Uy, uy, qué mundial más entretenido, sí señor. Los únicos que no han sufrido "sorpresas" son los uruguayos, pero es que así de aburridos y monótonos son...

Lo último de Kim Jee-woon es del 2016, o sea de hace dos años. El título en inglés es "The Age of Shadows". La traducción del coreano vendría siendo, según Google, "Emisario". Estaba leyendo y me alegro de confirmar que no son rumores, que Kim Jee-woon estrena, el otro año supongo, el remake live action de "Jin-Roh", una película de animación japonesa del '99 que está comentada y recomendada por acá, así que no se la pierdan. De aquella película no recuerdo tanto la trama como la atmósfera, densa, fantasmagórica, casi metafísica o existencial. Y también opresiva, oscura, a veces ominosa, asfixiante. Leo, también, que dicho remake se adaptará a la situación de las Coreas, situando la trama en un futuro de reunificación. Habrá que ver qué sale de ello.

Sobre "Miljeong", es una excelente película de intrigas y espías en donde, teniendo como telón de fondo la larga ocupación japonesa de Corea, un capitán de la policía japonesa, coreano y exmiembro de la resistencia, debe perseguir, capturar y entregar a los pocos resistentes coreanos que andan dando vueltas planeando quién sabe qué cosa. Como es usual en este tipo de historias, no se puede confiar en nadie, nadie sabe para quién trabaja y, por supuesto, los personajes están tan llenos de claroscuros como los penumbrosos escenarios en donde planifican sus escaramuzas e intrigas. Más allá de la genial y deslumbrante ambientación (mención aparte para la dirección de fotografía, sensacional), "Miljeong" destaca por su historia magníficamente escrita, con personajes bien definidos a la vez que ambiguos (y muy bien interpretados, sobre todo por los ya "veteranos" Song Kang-ho y Lee Byung-hun, este último tan delicioso como siempre a pesar de la brevedad de sus apariciones), pero, especialmente, por saber mantener, a través de distintas apuestas dramáticas y narrativas (como situar media hora de relato en un tren, o ir variando de antagonistas), de manera equilibrada y fluida, con un vibrante ritmo que entre pequeños descansos en realidad no se detiene nunca, por mantener viva la llama del misterio (el misterio como macguffin: siempre algo escondido, siempre una incógnita desencadenando acontecimientos, pero manteniendo la línea del misterio mayor: quién triunfará, o mejor dicho, quién se sobrepondrá). Esto último aprovechado por un Kim Jee-woon experto tanto en las secuencias de acción como en las de tensión, amén de una puesta en escena sobria y elegantemente estilizada, que te mantiene tan expectante como alucinado. Todo el segmento del tren me parece portentoso, sin desmerecer, en lo absoluto, la película completa, que está de lujo.

En cualquier caso no nos llevemos a engaño: "Miljeong" es una excelente película de espías, sí, no más que eso, pero más sangrienta y violenta que la media (más madura, más envalentonada), y estilizada, visual y narrativamente, de forma mucho más inteligente que gran parte de los nuevos thrillers coreanos, y era que no, si está dirigida por un maestro del entretenimiento con contenido, y por contenido no me refiero necesariamente a tratados filosóficos y morales (aunque sus películas, a excepción de su divertidísima excursión gringa, no son para nada huecas), sino que al certero conocimiento y consciencia de los propios mecanismos formales, dramáticos y estéticos. Kim Jee-woon sabe lo que hace y sabe como hacerla. Killing is his business... and the business is good.

Y sin más, disfruten de esta entretenida y exquisita joya.