sábado, 27 de octubre de 2018

Imagen latente - 1988


Director: Pablo Perelman


La opera prima de Pablo Perelman, al menos la primera que dirigió en solitario, es una profunda reflexión sobre el dolor, el vacío, el miedo, el olvido, el horror subyacente a una cotidianidad marcada por la dictadura, por el régimen militar. El protagonista es un fotógrafo cuyo hermano es uno de los miles de detenidos desaparecidos, de incierto destino, pues no se sabe si está vivo o muerto, la incertidumbre es una compañera de todos los días, y el fotógrafo sin embargo no deja de buscarlo, afectando su vida familiar y profesional, estancadas en la abulia y la lejanía, por donde pueda: a través de su familia, de los viejos amigos y compañeros y contactos del desaparecido, que era mirista (miembro del MIR), incluso de su propia memoria, porque Perelman se mueve en dos planos, o quizás en tres: el personal, introspectivo, cual historia de fantasmas, el fantasma del hermano, esa presencia que está y no está, que se ve subordinada a la subjetividad del fotógrafo, quien en el fondo busca su hermano y nada más, saber si está vivo o no, la verdad del paradero tiene un eje menos político que emocional; está también el plano político, social, cuando el protagonista lleva a cabo un intento de investigación, buscando respuestas que quizás para él no sean realmente importantes (más bien instrumentos) pero que para cualquier otro son capitales, esenciales, pues conociendo el paradero, si están vivos o muertos, da paso a procesos de justicia, demandas, datos esenciales para desenmascarar toda la maquinaria asesina, los centros de tortura, los jefes, etc.; por último, una mezcla de los dos planos anteriores, como metafísico, nos sumergimos en una atmósfera medio irreal, de extrañeza, gris, a nivel colectivo eso sí: capta ese clima de frío y silencio provocados por el miedo... el miedo a una dictadura, el miedo a recordar los dolores del país, el miedo de ser una nueva víctima... El horror alojado en cada rasgo y cada gesto cotidiano, destruyendo por dentro al país, a sus habitantes...
Dicho esto, entendiendo su potente intención, visión, ejecución, he de admitir que "Imagen latente" no me ha gustado tanto como esperaba, quizás por esa multiplicidad de, no lo sé, narrativas, y es que, sin apostar de lleno a un relato de género, la película sí parece transitar por el thriller político para luego saltar al drama existencial, incluso a cierto tipo de "terror" psicológico, sin perder nunca dicha base de extrañeza, de dolor y de desorientación vital, pero buscando abarcar mucho para un solo personaje que parece ahora luchar contra el régimen, buscar la verdad de su hermano (es decir, buscando ser un filme denuncia con los datos que expone), y vagar por una ciudad y una población tan perdida, desesperanzada y abatida como él, como la película misma. En todo caso todos estos reproches parecen algo rebuscados; suele pasarme con películas que entiendo, que me conmueven incluso lo suyo, pero con las que realmente no conecto más allá de sus innegables méritos y logros. Sí, hay también otros dos planos: el de la película, su apuesta estética, la forma en que está dirigida y narrada, o sea, ser la historia de un fotógrafo con un hermano desaparecido... Y el del director, que aprovecha la película, la trama, para hablar de algo más grande, de mayor envergadura, para denunciar, exponer, etc., lo cual no es malo en sí mismo (por supuesto que no), pero que aleja a la película de su fondo al verse "obligada" (en cierta manera) a tocar ciertos temas "ineludibles" en este tipo de historias. Por eso al final no sé si es una película-ensayo, película-denuncia, una película de argumento, o de personajes y atmósfera; si cuenta algo en concreto o, más bien, reflexiona sobre las múltiples aristas o flancos que surgen de la trama, o simplemente quiere expresar sensaciones difíciles de describir con palabras. Quizás si hubiera apostado por algo en particular en lugar de transitar varios caminos sin llegar al fondo de estos...
"Imagen latente", con todo, es el potente testimonio de una época, reflejo de un estado de las cosas que ojalá no vuelva jamás a ocurrir. La pueden ver en este enlace.

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