martes, 27 de noviembre de 2018

Zimna wojna - 2018


Director: Pawel Pawlikowski


Para aquellos que estén cansados y aburridos de las peleas "cinéfilas" del populacho, arañándose y gritándose como animales por esos productos hechos en cadena, que ese es #notmyluke, que Marvel o que DC, como si discutieran sobre si la Coca-Cola Zero es Cola-Cola de verdad o no o sobre si son mejores las papas fritas del Burger King o del McDonald's, o sea, como digo, para aquellos cansados de todo aquello, he acá una de las películas, una película de verdad digo, con las opiniones más divididas del año (y me refiero a opiniones de gente de verdad, no de la "crítica" o los medios), suscitando superlativas aclamaciones (de lo mejor del año) a la vez que venenosos vilipendios (de lo más absurdo y ridículo del 2018), división que me causa tanta alegría y entusiasmo como su buen toque de sorpresa, porque, acá entre nos, "Zimna wojna", película que compitió en la Selección de Cannes de este año que aún no termina (al igual que "Dogman", la que comentamos ayer), me ha encantado y re-contra-encantado: me pareció una película bellísima, curiosamente no filmada en 35mm como "Ida", su anterior film, pero igualmente preciosa, verdadero arte, en donde la belleza de sus imágenes, de sus composiciones, de cómo la cámara captura todo y se diluye con la música y el amor (que es sueño y decepción, quietud y turbulencia, sublimidad y hastío, compenetración y rechazo, placer y dolor, o sea, algo que no se puede definir sino que vivir y sufrir), se sustenta en la extrema sencillez de su argumento, de su estructura dramática, de su relato: el retrato de una relación a lo largo de los años, teniendo como telón de fondo (es un decir: el contexto incide directamente en ellos) la Guerra Fría, la situación política en la Polonia de post-guerra. La pareja la conforma un músico-compositor que, en la búsqueda de bailarines-cantantes-músicos que formen parte de una sinfonía de música popular polaca, se enamora, y viceversa, de una deslumbrante Joanna Kulig, una de las postulantes, a cuyo talento se suma una atractiva forma de ver y vivir la vida, apasionada, suicida, con todo, hasta el final... A propósito de final, que se le critique es simplemente no entenderlo, el todo o nada no es para todo espectador, hasta podría tildar de heroica a esta pareja que, en lugar del conformismo y anquilosamiento imperantes, elige otra forma definitiva de libertad...
Y yo pregunto, ¿es demasiado anticuado contar una simple historia de amor? ¿Es anticuado derramar una lágrima ante la belleza intocada de una flor, o pensar que en un silencio se encuentra todo lo vivido y por vivir, o mirar al cielo y dejarse embargar por una sensación de plenitud y felicidad, eterna en su fugacidad? No lo sé, lo cierto es que "Zimna wojna" es una película palpitante, llena de vida y de sentimientos, mágicamente agridulce, bellísima y tristísima, inmensa en su sencillez, un oasis de calidad y calidez cinematográfica en tiempos en donde las películas se ven reducidas a memes y GIFs...
Grandiosa y maravillosa película. Una obra de arte.
No se la pierdan...

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